Pinar del Río fue seleccionado como sede del primer taller nacional La República burguesa. Estructuras y crisis, evento temático que se extendió del 11 al 13 de junio, lo que constituye un reconocimiento al trabajo sostenido de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (Unhic) en el territorio.
El programa general incluyó sesiones plenarias, por comisiones, y visitas a museos vinculados con la temática ya mencionada, como es el caso del Antonio Guiteras y el Hermanos Saíz en San Juan y Martínez. El Museo Provincial acogió las fecundas jornadas de trabajo que fueron precedidas por una conferencia inaugural dictada por la reconocida y prestigiosa profesora doctora Francisca López Civeira, Premio Nacional de Historia.
Participaron 50 investigadores, procedentes de la mayoría de las provincias cubanas, y se presentaron más de 30 ponencias que abordaron interesantes temas, tales como los mecanismos de dominación norteamericanos, la mujer pinareña en las primeras décadas de la República, medicina y salud pública entre 1940 y 1959, el movimiento obrero en esos años, Cuba, República y emigración, entre otros.
Al decir del profesor máster en Ciencias Juan Carlos Rodríguez Díaz, principal anfitrión, la ciudad de Pinar del Río abrió sus puertas, con la hospitalidad que la caracteriza, a la historia y la investigación científica de dicho perfil. Este evento se efectuará con frecuencia bienal y se espera que en la próxima edición crezca en su concepción y desarrollo.
Quien suscribe este comentario pudo conversar con el máster Jorge Luis Aneiros Alonso, presidente nacional de la Unhic, y en su amena charla manifestó su confianza en los pinareños y en el gremio de los historiadores para organizar como ya se ha demostrado este tipo de convocatoria, incluso, declaró con certeza que existen todas las condiciones para que la más occidental de las provincias integre el pelotón de vanguardia del proyecto de las historias municipales a nivel de país, un viejo y anhelado sueño que no debe demorar para materializarse.
Lamentó que el terruño sea de los pocos que quedan sin una casa de los historiadores, lo que contrasta con la tradicional voluntad de hacer que siempre se ha evidenciado aquí. Coincido con Aneiros en que los pinareños nos lo merecemos con creces y es incuestionable que si contáramos con esa instalación podríamos favorecernos con un trabajo más orgánico y sistemático.
Con Paquita -así se le conoce cariñosamente en el ámbito intelectual a la doctora Francisca López Civeira- el diálogo se impregnó de un matiz emotivo muy especial, pues como ella misma expresó, la unen lazos afectivos muy fuertes con Vueltabajo. Ella también aseveró que el evento sirve de demostración de las potencialidades que tenemos en cuanto al desarrollo historiográfico, lo que desde la experiencia del pasado Congreso Nacional de Historia se pudo constatar.
Fueron dos momentos de coloquio que nos hicieron sentir muy bien al escuchar el criterio de estas dos personalidades de las ciencias sociales en torno al talento y la capacidad de mis coterráneos. Ya hace mucho tiempo, desde el triunfo de la Revolución misma, que dejamos de ser solo meca del tabaco para convertirnos además en meca del conocimiento.
Un espacio muy singular que ocupó la noche del domingo pasado fue la visita a la recientemente reabierta casona del “Lírico”, agrupación que celebra su aniversario 60. Los delegados del evento fueron recibidos por el maestro Francisco Alonso, director de esta compañía emblemática para la cultura nacional. Pudieron admirar los valores artísticos de esta joya de la arquitectura citadina y para cerrar disfrutaron de un hermoso espectáculo que sintetiza de forma muy original el sincretismo cultural cubano. Fue, sin dudas, un bello regalo que como cortesía se le ofreció a un quórum tan conocedor.
¡Enhorabuena! Ya nos preparamos para el II Taller.