Frente a nosotros hay un hombre que respira optimismo.
Al paso de siete años esquivando siempre que le sea posible su buró, un raramente bien ponderado atributo define a Wilfredo Quintana Piñero, director de la Empresa de Comercio y Gastronomía en La Palma: el don de aglutinar. Quizás haya sido este el secreto a mil voces que le ha permitido conducir a los cientos de trabajadores bajo su mando en el empeño por mantenerse entre los punteros de Pinar del Río, aun en las peores circunstancias.
Y así ocurrió durante el período más convulso de la Covid, cuando el organismo puso en manos de los no pocos enfermos —para el consabido aislamiento— sus dos principales hosterías: los moteles La Siguaraya y La Mulata. Fue una etapa muy difícil, de tirantez administrativa; palmaria por la baja disposición de las propias huestes; signada, incluso, por la muerte de un bienquerido empleado. Así y todo, no resultó excepcional el alistamiento de estas en las tareas que reclamaran su presencia; allí, en primera línea, sin importar que día a día ponían en riesgo sus vidas.
Por dónde le sigue entrando el agua al coco
A la evidente jovialidad del Wilfre, como lo llaman sus amigos, habría que añadirle la perspicacia: esa inteligencia nata para, en medio de la rutina laboral, ser capaz de congregar y aplaudir al colectivo que dirige cuando este lo merece. Así sucedió en fecha reciente, animado él por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. Al tanto de que las féminas son parte significativa del equipo, no escatimó horas de sueño en aras de que ellas festejaran por todo lo alto la efeméride. Y no se trató en este caso del simple hecho de garantizar —de donde escasean— los recursos imprescindibles para el jolgorio; lo distintivo lo continuó siendo el apego al reconocimiento espiritual, la táctica de mover las fibras íntimas de sus trabajadoras a partir de la entrega absoluta a la causa, hecho que apenas vino a languidecer en el momento preciso en que alguien —apremiado por la hora— le puso a la música y al justo jolgorio el ineludible punto final.
Ni por mucho es el único ejemplo que tiene a mano el redactor. En aras del bendito espacio, solo referirme al hito que sentó el mes previo la realización en territorio palmero del Evento de Mujeres Directivas en esta esfera, iniciativa bosquejada por el Grupo Empresarial de Comercio en la provincia, y cuya impronta de seguro ha de permanecer por larga data en la memoria afectiva de los anfitriones directos: el colectivo de La Siguaraya. Las experiencias narradas en el salón dispuesto para tal fin en la caverna que singulariza al motel, deben de servir en el futuro para desbrozar de matojos el camino que señala al empoderamiento femenino como una matriz esencial del desarrollo humano.
En presente: Destacada a nivel provincial
Al indagar sobre los principales resultados que acreditan esta condición, Wilfredo los resume de la siguiente manera: “Desde el 2021 venimos haciendo énfasis en el perfeccionamiento de la actividad comercial. Entre los logros de mayor relevancia tengo que hablarles de los indicadores económicos favorables. Somos de las pocas empresas del giro que no tuvimos pérdidas. Además, logramos que 66 unidades hayan habilitado el comercio electrónico; e inauguramos nuestra primera tienda virtual, la de Juanita; al igual que conseguimos implantar en ella las ventas a plazo, un servicio muy apreciado por los clientes. Por otro lado, contamos ya con el local del comisionista, que en estos momentos no funciona por estar en reparación”.
Un hecho de singular interés, llamado a revolucionar muy pronto la esfera, lo constituye la entrada en vigor de la Resolución 99 del MINCIN (Ministerio de Comercio Interior), que faculta a las unidades a comprar en efectivo mercancías e insumos a cualesquiera de los actores económicos autorizados, lo que sin duda redundará en mejor oferta de productos e incremento de la calidad del servicio que ellas brindan. “Por esa vía, el año anterior hicimos compras por valor aproximado de 2 millones de pesos, cifra nada despreciable para algo que está empezando”, acota el directivo.
En futuro: Hacia dónde vamos
A nuestra lógica inquietud, respondió sin ambages el aún joven director. Y así supimos de las más reveladoras proyecciones de trabajo, ya diseñadas y aprobadas, parte esencial del imperioso escenario de cambio que hoy rige la política de perfeccionamiento en el ramo. Estas se hallan manifiestas en los documentos programáticos del país, cuyo propósito inmediato está en elevar la calidad de la gestión, para lo cual se toma como punto de partida el precepto de que el colectivo laboral se sienta dueño del establecimiento, y, por consiguiente, sea garante de los ingresos de sus miembros. Entre ellas, impostergable mencionar la creación de 27 UEB (Unidad Empresarial de Base), dentro del total de centros que ahora funcionan.
Es un proceso dinámico que centrará la atención de la dirigencia del sector desde el próximo mes de abril. Dichas entidades de nuevo tipo, aunque mantienen estrechos vínculos con la empresa, van a disponer de mayor autonomía en su cometido, facultad que se manifiesta en primerísimo lugar en la posibilidad y responsabilidad que asumen a la hora de establecer sin intermediarios los contratos con los diversos proveedores. También serán ellas las encargadas de la organización interna en su funcionamiento, lo que implica que deberán someterse por lógica a un intenso y largo camino de adiestramiento y capacitación. La adquisición de personalidad jurídica les permitirá abrir sus propias cuentas bancarias, y también disponer de facilidades derivadas que las pondrán en condiciones de competir con el resto de los actores económicos que actúan a nivel local.
Finalmente, hasta el instante existe consenso para ceder en calidad de arrendamiento tres unidades gastronómicas del municipio a trabajadores por cuenta propia, preferentemente dentro del personal que labora en las mismas. Estas son: el emblemático restaurante-cabaret El Oasis, y dos céntricas cafeterías, una en el barrio de Cayo Hueso (San Andrés) y otra emplazada en Playa Pajarito.