El trabajo en comisiones distingue hoy la segunda jornada de la XVIII Sesión de la Comisión intergubernamental Irán-Cuba, iniciada la víspera en Teherán.
Para la jornada están previstos varios encuentros colaterales de la delegación cubana con diversas instituciones locales entre ellas los ministerios de Defensa y Petróleo, el mausoleo Imam Jomeini, así como un foro de comercio.
La víspera el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, quien preside la comitiva cubana, inauguró junto al ministro persa de Salud, Bahram Ainollahi, una planta de producción de la vacuna PastoCorona.
El nuevo centro para la producción en serie del inyectable vacunal PastoCorona deviene resultado de la transferencia, al Instituto Pateur, de la tecnología de la vacuna cubana Soberana02, logro científico del Instituto Finlay de Vacunas.
Durante las últimas horas el director general de asuntos bilaterales del ministerio de Relaciones Exteriores, Emilio Lozada, sostuvo un cordial encuentro con el director general para las Américas de la cancillería iraní, Isa Komeli.
En la cita acordaron proseguir potenciando los mecanismos de consultas políticas y enfatizaron en la necesidad de fomentar el papel proactivo que deben jugar ambos ministerios de relaciones exteriores en la profundización de los vínculos económicos de ambos Estados.
En los últimos meses empresas cubanas e iraníes intercambiaron intereses en materia de nanociencias y las industrias alimentaria, petrolera y petroquímica, creando condiciones para la inversión de instituciones persas en Cuba.
Fortalecer este tipo de propuestas a mediano y largo plazo que estrechan las relaciones económicas, comerciales, financieras y de cooperación resulta uno de los propósitos de la presente cita intergubernamental.
Ambas partes pasarán revista al estado de la colaboración, además de revisar y actualizar convenios, acuerdos y memorandos de entendimiento, con especial atención a los nuevos que puedan suscribirse al término del encuentro.
Irán y Cuba generan importantes perspectivas para el intercambio bilateral en sectores que consideran priorizados, tras sortear décadas de innumerables peligros tras el triunfo de ambas revoluciones, enfiladas a fomentar un mejor futuro de sus pueblos.
Teherán y La Habana pretenden elevar sus intercambios de colaboración, económicos, comerciales y financieros al mismo nivel de sus relaciones diplomáticas basadas en la solidaridad y el respeto mutuo de los pueblos y gobiernos.