Intelectuales y jóvenes coinciden hoy que la dominación en redes sociales y el financiamiento externo son el modus operandi de Estados Unidos que hacen de Cuba uno de sus principales laboratorios.
En exclusiva con Prensa Latina, el doctor en Ciencias Psicológicas Dionisio Zaldívar enfatizó que la campaña mediática y de odio contra la isla, recrudecida en los últimos cuatro años, tiene el objetivo de inducir estrés y provocar un estallido social.
‘Este tipo de acciones han sido sistemáticas desde el triunfo de la Revolución y están dirigidas a resquebrajar la resistencia’, aseguró.
En el contexto actual, diversas voces de la intelectualidad cubana señalan que esta estrategia mediática tiene al denominado Movimiento San Isidro como uno de sus principales exponentes.
El politólogo Enrique Ubieta aseguró que existen blogs financiados por Estados Unidos que construyeron noticias en torno a lo que sucedía en la barriada de San Isidro (La Habana) para crear un estado de ánimo en los lectores y trascender a medios internacionales.
En televisión nacional, Ubieta dijo que el nombre del grupo es una necesidad de estos medios para transmitir la idea de que existe algo estructurado y establecer una perspectiva política.
El denominado Movimiento de San Isidro mantenía una protesta para exigir al gobierno cubano la liberación de Denis Solís, sancionado a ocho meses de privación de libertad por el delito de desacato a las autoridades.
Solís, quien es presentado por el grupo como un artista censurado, afirmó en un video mantener vínculos con personas que desde Miami, Estados Unidos, financian actos violentos contra Cuba.
Para el joven especialista en medios de comunicación Javier Gómez, este supuesto Movimiento y todo lo que ha generado demuestra que ‘estamos en presencia de la ejecución de un guión de golpe blando o suave’.
Según Gómez, esto se prepara en cuestión de años a partir de una guerra cultural donde el trabajo de las redes sociales desempeña un rol principal.
En ese sentido, Estados Unidos informó recientemente gastos por más de 261 millones de dólares en proyectos de subversión contra Cuba desde 1990 hasta este año.
El portal Cuba Money Project del periodista norteamericano Tracey Eaton citó datos del Explorador de Ayuda Exterior de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Según el reporte, más de 124 millones de dólares se destinaron al propósito descrito como ‘participación democrática y sociedad civil’, alrededor de 38 millones fueron etiquetados como ‘derechos humanos’ y 25 millones se adjudicaron a ‘medios y libre flujo de información’.
A raíz de los sucesos de San Isidro, el director de prensa de la cancillería cubana, Juan Antonio Fernández, aseguró vía Twitter que en sólo 10 días se inventaron casi 300 cuentas para mostrar una falsa realidad.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores declaró que la isla ‘tiene pleno conocimiento del involucramiento del gobierno de los Estados Unidos en el financiamiento, la orientación y la incitación a grupos e individuos en Cuba para que desafíen la autoridad del gobierno (…)’.
Sobre este particular, el presidente Miguel Díaz-Canel aseguró que el país caribeño no admite injerencias, provocaciones ni manipulaciones.
Relacionado con la influencia en las redes sociales, jóvenes progresistas de Cuba y el mundo debatieron recientemente los peligros de la colonización cultural que ejerce el imperialismo.
La cita virtual Ideas que son banderas instó a generar nuevos contenidos para enfrentar en el ciberespacio los mensajes de odio y división de la maquinaria mediática de Estados Unidos.