Contrario a lo dicta la naturaleza, donde mayor desarrollo supone más tamaño, existe un animal inusual que rompe rotundamente con esta regla. La rana paradójica (Pseudis paradoxa) tiene la propiedad de ir encogiéndose conforme pasa el tiempo.
Cuando este ser va por su etapa de renacuajo, puede alcanzar hasta 22 centímetros, una diferencia importante, en comparación con los 8 centímetros que el animal mide en la edad adulta.
¿Por qué sucede esto?
Lo extraño, en este caso, es que la tasa de crecimiento de los renacuajos paradójicos es muy similar a la de otras especies, solo que estos siguen aumentando de tamaño cuando el resto ha llegado al final del desarrollo propio de esta etapa. Por lo anterior, al descubrir a estos renacuajos, se creyó que eran el precedente de una especie totalmente distinta.
Parte de lo extraordinario de este ser tiene que ver su cola. En este aspecto, el sitio especializado, Live Science, señala, que cuando el renacuajo pierde dicha parte de su cuerpo, empieza el encogimiento.
Cabe añadir que la rana paradójica es un anfibio de hábitos acuáticos. Se le puede ver, sobre todo, en cuerpos de agua de praderas, bosques y sabanas. Las épocas de sequía igual están relacionadas con la pérdida de tamaño.