Cuba amaneció este lunes con la noticia que desde hace más de cuatro meses muchos queríamos escuchar. Tras procesarse dos mil 914 muestras PCR en la anterior jornada, ninguna resultó positiva a la COVID-19; tampoco se reportaron pacientes en estado grave o crítico, ni se lamentó el fallecimiento de ninguna persona.
En medio de ese alentador contexto y cuando este 20 de julio la mayoría de los territorios –excepto La Habana y Mayabeque- iniciaron el tránsito por la tercera fase de la primera etapa de la recuperación, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, convocó a continuar trabajando sin descanso y con todo rigor en el cumplimiento de las medidas que garantizan al país mantener bajo control la enfermedad.
Durante la reunión vespertina del grupo temporal de trabajo para la prevención y control del nuevo coronavirus -dirigida por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz-, el Jefe de Estado alertó, además, sobre la importancia de prestar atención al comportamiento que está teniendo la desescalada en el mundo, donde en las últimas semanas se sigue manifestando como regularidad la ocurrencia de nuevos brotes.
En tal sentido, recordó cómo durante la jornada del domingo las cifras que se contabilizaron a nivel internacional mostraban que era uno de los días en que se produjeron los mayores indicadores de casos positivos, lo cual evidencia que la enfermedad aún no está controlada y tampoco ha llegado a su peor momento.
Estos sucesos –señaló- en las naciones donde han tenido lugar se asocian fundamentalmente al funcionamiento de las discotecas y los centros nocturnos. De ahí la importancia que concedió, una vez más, a la acertada decisión de que las 13 provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud, que pasan a la tercera fase, lo hagan con limitaciones en un grupo de aspectos, uno de ellos precisamente la plena apertura de ese tipo de establecimientos y también de cines y teatros, lugares cerrados en los cuales se deben adoptar las medidas correspondientes para evitar complicaciones.
Asimismo, insistió en la necesidad de que la población comprenda los beneficios de continuar usando en diversos espacios el nasobuco. Aun cuando la tercera fase permite cierta flexibilidad en ese sentido, el Presidente Díaz-Canel consideró vital que las personas continúen portándolo en los lugares públicos, porque es una de las medidas que más protege y garantiza que tengamos menos problemas de contagios.
El mandatario comentó también acerca de las opiniones que la población ha ido emitiendo sobre la Estrategia Económico-Social para el impulso de la economía y el enfrentamiento a la crisis mundial provocada por la COVID-19, aprobada recientemente por el Consejo de Ministros.
Son criterios –dijo- donde se constata la importancia que le ha concedido el pueblo a su implementación, sobre la cual aseguró se ofrecerá información detallada y sistemática. A partir de ahora –acotó- el programa televisivo Mesa Redonda profundizará y dará continuidad a los diferentes aspectos de la Estrategia que fueron enunciados la pasada semana en ese mismo espacio.
Acerca de otras esperanzadoras noticias comentó también este lunes el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, al presentar su habitual informe al grupo temporal de trabajo. Con el reporte de apenas 612 personas ingresadas para la atención y vigilancia de la COVID-19 y de solo 38 pacientes confirmados con la enfermedad en hospitales, son ambas las cifras más bajas desde que en el pasado mes de abril se alcanzó en Cuba el pico de la epidemia, subrayó.
Explicó que en los últimos 15 días La Habana solo ha reportado 67 nuevos casos, lo cual evidencia una muy baja positividad en el territorio. No obstante esta realidad, aseguró que se continúan procesando muestras PCR y se mantiene el seguimiento de los controles de foco de los municipios de La Habana del Este, Diez de Octubre, Cotorro, San Miguel del Padrón y Arroyo Naranjo.
Justamente en esos territorios, confirmó la vicegobernadora habanera Yanet Hernández Pérez, es donde se trabaja con mayor intencionalidad el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias, con un incremento de la realización de test rápidos y muestras PCR a la población de las diferentes comunidades.
A la par, ratificó, persisten las acciones de pesquisaje y el monitoreo constante de las medidas de reforzamiento en las áreas donde se ubican los tres eventos de transmisión local que permanecen activos en la provincia: dos en el municipio de Centro Habana y uno en el Cerro.
Los resultados que en los días más recientes se han ido obteniendo constituyen una muestra del trabajo sostenido que en la capital se ha desarrollado y respaldan la estabilidad que se va logrando en el cumplimiento de los indicadores sanitarios correspondientes a la primera fase de la recuperación.
Desde Mayabeque, único territorio que en estos momentos transita por la segunda fase de la recuperación, la gobernadora Tamara Valido Benítez dio a conocer que desde hace 15 días no se reporta ningún paciente positivo a la COVID-19, en tanto se continúa un riguroso chequeo y control de las medidas de control epidemiológico asociadas al actual escenario que transita la provincia.
Los gobernadores de Pinar del Río y Artemisa, territorios que este lunes comenzaron su tránsito por la tercera fase de la recuperación, informaron que en ellos paulatinamente se restablecen servicios básicos como el comercio, la gastronomía, el transporte y otros. A su vez persiste la vigilancia activa en la atención primaria de Salud tras la búsqueda de pacientes con síntomas respiratorios; se ultiman detalles para el inicio del curso escolar; y se atiende con prioridad el plan de siembra de alimentos.
En el contexto de tan alentadora jornada, el Presidente de la República, junto al habitual equipo de trabajo que día a día lo acompaña en estos encuentros, dio la bienvenida y el abrazo virtual a los 38 miembros de la brigada médica cubana que durante tres meses contribuyó al enfrentamiento de la COVID-19, en Turín, Italia, y este lunes regresaron a la Patria. “Nos estaremos viendo al concluir la cuarentena”, les aseguró.
Si bien las cifras de las últimas jornadas se aprecian alentadoras para el país y hablan de esfuerzos, trabajo sostenido y esperanzas; también son una clara señal de la atención que debe continuarse poniendo, desde todas las estructuras del sistema de Salud Pública y el Gobierno, para cumplir estricta y sistemáticamente las medidas diseñadas para contener la enfermedad. Ello constituye una garantía incuestionable para no retroceder en los exitosos resultados que se evidencian en la mayor de las Antillas tras más de cuatro meses de lucha ininterrumpida contra la epidemia.