Según Reinaldo León, director de Teatro de la Utopía, el trabajo del grupo desde sus inicios se enfoca en la visión de buscar, de explorar los fenómenos que gravitan sobre el desarrollo espiritual y material del ser humano.
Con ese propósito, desde hace tres años cuentan con una sede renovada, equipada para mostrar al público el resultado de sus creaciones. La sala Virgilio Piñera, otrora cine Pionero, constituye también una responsabilidad que asumen con total empeño.
“Tuvimos siempre un cuidado especial en ese aspecto, a la mayoría de los grupos cuando les dan una sede le ponen su nombre. Fue un acto consecuente no hacerlo. No es un riesgo, todo lo contrario. El nombre que tiene exige una conducta, una proyección de lo que debe pasar aquí. Si mañana se esfuma Teatro de la Utopía, a lo que permanezca no le queda otro remedio que asumir esa consecuencia”, afirma León.
FORTALEZAS DE UNA UTOPÍA
Actualmente Teatro de la Utopía recibe los nuevos aires de la juventud. El trabajo de extensión que hacen varios de sus actores es también una fortaleza que nutre a sus integrantes de experiencias muy valiosas para su formación.
Tal es el caso de Luzdailyn Medina y Mery Márquez con su labor en zonas de difícil acceso y en escuelas y círculos infantiles, respectivamente.
Cuentan además con la constancia de Nathaly Mariño en la producción, así como el importante apoyo de los auxiliares de sala, el administrador y un periodista encargado de la labor promocional que también se integra a sus dinámicas cotidianas.
Trabajaban desde hace un año en una obra que aborda temas ecológicos, medioambientales que de alguna manera desencadenan en situaciones epidemiológicas como la que vivimos.
“Estábamos inmersos en una pieza relacionada con la agresión al medio ambiente, las deformaciones zoológicas, incluso usábamos nasobucos y ni siquiera había un asomo de lo que ocurre. Finalmente decidimos dejar esa obra detenida, lo que ahora constituye un hallazgo porque nos habíamos adelantado a lo que pasa hoy”.
HAMLET, CRUCE DE CAMINOS
En esa búsqueda constante de aspectos que degradan al ser humano llegaron a Heiner Müller, un dramaturgo alemán que trata un tema de mucha actualidad para el mundo: la crisis moral y la pérdida de los valores como la base de todos los grandes conflictos políticos y sociales que vive la humanidad.
“Hamlet machine de Müller nos da esta posibilidad que exploramos ahora. Se nutre el grupo de nuevos actores y elementos y posibilita este trabajo de sala, de cámara, de teatro experimental dentro de la dramaturgia contemporánea.
“La puesta en escena se llama Hamlet, cruce de caminos porque hemos hecho una simbiosis entre textos ‘shakespereanos’ y de Müller, pues nos lleva a una universalidad mayor en la puesta en escena”.
Tres actores intervienen en la pieza, Yosniel Alvarado, que aunque pertenece a Rumbo ahora trabaja con Teatro de la Utopía, interpreta al protagonista; Maykel Hernández, joven actor graduado de la escuela pinareña que lideró Reinaldo León, hace dos personajes y Yarelys Pérez, uno de las nuevos rostros del grupo, encarna a Ofelia.
Aunque refieren los actores que es un texto complejo, la construcción de la psicología de los personajes, el montaje, y el trabajo en conjunto que han desarrollado hacen que el público tenga una visión clara de lo que intentan trasmitir, así lo han corroborado con estudiantes de secundaria y preuniversitario que han asistido a la sala a ver la puesta, que estará en cartelera en el mes de octubre.
FK
Después de varios meses de investigación y de escritura, también trabaja Teatro de la Utopía en un texto dramático que será protagonizado por Yuliet Montes.
“Es un texto sobre Frida Khalo, ya estamos haciendo trabajo en el escenario con la actriz. Casi no es necesario mencionar porqué Frida. Más que una pintora tenía una posición social de avanzada y una postura política comunista en una época compleja, además de que su vida posibilita decir muchas cosas que se convierten en mensajes para nuestra contemporaneidad”. De toda la investigación biográfica, de su obra, de su vida sentimental con Diego Rivera, de sus problemas de salud surge un texto escrito por Reinaldo León, terminado el año pasado.
FK es el nombre de la pieza teatral y en ella colaborarán artistas de diferentes manifestaciones: Ulises Bretaña, Frank Gener, José Luis Ranquín. “Es una nueva ola, porque hay cierto rompimiento en relación con el resto de las producciones del grupo. Pensamos que en la última quincena de noviembre podamos estrenarla”.
DE TEATRO Y DE PÚBLICO
Resulta inevitable conversar con Reinaldo León sin inquirir su apreciación sobre la salud del teatro en la provincia. Este dramaturgo asegura que el corazón de la cultura artística es la enseñanza, por lo que una escuela para formar actores es vital.
“Hay algo que en Pinar no se observa mucho y es la labor que en el plano formativo se pudiera hacer. Aquí se adolece del espíritu de intercambio. Es una gran debilidad.
“Durante muchos años se ha coexistido en la provincia en un estado empírico a través de la actividad de gente muy sacrificada, que ha vivido dedicada a la labor escénica. Sobre todo al teatro dramático y para niños.
“Carecer de una escuela, de un continuidad académica, ha ocasionado una gran debilidad para el desarrollo y el mantenimiento del teatro en Pinar del Río. Y eso lo sufrimos amargamente ya que ha creado una situación de inestabilidad. En nuestro grupo afortunadamente contamos con jóvenes que tienen deseos de trabajar, de superarse. Pero en general la salud del teatro es precaria, hay que atenderlo, no es solo cuestión de recursos materiales, sino humanos”.
Sobre el acercamiento del público pinareño a las artes escénicas, apuntó:
“Primero hay un hecho histórico que duró casi 20 años. Luego están las preferencias. El teatro dramático, al sufrir más de dos décadas sin espacios físicos adecuados, fue perdiendo el vínculo espacial con el público, entonces desapareció el hábito de decir ‘voy a ver una obra’.
“El público se ha retraído y hay que atraerlo otra vez. Se necesita promoción más intencionada y una programación que le dé continuidad a la creación de los grupos. La crisis de público es un fantasma, no hay crisis, sino una situación que no hemos sabido manejar”.