La pequeña Patricia Rodríguez Vera no entiende por qué sus amiguitos de aula le telefonean para comentarle de su aburrimiento en casa en estos momentos de prevención ante la COVID-19, si a ella no le alcanza el tiempo para aprender nuevas cosas y atender a las clases televisivas cada día, para llegar mejor preparada al sexto grado.
Despierta, muy activa y madura para sus 10 años, confesó extrañar a sus maestras Aleida y María del Carmen, a quienes tiene muchos deseos de ver y abrazar, pero también le gustan las clases de sus nuevos profesores de la TV; por eso de lunes a viernes siempre a las 11 y media de la mañana ya está sentada en sus pequeñas mesita y silla, ideales para ese momento de estudio.
Luego mi mamá, quien también permanece en casa, me repasa con mucha paciencia todos los contenidos –dijo- y aclaró que para ser más precisa, ella también parece una alumna, porque todo el tiempo está pendiente de lo que comunica el profesor.
Pero en el resto del día, yo hago muchas cosas, riego las plantas de mi abuela que son muchas, me encanta sentarme a su lado cuando permanece ante la máquina de coser para confeccionar los nasobucos (mascarillas sanitarias) y le pedí que me enseñara.
Ahora ella me corta la pequeñita tela, yo los hago y ya todas mis muñecas están protegidas, porque no es justo dejarlas expuestas a ese mal bicho, expresó sonriente en alusión al coronavirus SARS-CoV-2.
Ah, y otra cosa, ayudo en la limpieza del hogar, ya sé cómo preparar los diferentes platos, aunque no me dejan hacerlo porque alegan que aún estoy muy chiquita y además me entretengo mirando las novelas preferidas de mi mamá, noticieros y no me pierdo los partes del doctor Durán, agregó.
Y saco un tiempecito para sentarme delante del portón del fondo que da al camino y si veo pasar alguno de los amiguitos del barrio, les explico que no deben andar fuera de su casa y hasta les regalo nasobucos para que no contraigan el virus, indicó cual experta.
A pesar de todas esas tareas no me canso –afirmó- y cuando me acuesto por las noches mentalmente voy repasando la clase del día para fijar los conocimientos, y eso es porque pienso que este problema va a terminar pronto y quiero ser destacada para en el futuro tener buenos resultados docentes.
Así obtendré buenas notas y podré alcanzar la carrera de Medicina. Quiero salvar muchas vidas, como lo hacen hoy los médicos cubanos frente a esta enfermedad. Ese es mi sueño, confesó.