Todo intento por perturbar la tranquilidad que siempre ha primado en Cuba encontrará una respuesta del pueblo revolucionario en las calles, idea impulsora de la concentración de un centenar de pinareños en el Parque de la Independencia, de la ciudad capital.
Me incorporé a esta “ocupación” de las arterias en defensa de la Revolución, pues no podemos pretender que se imponga una minoría confundida o que no quiere entender el protagonismo del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos en los problemas actuales de la naci’on cubana.
Por eso el reclamo sigue siendo exigir el cese de esa política genocida que sobre todo en este contexto sanitario nos quiere asfixiar, dijo a la ACN José Alejandro Jiménez Ramos, estudiante de tercer año de la carrera de Medicina.
¿Cómo se atreven a decir que necesitamos una intervención humanitaria si durante 16 meses hemos sabido enfrentar la pandemia como pocos, con cifras de mortalidad muy inferiores al resto del mundo?, reflexionó el joven de 20 años, indignado por los sucesos de este domingo en varias localidades del país.
Estos intentos planificados desde el exterior constituyen gasolina para los revolucionarios, pues la defenderemos con más garra y sabiduría, aseveró quien participó en la marcha por la céntrica calle José Martí, de la ciudad vueltabajera, iniciada en el parque Roberto Amarán y con cierre en el de la Independencia.
Para el escritor Nelson Simón, Cuba es un símbolo y “cuando algo se convierte en símbolo, deja de ser negociable”.
Precisó el también presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en el occidental territorio que desde la singularidad que ofrece al Caribe, a América y al mundo, la nación se torna necesaria, porque deviene posibilidad real de una utopía y de otro orden posible.
Detalló que esas hostilidades no cambiarán y la “Revolución, como garante de un pueblo, le pertenece al pueblo, en el cual están su continuidad y defensa”.
En nombre de la Asociación Hermanos Saíz, Leicester Correa, presidente de la filial provincial, aseguró que la vanguardia artística joven de la mayor de las Antillas rechaza los intentos de perturbar el orden interior en Cuba y la manipulación por medios de comunicación internacionales y algunos activistas de redes sociales.
Los jóvenes artistas pinareños, resultado del talento forjado en el sistema de enseñanza creado por la Revolución, defendemos el derecho a vivir en paz y nos rehusamos a una intervención humanitaria, que desembocará en una intervención militar, apuntó.
Porque sabidas son las intenciones de quienes aún no se resignan a que una nación bloqueada y asediada, como ninguna, sea ejemplo de soberanía e independencia ante el mundo.