Los mayas son conocidos por su sabiduría ancestral y en una de sus leyendas contaron el nacimiento de un ave pequeñita que encanta a todos. Así narraron que una vez los dioses crearon todas las cosas en la tierra, faltaba algo o alguien que llevara los deseos y pensamientos de un lado a otro. Al no disponer de barro ni maíz, utilizaron una piedra de jade en la que tallaron una flecha muy pequeña, sobre la cual soplaron e inmediatamente cobró vida y salió volando.
Así explicaron, de una manera fantástica, la creación del colibrí, tan frágil y ligero, que podía acercarse a las flores más delicadas sin mover un solo pétalo.
Hoy te compartimos algunas curiosidades que quizás desconozcas sobre el ave más pequeña del planeta.
Son capaces de mover sus alas entre 50 hasta 200 veces por segundo y el movimiento que realizan con ellas el patrón del infinito (∞). Además vuelan en cualquier dirección: arriba, abajo, hacia adelante, hacia atrás y hasta de cabeza.
Existen alrededor de 340 especies y sólo pueden verse en el continente americano.
Se caracterizan por ser muy frágiles, tanto así que muchos mueren a edades tempranas. En su hábitat natural llegan a los tres o cuatro años, incluso algunos han vivido más de una década.
El zunzuncito, es la especie más pequeña y también ostenta el récord de ser el pájaro más pequeño del mundo, con aproximadamente cinco centímetros. Su peso es de 1,8 gramos. Habita sólo en Cuba.
Son capaces de libar hasta 1000 flores en tan solo un día, lo cual es posible por el largo considerable de su pico y su la lengua en forma de W.
Por lo general el plumaje de los colibríes es verde y tienen manchas de color azul o violeta, en algunas zonas de su cuerpo. Cuando están excitados sus plumas se levantan, los colores se realzan y brillan con la luz del sol.
Cuando están en estado de reposo su corazón late de 500 a 700 veces por minuto aproximadamente; en estado activo llega a los 1.200 latidos por minuto.
La leyenda maya continúa contando sobre estos increíbles seres que los dioses se enojaron cuando el ser humano quiso apresarlos. Por lo cual sentenciaron que quiénes quisieran atrapar a un colibrí, morirían. De este modo garantizarían que se respetara la libertad de estos pajaritos responsable de llevar los pensamientos y deseos de los hombres de un lado a otro.