“Estamos en una carrera contra el tiempo. Nuestro planeta está a minutos de la medianoche para el límite de 1,5 grados Celsius. Y el reloj sigue corriendo”, urgió Guterres y señaló que es hora de acelerar para negociar y comprometerse con las soluciones.
La COP28, con cierre mañana, todavía tiene muchas brechas que necesitan ser cerradas, dijo el secretario, quien insistió en que el evento demostró que el multilateralismo permanece como la principal esperanza para luchar contra los desafíos globales en este mundo tan fragmentado.
“Específicamente le pido a las partes que alcancemos la mayor ambición en dos terrenos: la reducción de los gases de efecto invernadero y la justicia climática”, remarcó Guterres.
Refirió que el balance global del Acuerdo de París debe ofrecer un plan claro para doblar la eficiencia energética y mantenerse enfocados en la reducción de la producción y consumo de combustible fósiles.
La transformación no ocurrirá de la noche a la mañana, advirtió, y agregó que aun cuando la descarbonización crea miles de empleos decentes, los gobiernos tienen que garantizar apoyo, capacitación y protección social para aquellas personas que reciban un impacto negativo.
Guterres consideró esencial que el balance global del Acuerdo de París reconozca la necesidad de eliminar el uso de combustible fósiles en el período de tiempo necesario para asumir el límite de 1,5 grados y acelerar una transición energética justa, equitativa y ordenada para todos.
Esta, agregó, debe tomar en cuenta el principio de una responsabilidad común, pero diferenciada, y el respeto a las capacidades efectivas a la luz de las distintas circunstancias nacionales; no para reducir la ambición, sino para combinar la ambición y la equidad.
El secretario general de la ONU propuso un paquete de solidaridad climática, mediante el cual los grandes emisores harán esfuerzos extras para cortar las emisiones y los países ricos apoyarán a los emergentes para poder hacer lo mismo. Recordó que la COP28 comenzó con dos pasos esperanzadores: la aprobación del fondo de pérdidas y daños y el replanteamiento del fondo verde, sin embargo, se necesita mucho más, pues los países en vías de desarrollo “están ahogándose en deudas”.
En el caos del clima necesitamos más compromiso de los países desarrollados para la financiación a la adaptación, dijo, y exhortó a los bancos y compañía a brindar acceso a los financiamientos bajo condiciones aceptables para invertir en el cambio climático.
Dio la bienvenida a un nuevo marco de adaptación, pero “el marco sin los medios para la implementación es como un carro sin ruedas”, consideró, así como evaluó la necesidad de establecer objetivos medibles para una acción adecuada.
“Necesitamos un resultado ambicioso que demuestre una acción climática decisiva y un plan creíble para mantener vivo el límite de calentamiento de 1,5 °C y proteger a quienes están en primera línea de la crisis climática”, enfatizó.