Hace poco más de dos décadas, un nuevo medicamento salía al mercado. Su objetivo inicial era frenar el daño en tejidos del sistema cardiovascular, tratar la hipertensión arterial y la angina de pecho; sin embargo, los estudios preliminares comprobaron otros hallazgos que cambiarían el objetivo médico.
Actualmente la Viagra, nombre comercial del sildenafil, es utilizada para tratar la disfunción sexual eréctil (DSE), sin embargo también en una de sus variantes se usa para mejorar la capacidad de ejercicio en adultos con hipertensión pulmonar.
Aunque mucho se ha hablado del uso de esta píldora de color azul, y por consiguiente de las consecuencias que trae su abuso, sobre todo en personas jóvenes, muchos aún lo consideran un desafío, un juego para afianzar masculinidades, y a veces la curiosidad mata a más de un gato.
¿Qué consecuencias trae la ingesta indebida de la Viagra? El sildenafil sirve para tratar la disfunción eréctil porque aumenta el flujo sanguíneo hasta el pene durante la estimulación sexual, lo que provoca una erección, pero cuando no es necesario tomarlo puede provocar efectos adversos.
Cuando se introdujo el sildenafil en Cuba se realizaron varios estudios para determinar su efectividad, seguridad y acogida al público. Como resultado de esas pruebas se detectaron reacciones adversas que van desde problemas de visión, cefaleas, congestión nasal, presión arterial baja, hasta priapismo, que no es más que una erección dolorosa por más de seis horas.
En otras investigaciones realizadas en el país, se pudieron detectar situaciones que tienen que ver con la conducta sexual irresponsable de muchos hombres, quienes dejan de protegerse para no deslucir su erguido miembro y esto trae consigo la trasmisión de infecciones y enfermedades como VIH, clamidia y gonorrea.
La comercialización de la Viagra en el mercado negro también puede provocar eventos embarazosos con repercusión para la salud. Hay quienes ante la mínima falla de la potencia acuden al mágico remedio sin tener en cuenta sus contraindicaciones o el uso inadecuado.
Siempre es necesaria la consulta de un facultativo para usar la popular pastillita azul. El mito de virilidad que ha traído su uso en ocasiones puede ser fatal si además se combina con bebidas alcohólicas u otros medicamentos para tratar, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares.
Existe controversia sobre cuál es el origen y significado del término Viagra, con el que la farmaceútica Pfizer decidió bautizar la píldora. Unos lo atribuyen a la unión de las palabras vigor y Niágara, por la fuerza de las cataratas, otros aseguran que la segunda parte proviene del griego agra, que significa presa.
Lo cierto es que sea cual sea el origen del nombre, el vigor o la potencia no deben ser sinónimo de irresponsabilidad, mucho menos en jóvenes o adolescentes que no tienen necesidad de presumir de una súper virilidad.
Curiosidad: Desde que surgió el medicamento se han entregado más de 200 millones de recetas médicas y más de 37 millones de hombres en todo el mundo la han utilizado para mejorar sus relaciones sexuales.
Se dice que zoólogos chinos han suministrado dosis de Viagra a machos panda con la esperanza de aumentar los 30 segundos que dura el coito en promedio a 20 minutos, para mejorar las probabilidades de que logren fecundar a la hembra.
Muy interesante e ilustrativo.
Muy interesante. He leído en otras partes que las personas con problemas cardiacos no deben consumir el sildenafil o viagra. Es cierto?