Antes del paso de Ian, nunca había oído hablar de la comunidad El Sitio, el encono con que fue golpeada por el meteoro la colocó en la mira informativa.
Mayra Rodríguez Casanueva, delegada de la zona, circunscripción 51 del consejo popular Las Taironas, municipio de Pinar del Río, recuerda que cuando salieron de los cuatro locales en que estaban protegidos, “aquello fue terrible, todo el mundo llorando” y es que los vientos del huracán derribaron 62 de las 133 viviendas enclavadas allí; otras 71, incluida la suya, recibieron daños parciales.
“Les dije que había que dejar de llorar y empezar a ver cómo podíamos arreglarnos, aquí nadie se fue para ninguna institución, hicimos facilidades temporales y nos acomodamos como pudimos”.
Para ir hasta El Sitio, a la altura del kilómetro 10 de la carretera a La Coloma, debe desviarse aproximadamente 4 000 metros y encontrará este asentamiento, en él residen 355 personas, solo las viviendas de tres familias y el consultorio del médico y la enfermera de la familia salieron indemnes.
A LA MEDIDA
Dada la desolación que dejó Ian se requerían medidas extraordinarias. A la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco (ABT) Pinar del Río le fue encargada por la máxima dirección de la provincia recuperar la infraestructura social: escuela, bodega, farmacia y consultorio.
Lo hacen con el acompañamiento del Grupo Empresarial Tabacuba, Marino Murillo Jorge, director general de esta entidad, explicó que forma parte de la responsabilidad social de las empresas estatales socialistas.
Y no solo se limitaron a la infraestructura, incluyeron el mobiliario para la escuela, logrando que ahora cuente con mejores condiciones que antes del paso de Ian.
Al Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma) le fue asignado el encargo de contribuir a la rehabilitación del fondo habitacional, con prioridad para los 62 derrumbes totales.
En la comunidad hay un intenso movimiento constructivo, más de 20 viviendas tipología IV se edifican, varias de ellas en terminación; entre esas la de Dora Millian Galán, una de las residentes que perdió totalmente la morada que habitaba junto a su hijo, esta mujer jubilada del sector tabacalero, va pintando las paredes que ya están en pie, así la encontramos, trabajando junto a la brigada que ejecuta su futuro hogar.
Asegura que ya tienen a pie de obra todos los recursos y prodiga elogios para los tres compañeros de la unidad empresarial de base (UEB) de Gelma Viñales, que tienen la responsabilidad de dotarla de una nueva casa.
Por el momento está en casa de unos vecinos, los mismos que la acogieron durante el paso del huracán para que estuviera protegida al tránsito del meteoro por el territorio.
Ariel Morales Flores es el propietario de una vivienda sólida en la que asegura es costumbre que se resguarden varias familias, pero nunca antes al paso de un huracán quedó semejante desastre en este asentamiento, ahora bajo su techo conviven tres núcleos.
Integrante del Comité Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), señala que a pesar de ser una situación inusual “no constituye un problema, hay que adaptarse a las circunstancias y es lo menos que podemos hacer, ser solidarios; la casa de Dora ya casi está terminada, pero si tiene que quedarse más tiempo, ahí estará”.
Agradece, además, el rápido nivel de respuesta dado por las autoridades y el sistema empresarial de la provincia para empezar a solucionar la situación de la comunidad.
No es un secreto que el déficit de fuerza de trabajo es una de las dificultades por las que atraviesa el programa de construcción de viviendas en el territorio, la contratación de pobladores es una de las alternativas implementadas, además, de crear fuente de empleo, por ser ellos los futuros dueños, pues velan por la calidad de la ejecución.
En recorrido por el asentamiento, Yamilé Ramos Cordero, integrante del Comité Central y primera secretaria del Partido en la provincia, intercambió con los habitantes de esta demarcación, les explicó que es imposible edificar todas las viviendas de forma simultánea, que en la medida que los vecinos se involucren y ayuden, se avanzará más en las obras.
Acotó, que son muchos los damnificados en Pinar del Río y que allí se han concentrado esfuerzos para transformar en breve tiempo el panorama, se refirió a la necesidad de cuidar lo hecho, de utilizar las posibilidades existentes, porque la bodega puede incrementar sus ofertas a partir de autogestión, el inmueble fue remozado, ahora compete a la administración convertirlo en un centro que tribute más eficientemente a la satisfacción de sus necesidades y para ello también se requiere del control popular.
EL FUTURO
Las miradas puestas sobre El Sitio, dejan ver potencialidades desaprovechadas, por ello las proyecciones van más allá de reconstruir, y la Delegación Provincial de la Agricultura, tiene ante sí el reto de transformarla en la primera comunidad que logre el autoabastecimiento en Pinar del Río.
Entrega de tierras, que hay muchas ociosas en la demarcación, apoyo para la limpia y desmonte de las mismas, asesoramiento para esquemas de cultivos se integran a esta estrategia que busca crear oportunidades de empleo y revertir la actual dinámica, porque hoy a ese asentamiento rural hay que llevar incluso productos como viandas y frutas, algo que resulta inconcebible.
Transformarla en una comunidad productiva, con la participación activa de sus pobladores, es un camino hacia la sostenibilidad de las familias que residen en El Sitio, por las capacidades y cercanía a la ciudad, podrían incluso convertirse en uno de los pilares del autoabastecimiento territorial.