En una fría noche chilena, la llama panamericana entró al Estadio Nacional por el sector norte de la localidad de Ñuñoa. Los extenistas Fernando González y Nicolás Massú, primeros oros olímpicos de Chile, recibieron la antorcha de manos de Alfonso de Iruarrizaga, medallista bajo los cinco aros de tiro.
González y Massú avanzaron hacia el pebetero. Los esperaba Lucy López, de 93 años, subtitular en el salto alto de los primeros Juegos Panamericanos, de Buenos Aires 1951. Juntos encendieron la llama. Ya comenzó la cita continental.
Una sensacional ceremonia de color, música y misticismos inauguró los Juegos Panamericanos Santiago 2023 en la que no faltaron-como habían prometido los organizadores- los elementos que caracterizan a Chile: país de contrates y culturas diversas que por vez primera acoge una lid continental.
El show nunca antes visto en la historia de Chile, con danzas folclóricas y fuegos artificiales, comenzó a las ocho y media de la noche en el Estadio Nacional y duró más de tres horas.
Cerca de 5 000 participantes: entre acróbatas, bailarines y voluntarios chilenos, amenizaron el espectáculo, expresión de una nación de geografía singular, naturaleza volcánica, habitantes de mar y cordillera, hombres del campo y la ciudad y muchos otros contrastes.
Momento especial fue cuando se escucharon las voces de los Premios Nobel de Literatura chilenos Pablo Neruda y Gabriela Mistral.
Minutos más tarde, comenzó el desfile por la instalación de las 41 delegaciones que asistirán a la lid. Cuba lo hizo con ropa deportiva de color rojo y sus abanderados Julio César La Cruz e Idalis Ortiz.
Impactante resultó en el público la actuación de Los Jaivas, grupo reconocido a nivel mundial por la interpretación de poemas de Pablo Neruda.
También subieron al escenario Movimiento Original, Ana Tijoux, Los Bunkers y Los Tres. Como se había anunciado el cierre estuvo a cargo del cantante colombiano Sebastián Yatra.
Chile donde comienza el mundo
En la previa de la inauguración no faltó la mascota Fiu, el pájaro de siete colores, y cinco aviones perfectamente sincronizados sobrevolaron el Estadio Nacional en alusión a la tradición área chilena.
De pronto, la estrella de la bandera del país suramericano fue dibujada por los aires, con la cordillera de los Andes al norte y protagonista de las acrobacias.
La ceremonia contó con la presencia del presidente del país, Gabriel Boric, y de Neven Ilic y Thomas Bach, titulares de Panam Sports y el COI, respectivamente.
“En Chile siempre que caemos, nos levantamos. Ese es el espíritu que queremos transmitir a cada uno de los competidores”, dijo Jaime Pizarro, ministro de Deportes.
Agregó que el pebetero panamericano había completado un largo trayecto para llegar al sur, saliendo desde Teotihuacán, México.
El presidente de Panam Sports, Neven Ilic, aseguró estar orgulloso de ser chileno y de inaugurar esta noche los Juegos más grandes de América, “porque Chile es un punto de encuentro”.
Agradeció, además, a los más de 12 000 voluntarios que “desde hace unos meses dejaron de hacer sus vidas para ayudar a organizar la cita”.
Chile, país de desastres naturales y sueños, bosques milenarios, minerales, estrellas y poesía se convierte por estos días en el epicentro del deporte latinoamericano y acoge a 4 194 atletas de todo el continente.
La cita invita a unir los deportistas latinos y a extender las miradas, porque “Chile ya no es el fin del mundo, es donde comienza”.