Elegante y distinguido
Tomás De la Cruz Rivero, fue un lanzador derecho, conocido por (Tommy). Nació el 18 de septiembre de 1918, en Marianao, La Habana, y falleció el 6 de septiembre de 1958 en la misma ciudad. Alcanzó 6´1 de estatura y casi 170 libras de peso.
Tenía una buena recta, además de inteligencia sobre el box. Primero logró resultados importantes como aficionado. En 1932, se coronó campeón con el Hershey Sports Club, donde estuvo a punto de ser líder de pitcheo (8-1).
Participó en trece temporadas de la Liga Profesional Cubana. En 1934-1935, con el Marianao (6-4), 1935-1936 (4-9), 1936-1937, con el Habana (6-11), 1937-1938 (3-11), 1938-1939 (6-7), 1939-1940 (5-3), 1940-1941, alternando entre Habana y Almendares (4-7), 1941-1942, con el Almendares (5-4), 1942-1943 (9-5), 1943-1944 (7-7), 1944-1945 (9-4), 1945-1946 (1-1) y 1946-1947 (6-5). Total: en 252 desafíos, de ellos 73 completos, obtuvo balance de 71-78 (.477). En ese circuito ocupó el 2do. lugar en juegos perdidos (78), 3ro. en lanzados (252), 7mo. en ganados (71) y 9no. en completos (73), empatado con otro.
El 3 de enero de 1945 propinó un juego sin hit ni carreras a los Rojos del Habana (7 x 0). En 1934-1935 quedó al frente en juegos completos (7), en entradas lanzadas (81) y en ganados (6), empatado con Adolfo Luque y Lázaro Salazar. En 1935-1936 lideró los juegos lanzados (23). En 1939-1940 resultó quien más juegos lanzó (31). En 1940-1941 fue el máximo perdedor (7). En 1943-1944 quedó al frente en juegos completos (10). En 1944-1945 fue líder en carreras limpias (2,30), empatado con Jorge Comellas, del Habana y en lechadas (4).
Estuvo cuatro temporadas en la Liga Mexicana, con varios equipos, donde acumuló balance de 40-26, con 2,60 de efectividad. Fue promotor, junto a Napoleón Reyes, de la fundación, a fines de la década del cuarenta, de la Asociación Nacional de Peloteros Profesionales de Cuba, con el propósito de proteger a los cubanos de una invasión de peloteros desde los Estados Unidos y exigir mejores pagos a los jugadores.
Participó una temporada en las Grandes Ligas, la de 1944, con el Cincinnati Reds, donde lanzó para 9-9 (.500), ponchó 65 bateadores y otorgó 45 boletos, con promedio de carreras limpias de 3,25, en 191 entradas, mientras su bateo fue de .155. Resultó 4to. en hits y boletos permitidos por inning. Usó el número 42, y debutó el 20 de abril, con el último juego el 26 de septiembre.
En Ligas Menores dio su único jonrón como profesional, en 1939, con el Springfield. Con buenas perspectivas para hacer carrera en las Mayores, se fue a jugar a la Liga Mexicana tras las ofertas de los hermanos Pasquel. En ese país le apodaron María Bonita, por su elegancia al caminar. Allí estuvo cuatro temporadas, desde 1945 hasta 1948, con 106 juegos lanzados, marca de 40-26, 237 ponches, 168 bases y efectividad de 2,60.
En México, después de su retiro, trabajó como locutor deportivo. Había participado en ocho temporadas de Ligas Menores de los Estados Unidos, desde 1936 hasta 1943, con equipos como el Albany, Jersey City, Richmond, Springfield y Syracuse, entre otros; en 286 juegos lanzados, logró un balance de 95-73 (.565), con una efectividad de 3,40.
Devoto de Santa Bárbara, alcanzó fama al ganar dos veces el premio mayor de la lotería. Primero $100.000 pesos y luego $25.000. Tras un receso momentáneo, regresó al béisbol a la edad de 36 años.
Es interesante, porque Jackie Robinson fue el jugador de color que rompió la barrera racial en las Grandes Ligas de Estados Unidos; sin embargo, De la Cruz, que actuó en 1945, era mestizo, pero logró burlar a los empleadores por sus finas facciones, como había sucedido con Tarzán Estalella.
Fue elegido al Salón de la Fama del Béisbol Cubano en 1960, poco después de su muerte, siendo uno de los peloteros de la Isla con una vida más corta.
(Con documentación de Enciclopedia Biográfica del Béisbol Cubano (Tomo II- Cubanos en las Grandes Ligas), Enciclopedias de las Grandes Ligas, Baseball-Reference.com, Jorge Figueredo, Guías del Béisbol Profesional Cubano y Mexicano, Carlos Castillo Barrio, Jaime Cervantes, Jesús Alberto Rubio, Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga, Severo Nieto, Marino Martínez, Roberto González Echevarría, Yasel Porto Gómez, Peter Bjarkman, Adonhay Villaverde Blanco, y otras fuentes).