Hay quienes nacen y tienen un camino predefinido, aunque la vida les juegue malas pasadas o, sencillamente, ellos mismos se empeñen en negarlo o atentar contra un destino que no creen cierto.
Y es que a consideración de Yurizán Herrera Rodríguez, instructor de arte del municipio de Consolación del Sur, cada quien tiene su estrella, y a pesar de todo, se debe ser consecuente con esto.
Con este joven, talentoso y artista multipremiado, Guerrillero conversó para conocer sus más profundas reflexiones.
Graduado de Música, Yurizán no se enmarca en ninguna manifestación per sé, pues entiende que se deben explorar y tentar a las demás musas, aunque sea de forma empírica.
Sus palabras iniciales fueron un tanto fuertes, y ni siquiera esperó a la pregunta que sabía vendría en algún momento de la entrevista… “Mira, antes que nada, soy negro, soy abiertamente gay y orgullosamente cubano, con eso dicho y de por medio, ya no hay problemas para lo que desees preguntar. Soy un libro abierto y no tengo miedos ni tapujos. Soy lo que la vida me ha hecho y así me acepto, y lo doy todo por lo que creo con mis propias manos, con mi alma”.
Comenzando por esas mismas palabras, ser artista en la Cuba de hoy, siendo negro y homosexual…, ¿cuán difícil ha sido?
“Ser artista ha sido un camino espinoso y bien difícil. A veces se tiene la noción errónea de que quienes escogemos esta profesión o esta forma de vida lo tenemos todo resuelto y tenemos un camino sin obstáculos, y para nada es así.
“El esfuerzo, el sacrificio, los obstáculos y los prejuicios son parte de tus días, de tus horas. Muchas veces queriendo desistir, y otras con el empuje necesario para seguir hace adelante.
“En una sociedad como la cubana, que posee todas las características del patriarcado, del machismo y otras, pues asumirse con una orientación sexual diferente te genera muchos conflictos y ansiedades, además del rechazo y las oposiciones.
“Por lo general soy y me considero una persona bastante fuerte, pero no dejo de reconocer que, en el ámbito personal, estas cosas te impactan, te chocan, te frenan, te echan por tierra.
“Tampoco es un secreto que el racismo también es algo que está ahí, y creo que si lo negamos o lo escondemos es mucho peor este fenómeno. He pasado por situaciones de discriminación de diversas índoles, y por eso he tenido que imponerme y trabajar más duro que la persona promedio.
“Por otra parte, el asumirse abiertamente gay y ser negro, es una combinación un poco complicada para esta sociedad, es algo que genera comentarios, críticas y demás. Sin embargo, soy yo, y si la vida me ha hecho así, pues así me amo”.
¿Cómo es que llegas a la Escuela de Instructores?
“La Escuela de Instructores de Arte llega en una etapa de mi vida en la que ya había desistido de todo, por muchas cosas que pasaron. No obstante, siempre tuve esa beta de artista desde pequeño, amén de que me gustaba mucho el deporte, mira tú qué contrariedad.
“Y es tremendamente risible esto, pues yo vivía en una zona de campo, y por los prejuicios no me fui a estudiar Danza. Y mira hoy las vueltas que da la vida.
“Por impulso de mi mamá es que me incorporo, entonces empiezo a descubrir lo que hoy me apasiona. Uno se acerca siempre al arte de forma temerosa, pero si te abres, ese mismo arte te abraza, te nutre.
“Así fue también con la locución, tras ser corresponsal de Radio Guamá; el tema de la actuación igual; el transformismo; los clubes literarios; los talleres educativos. El destino no está escrito, solo debes aprovechar las oportunidades que la vida te brinde en el camino, y aceptar que al final no eres más que una simbiosis de muchos poquitos”.
¿Los niños? ¿Tu “Colmenita”?
“El trabajo con los niños es mi motor fundamental, más allá de la parte de la creación individual, es lo que me hace levantarme por las mañanas. Mi objetivo es el de formar ese hombre nuevo que quería el Che, ese ser humano diferente despojado de demagogias, de consignas, de estereotipos, de ideas descabelladas y absurdas, obtusas.
“Sigo mucho a Martí por su pensamiento y su obra como ser humano, por ello considero que lo más importante es alcanzar ese estado de ser espiritual que no tiene maldad, tabúes ni vicios.
“Todo este proyecto de lo que es hoy La colmenita Reparadores de Sueños, surgió en un momento de atrevimiento y de revolución cultural, de querer haces cosas diferentes. El referente siempre es la sede central, y en un primer intento fracasamos por no contar con las herramientas necesarias para enfrentar a los padres, ni tampoco contar con la parte metodológica y demás.
“Poco después, con la convocatorio nacional de estudiar la obra martiana, pues nos decidimos a formar un equipo y crear una base sólida para lograr algo diferente con los niños.
“De forma personal, pienso que si en mi época de niño, durante el perodo especial, hubiese habido algo como la colmenita cerca de mí, no hubiese sufrido tanto como sufrí. La colmenita es un nicho de emociones positivas, un resguardo, un salvavidas espiritual y cultural.
“Pero no ha sido sencillo. Sí es cierto que los logros y lauros son muchísimos, pero aún falta. Falta que aquellos que debieran entender y apoyar más el arte no lo hacen. Sin embargo, eso no nos ha importado para crecer y para elevar a esos pinos nuevos, al hombre del mañana, limpio de todo.
“Creo que eso es lo que he perseguido siempre como artista, y las personas, más bien que mal, me han aplaudido y recibido. He tenido reconocimientos y logros, pero eso no es nada comparado con el cariño que me profesan las personas para las que he trabajado”.
El peso de tu familia, comentabas en la preparación previa a esta entrevista, que ha sido fundamental…
“Gracias a la vida, tengo buenos amigos y una familia que es mi mayor bendición. Esto es importante, porque aun cuando muchos no compartan tus ideas o no comprendan tu ser, ellos siempre están ahí.
“Mi madre, qué decir de mi madre. Ella es mi apoyo, mi bastón, mi faro, la que me impulsa cuando muchas veces ni yo mismo quiero. Si hoy, como comenté al inicio, me asumo abiertamente sin simulaciones ni espejismos, es gracias a que mi madre me apoyó a cada paso, en cada momento. Mi madre me dijo, estoy aquí para ti, solo dime qué necesitas… y eso dice bastante, es más que suficiente.
“Mis amigos son pocos a nivel íntimo. Sí, soy una persona pública por mis actividades y demás, pero soy estricto con las que dejo entrar a mi círculo, pues en ellos baso toda mi confianza, también parte de mis decisiones.
“Algo duro ha sido el tema del éxodo actual y la migración, eso lacera el alma, divide, resta. He sufrido y sufro en carne propia los pesos de la separación, pero sin importar la distancia, mis amigos siempre están ahí”.
A veces te han señalado por pensar a contracorriente…
“Hablar de ideologías, de sexualidad e idiosincrasia es complicado para mí, creo que para todos, y no debería serlo. Sí, es cierto que tengo un pensamiento un tanto radical en cuanto a algunas cosas, y por eso he sido también vilipendiado.
“La manera en la que uno ve la vida de forma diferente, da como consecuencia que intenten irrespetarte, socavarte, minarte en todos los escenarios.
“Al inicio, antes de tu primera pregunta, te dije que era y soy orgullosamente cubano. Y en ello va todo el sentido de la hidalguía, los valores y la sangre mambisa, el fuego de Mella, la pasión de Fidel, el sueño de Martí.
“A veces no entendemos que pensar diferente nos hace quien somos, y lejos de ralentizar, impulsa. Es moda segregar a quienes piensen al otro lado de lo que se considera correcto.
“Duele que por ello perdamos gente valiosa. Pensar diferente es un derecho humano, soberano, y siempre que se haga desde el respeto, desde la constructividad y desde el bien común, no creo que sea dañino.
“Me considero patriota porque hago por mi país todos los días, porque creo y hago arte con mis manos, porque enseño que el amor a la tierra no es ese amor de campaña, sino ese de “Abdala”, el de sentir por los tuyos.
“Pero, lamentablemente, cuando intentas crear tu sociedad ideal y lo expresas, o quisieras construir un mundo mejor, pues vienen los problemas”.
Háblanos de tus sueños, tus metas, tus retos
“Hay muchísimas cosas que quisiera conseguir en el plano personal, y no abandono mis sueños en ese sentido. El arte requiere de recursos y, tristemente, los decisores no le otorgan a la cultura el valor que lleva y que merece. Si realmente se supiera cuánto bien les hace a las personas, y cuántas barreras puede derribar, sería diferente.
“Nos juzgan a veces porque somos locos, pero como dijera el sombrerero de Alicia en el País de las Maravillas, es necesario tener esa “muchosidad” para que el mundo gire.
“Dentro de los retos pendientes pudiera decirte que nada me haría tan feliz como poder contar con mi propio grupo de teatro para adultos, y poder cantar en grandes espectáculos en centros nocturnos, cabarés y demás.
“También quiero terminar la carrera de Gestión Sociocultural, que en lo personal considero que me va a dar más herramientas para el desarrollo de mis funciones como instructor.
“Me gustaría tener un libro de mi autoría, uno que contenga toda la poesía que he escrito y con la que he ganado numerosos premios y certámenes. Me he ido tomando más y muy en serio el tema de la literatura y de la poesía, por ello pienso ya en un libro”.