El sistema de Salud en el municipio de San Juan y Martínez trabajó fuertemente durante 2024 en todas sus áreas, sobre todo, en el Programa de Atención Materno Infantil (Pami) y aunque no lograron tener la mortalidad infantil en cero, sí quedaron por debajo del propósito del país.
No obstante, no están conformes con ese resultado, motivo por el que este 2025 se han propuesto perfeccionar y fortalecer el trabajo que desarrollan con gestantes y lactantes del municipio, una labor que parte de los grupos básicos de salud, hasta la atención que brindan en las consultas multidisciplinarias y en el hogar materno del territorio.
La doctora Niurka Delgado Vergara, asesora del Pami en el municipio, precisó a Guerrillero que, al momento de la visita, hace apenas una semana, tenían 111 embarazadas, de las cuales 69 son de alto riesgo por diferentes causas, incluyendo 22 adolescentes que se consideran bajo esta condición por la edad.
El embarazo adolescente sigue siendo un tema álgido a tratar y en este municipio se incrementan los casos, a pesar de las acciones educativas que se realizan en las secundarias básicas, preuniversitarios y en el politécnico, según comentó la doctora.
En el territorio funciona todos los jueves la consulta de planificación familiar, pero a juicio de la asesora del Pami, hay que lograr que sean más las familias que lleguen hasta ella con sus hijas, pues además de orientación, pueden recibir métodos anticonceptivos destinados para este rango de edad.
Sobre la atención a las embarazadas y lactantes, explicó la asesora del Pami que es una fortaleza para los sanjuaneros contar en los tres grupos básicos de trabajo con un pediatra, un obstetra, un nutricionista y un psicólogo, en tanto el clínico valora a las gestantes de riesgo en la consulta multidisciplinaria.
Todas son evaluadas con carácter trimestral, fundamentalmente aquellas que son bajo peso o presentan morbilidades graves, y los 312 lactantes que actualmente posee el territorio son valorados por una comisión integral con sistematicidad.
Lo más importante, refiere Delgado Vergara, es cumplir con las indicaciones del Pami nacional, así como con los protocolos establecidos, de manera que para 2025 puedan reducir el índice de mortalidad infantil de 3.4 por cada mil nacidos vivos y el de bajo peso al nacer que se mantiene en 5.8 con 17 casos, aun cuando tienen cinco casos menos que en 2023.
UN HOGAR PARA TODAS
Para llegar a resultados satisfactorios en este y en otros programas del sistema de Salud es preciso contar con un respaldo institucional, por lo cual en San Juan y Martínez se han ejecutado un grupo de acciones de reparación y mantenimiento constructivo en las instalaciones del sector.
José Antonio Rivero Hernández, director de la Unidad de Apoyo de la Dirección General de Salud en ese municipio, puntualizó que hoy se mantienen con 49 consultorios, un hospital, un policlínico, una casa de abuelos, un hogar materno y un servicio extendido de urgencias médicas.
De los 17 consultorios del médico y la enfermera de la familia que fueron afectados por el ciclón solo restan dos por ser reparados y están previstos para este año.
Además, prevén restaurar la casa de abuelos, el cuerpo de guardia del policlínico, concluir con las acciones en la consulta de infertilidad, e introducir nuevamente la consulta de colposcopia.
Durante 2024 incidieron en dos farmacias y en el hogar materno, gracias a la ayuda brindada por los campesinos, quienes, además de alimentos, contribuyeron con recursos y equipos de clima y electrodomésticos.
Precisamente hasta el hogar materno llegó este equipo de prensa. La instalación, ubicada en el mismo pueblo y cerca del resto de los servicios médicos, es acogedora y confortable.
Con 12 camas disponibles está apta para recibir a aquellas muchachas que los especialistas determinen deben continuar su embarazo bajo supervisión médica. También llegan hasta aquí las adolescentes que arriben a las 26 semanas.
En el servicio de hospitalización del municipio se cuenta con una sala de Obstetricia, en la que son ingresados los casos de Ginecología y funciona como una extensión del hogar cuando esté llena su capacidad.
A principios del mes de enero apenas había tres muchachas, aunque las enfermeras de la institución insisten en que prefieren tenerlo lleno.
Las licenciadas Elizabeth Valdés Marín y Marilyn Díaz Chávez, quienes permanecían con ellas, informaron que el ginecólogo las ve a diario, y cuentan con la permanencia de una doctora. En las noches, una enfermera las acompaña.
“Aquí se les toma la presión arterial, ellas cumplen con los horarios de comida y sueño, están cerca de los médicos y se les atiende muy bien. También las familias colaboran y son disciplinadas”, señaló Valdés Marín.
De forma general, se les da charlas educativas, se les prepara para el parto y se les enseña las formas correctas para lactar, añadió Díaz Chávez.
Atentas al diálogo permanecen Duraimy Vizcay Lora, Yanelys García García y la jovencita Keyla Benítez Remis, ingresadas por diferentes motivos, entre ellos, placenta madura antes de tiempo, dolor bajo vientre y embarazo adolescente.
Las pacientes coincidieron en la calidad de la atención que allí reciben, a la vez que destacaron el papel de sus doctoras en el área de salud.
Que San Juan y Martínez distinga también por la calidad y resultados del Pami no es un sueño, es un camino que se transita día a día, porque no hay nada más hermoso ni gratificante para una familia y la sociedad que el nacimiento, en perfectas condiciones, de un niño.