Un manejo integrado para el cultivo del frijol, como parte de la estrategia fitosanitaria que aprobó el país para enfrentar el impacto nocivo de la plaga conocida como trips, se aplica en los campos de la provincia con énfasis en la detección temprana del insecto y el uso de productos biológicos en los estadios iniciales de la planta.
Según Yoel González Pérez, jefe del departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación Provincial de la Agricultura, los mejores resultados en el control de la plaga se han alcanzado con la aplicación de la tabaquina y el E-codaoleo-k, a los que se suman el Metarhizium y el Bacillus thuringiensis.
“Labiofam tiene la misión de producir la tabaquina a partir de los residuos del tabaco y los campesinos también la hacen de forma artesanal. Antes se esperaba a que floreciera el cultivo, pero las investigaciones comprobaron que ya cuando el trips está en la flor, es muy difícil su control, pues los plaguicidas no le llegan. Si se aplica este producto cada siete días después de nacida la planta unas tres o cuatro veces hasta la floración, se logra cosechar el grano”, apuntó el directivo.
En el caso del e-Codaoleo-K, un insecticida ecológico que se emplea al inicio de la floración y cuando esta se encuentre en su plenitud, existe una recomendación específica para que su aplicación sea lo más efectiva posible y logre reducir las poblaciones de trips.
De acuerdo con una nota informativa emitida por la Delegación de la Agricultura en Pinar del Río, la dosis indicada es de cuatro litros del producto por hectárea y se deben cumplir varios requisitos, entre ellos mezclar 213 mililitros del insecticida en los 16 litros de agua de la mochila de fumigación y cumplir el gasto de 19 mochilas por hectárea.
Para lograr el contacto con la plaga el tratamiento debe realizarse con el máximo de presión de la mochila y dirigido hacia el envés de la hoja y la flor, siempre en horas tempranas de la mañana y ya avanzada la tarde.
Añadió González Pérez que la cuestión principal no es que el trips esté en nuestros campos, sino detectarlo a tiempo, manejarlo de acuerdo con las recomendaciones fitosanitarias emitidas y mantener las poblaciones bajas para que el daño sea mínimo.
Además del tratamiento con productos químicos y biológicos recomendados por los especialistas, la estrategia para el manejo del cultivo incluye medidas que resultan muy eficaces para reducir los perjuicios del trips.
El control y seguimiento para la detección oportuna de la plaga por parte de las entidades de Sanidad Vegetal y las estaciones territoriales de protección de plantas, la creación de barreras de maíz y sorgo que favorezcan el desarrollo de biorreguladores y la colocación de trampas de colores azul y blanco, o de alimentos adhesivos a base de melaza, figuran entre las opciones más efectivas para reducir las poblaciones del insecto.
El trips de las flores del frijol fue detectado en Cuba por primera vez en la pasada campaña en Artemisa y Mayabeque, luego se extendió a las demás provincias del país, lo que provocó que disminuyera grandemente el rendimiento y la distribución del grano a la población.