Desde el pasado 10 de diciembre el municipio de Minas de Matahambre producía sus propias hortalizas sin requerir la introducción de otros territorios. Las estructuras productivas, sobre todo aquellas ubicadas en el consejo popular Sumidero, no han perdido tiempo en la actual campaña de frío, a pesar de los estragos causados por el huracán Ian.
“Hay un escalonamiento productivo montado que nos va a facilitar, durante toda la campaña hasta marzo, que haya una permanencia de hortalizas, aunque todo lo que produzcamos es poco, pues la población demanda mucha más alimentación.
“Son tiempos en que hay escasez de recursos y se nos dificulta mucho la semilla importada. El país ha tenido que, necesariamente, limitar la compra de semilla de varias producciones aun cuando el Estado mantiene sus propias reservas y prioriza a un grupo de productores.
“Por ejemplo, en la zona de El Mulo hay cuatro áreas de col que cuentan con más de 100 000 repollos montados de forma escalonada; más de media hectárea de pimiento, tomate… y son productores que hemos seleccionado por ser de avanzada, a pesar de que su prioridad es el tabaco”, explica Justo Luis Rodríguez Guzmán, jefe del departamento de Desarrollo Agropecuario en la Delegación Municipal de la Agricultura en Minas de Matahambre.
En el área de desarrollo de Sumidero existen estructuras en las que se trabaja principalmente en la obtención de semillas y se llevan a cabo estudios con variedades de yuca y boniato de acuerdo con la topografía y otros indicadores propios del terreno. “Esto ha dado como resultado que el municipio tenga hoy 12 variedades de yuca”, añade Rodríguez Guzmán.
AUNQUE SOPLE EL VIENTO
Aunque la campaña tabacalera en Pinar del Río vio reducida sus áreas este año, en la CPA Asalto al Moncada no renuncian a la siembra del plan de tabaco de sol. El día de nuestra visita, experimentados campesinos sacaban la postura Corojo 2006 para completar las cuatro hectáreas pactadas.
Joel Esquijarosa, vicepresidente de la cooperativa, refiere que el ciclón tumbó cuatro de las cinco casas de cura con que cuentan y también perdieron casi una hectárea de árboles de mamey, un área que daba grandes rendimientos a la CPA.
Los 25 asociados, además del tabaco, siembran yuca, frijol, arroz y hortalizas. Cuentan con un módulo pecuario con el que tributan a la alimentación de las familias y de la comunidad.
Refiere el vicepresidente que nunca han tenido problema con el anticipo de los trabajadores indirectos y que mantienen las áreas pintadas, chapeadas y con la cultura que requiere. “Ha sido una tradición mantener la sede de la cooperativa así y siempre ha sido una estructura rentable, desde el ‘82 cuando fue fundada. Nunca ha tenido pérdidas”.
Reconoce que aunque cumplen con la mayoría de los indicadores como el plan de leche, les faltan otras cosas por implementar, sobre todo en materia de encadenamientos productivos, en la implementación de las 63 medidas y el Decreto Ley 35 de Comercialización.
En otra de las estructuras del Consejo Popular también diversifican las producciones. Silvino Martínez García es uno de los campesinos que luego de su jubilación se hizo socio de la CCS José Antonio Echeverría, y desde entonces rota su media hectárea de tierra con malanga y frijoles, cuando termina la cosecha de tabaco.
“También tengo un pedacito que siembro de arroz, pero estas son las mejores tierras de frijoles que hay en el municipio. Recuerdo que en la década del ‘80 cuando la zona de El Mulo era un autoconsumo, allí se entregaban cerca de 800 quintales de frijol, y eso es ahora lo que entrega el municipio. Cuando aquello la gente trabajaba, ahora no quieren trabajar a ningún precio”.
A Silvino el ciclón le dañó su casa de cura, acota que ya le autorizaron una “maderita” para recuperar lo perdido y dedicarse al cultivo del tabaco de sol ensartado.
EN LOS BURROS NO SE PIERDE TIEMPO
En la UBPC Los Burros Ian arrasó con las 26 hectáreas de plátano que tenían sembradas. Algunas de las plantas que quedaron con el “hijo chiquito” se recuperaron, otras áreas se demolieron y plantaron frijoles.
“Nos dedicamos a sembrar cultivos de ciclo corto, porque es lo que hace falta para poder hacer dinero rápido y ganar en rentabilidad. Ya tenemos cuatro hectáreas de frijoles entrando en cosecha. Sembramos cuatro de plátano después del ciclón y seis de yuca. Hemos ido preservando la semilla de acuerdo con lo que vamos a ir plantando”.
Así detalla José Antonio Esquijarosa, a quien todos conocen por Pipo, un guajiro que fue fundador de Los Burros, hace ya 35 años y que hasta 2021 fungió como su administrador por cinco años.
En la nueva plantación de plátano aprovecharon la guardarraya y las calles para plantar ají chai, berenjena y continuarán con acelga y ají para semillas. También tienen plantado maíz, frijoles, yuca, sorgo y boniato.
“Aquí siempre trabajamos en base a poder repartir utilidades. Ahora el tema de los insumos está más complejo, fundamentalmente el petróleo, pero nos están dando prioridad. Antes la mayoría de las producciones se entregaban a Acopio, pero ya podemos vender a quien mejor nos pague”, dice Pipo.
En la finca agámica lograron, a través de un estudio, contar con 102 variedades de yuca. También han realizado investigaciones con el boniato y se quedan con las especies de mayor rendimiento en dependencia del terreno y de las de mayor aceptación en el consumo.
La UBPC tiene 42 trabajadores en total. Divididos en dos brigadas se encargan de poner a producir 272 hectáreas, igualmente dedican un área al autoconsumo que se revierte en alimentación de calidad para los trabajadores. “De hecho, es la única estructura en el municipio que mantiene el comedor con un precio asequible y con calidad”, afirma.
Entre las proyecciones más inmediatas está ampliar el módulo pecuario y concretar encadenamientos productivos que le reporten ingreso de divisas con las que puedan mejorar la maquinaria y los implementos de trabajo.
En la parte sur de Minas de Matahambre el movimiento agrícola intenta crecerse ante tantas limitaciones y dificultades. Después de que Ian dejará su huella en los campos, los guajiros de Sumidero no pierden tiempo con la tierra.