Lázaro Martínez llegó este viernes decidido a regalarse una corona por su cumpleaños 26 y la consiguió. De paso, recuperó para Cuba el cetro del triple salto en medio de la recta final del atletismo en los los XIX Juegos Panamericanos.
El guantanamero se convirtió en el séptimo hombre de la Isla que domina esta especialidad, gracias a brinco de 17,19 metros en su primer intento, suficiente para “enfríar” la competencia, pues nadie más pudo acercarse a esa marca.
El subcampeón mundial de Budapest 2023 regresó al cajón de salto, pero terminó en falta su segundo intento. Viendo la forma en que se presentaron sus rivales, renunció a sus siguientes oportunidades, estrategia definida para circunstancias como esta.
«Mi entrenador me dijo que tenía que asegurar un salto, pues no sabemos si el clima va a variar y comienza el frío. Eso hice y me siento muy feliz», dijo a su paso por la zona mixta del Estadio Nacional de Chile con su primera corona panamericano en la mano.
«Por lo menos me tomaré diez días de vacaciones. Ha sido un año intenso, en que he logrado metas. Luego tocará prepararse para París 2024», aseguró pensando en una cita olímpica que pudiera tenerle entre sus medallistas.
De la relación con su entrenador, Yoelbi Quesada, confesó que es lo mejor que le ha pasado. Se nota que la química entre ellos está dando frutos, al punto que puede presumir de dominar un certamen que tuvo a su preparador como rey en tres ocasiones.
Pudo haber más en la noche, pero el brasileño Almir Dos Santos se interpuso entre Cristian Nápoles y la presea de plata. El sudamericano ancló en el segundo escaño con salto de 16,92 metros, fuera del alcance del habanero, esta vez tercero con discreta marca de 16,66 metros.
A Cristian se le vio frustrado en la premiación y las lágrimas cortaron el posible intercambio con los medios. El sentimiento de no haber estado a la altura de lo esperado resultó incontrolable, como lo sucedido minutos antes.
ZAYAS RENACIÓ CON EL ÚLTIMO SALTO
Si hace cuatro años su triunfo resultó de las más agradables sorpresas, Luis Enrique Zayas llegó a la presente edición como el hombre a vencer en el salto de altura.
La presión que siempre implica defender una corona se vio por momentos, mientras desde las gradas su entrenador Juan Francisco Centelles y el recordista mundial Javier Sotomayor, exmonarcas en estas lides, trataban de corregir y apoyar.
«Para mi gusto fue una competencia regular, no me estaba saliendo bien la técnica de la carrera de impulso y por poco me complico», confesó el santiaguero luego de recuperarse del “susto” gracias a salto salvador de 2,2, ejecutado en el tercer intento.
«No es una marca de nivel mundial, pero esta noche me dio la medalla de oro y estoy contento», aceptó disfrutando su doble reinado, aunque sabe lo mucho por trabajar para brillar la próxima temporada, que llegará con mayores retos.
A muchos llamó la atención que, antes del salto decisivo, el bahamés Donald Thomas, entonces con la medalla de bronce segura, se acercó al cubano para brindar sus consejos. La imagen fue de las mejores muestras de juego limpio vistas en esta cita, y dejó a más de uno deseoso de detalles…
«Me dijo que activara los primeros pasos de la carrera de impulso para que llegara bien al salto», contó Zayas sobre lo sucedido, después de haber fallado par de veces con la altura ganadora. Tanto Thomas como el puertorriqueño Luis Joel Castro quedaron con 2,24 metros, pero la mejor ubicación correspondió al boricua.
PLATA Y BRONCE QUE BRILLAN COMO EL ORO
En una especie de campeones sin corona se convirtieron los corredores Daily Cooper y Yoao Illas. Ella gracias a su medalla de plata en la carrera de mil 500 metros; él con marca personal en los 400 metros con vallas, válida para adueñarse del metal bronceado.
«Venía con pronóstico de quinto lugar, pero en la competencia me di cuenta que podía. Incluso, las fuerzas me dieron para irme por fuera y entrar segunda», comentó feliz la mediofondista, segunda cubana que consigue una medalla en la distancia en citas panamericanas.
Igual de orgulloso terminó Illas, quien había anunciado el objetivo de bajar de los 50 segundos. Lo cumplió al parar los relojes en 49.74 segundos.
«Me siento más feliz con la marca que con la medalla. Para mí es más importante eso, aunque estoy disfrutando el premio», confesó satisfecho con su debut en estas lides. Su desempeño le permitió acompañar en el podio al jamaicano Jaheel Hyde (49.19) y al brasileño Matheus Lima (49.69).
La jornada se completó con el cuarto lugar de Zurian Hechavarría en los 400 metros con vallas, con tiempo de 57.70 segundos. Rose Mary Almanza (2:02.87 minutos) y Sahily Diago (2:05.71) aseguraron espacios en la final de los 800 metros fijada para el cierre de este sábado.