Este domingo los cubanos estamos haciendo historia en las urnas cuando por vez primera somos protagonistas de un referendo sobre Código de las Familias, un instrumento legal que da garantías a todos los tipos de familias que hoy conviven en el entramado social cubano.
El Código que va a referéndum es resultado de años de intercambio, de ideas enarboladas, de la diversidad presente, de contradicciones surgidas al calor de los debates, de luchas generacionales, e incluso de sufrimientos de muchos, y encierra en sí la voluntad política y gubernamental de legislar para toda la sociedad sin tener en cuenta credo, religión, postura política, raza, orientación sexual, color de la piel.
Volver la mirada una vez más a todo su articulado y revisar cada núcleo conceptual básico nos puede ayudar a tomar la decisión acertada.
Pinareños: No podemos pensar solo en la Cuba de hoy, hay que pensar en la Cuba de los próximos 40 años, esa que vamos a legarles a nuestros nietos y que le debe resguardo y seguridad a cada uno de sus derechos.
El Código de las Familias que esta Isla propone respeta la pluralidad en la conformación familiar y se aleja de todo prejuicio y obcecación, porque pondera el amor y el afecto como base de toda relación.
No es un código que se centra en un grupo etáreo o poblacional, es un código de todos y para todos, cuyo enfoque va directo a la heterogeneidad social, que tutela la vulnerabilidad manifiesta y se pronuncia por la justicia y la equidad.
Es un código revolucionario, y no lo es por representar a un gobierno, sino -como dijo el profesor Luis Toledo Sande- porque revoluciona conciencias, costumbres, valores. Porque nos hace mejores, incluso a ese gobierno.
No siempre una nación ha podido darse el privilegio de debatir al más alto nivel cómo quiere que sea la célula básica de la sociedad, pero tampoco muchas han podido refrendar y consensuar ese debate. Nosotros este domingo tenemos esa oportunidad, hermosa e histórica a un mismo tiempo. Seamos consecuentes con la realidad que nos rodea y objetivos a la hora de ejercer el derecho al voto. Hagámoslo por las voces silenciadas durante tanto tiempo, e incluso en el entorno familiar; por nuestros abuelos cuyos derechos muchas veces son violentados; por el interés superior del menor; por todos los seres humanos que han sido víctimas de violencia en algún momento de sus vidas; por los discapacitados que son marginados, por tantas historias que no nos son ajenas.
Hagámoslo para que prevalezca el amor y la felicidad, para que al margen de otras carencias se pueda cultivar la espiritualidad y la paz hogareña; para que nuestros hijos puedan construirse también a posteriori la familia que deseen, sin temores, sin reproches.
Hagámoslo porque estamos conscientes de que nadie puede ni debe quedar excluido ni desamparado, porque es la oportunidad que tenemos todos los pinareños y todos los cubanos de regalarnos, a fuerza de tesón, empeño, cultura cívica y jurídica, debate constructivo y conciliador, una de las mejores compilaciones que en materia de Derecho familiar se hayan concebido por el bien común.
Pinareños: Hagámoslo por la familia, esa de la que somos parte, pero que a pesar de todas las vicisitudes y los tropiezos, queda, porque es para siempre. Hagámoslo por el Código de las Familias.
Bueno dos hombres pueden casarse legalmente y hasta adoptar ninos que imiten sus inclinaciones sexuales . Han leido sobre los mas de 30,000 homosexuales enviados a campos de concentracion de trabajos forzados a principios de los. sesenta. . Mas de cien se suicidaron al no poder soportar el corte de cana durante mas de diez horas. ?Han pedido disculpas ante semejante aberracion.