Cuando se habla de profesiones abnegadas y comprometidas en la vida, sin dudas viene a la mente la labor de hombres y mujeres del sector de la salud, quienes a diario con su accionar velan por la integridad física y mental de sus pacientes.
Muchos integran el listado de personalidades de la medicina en Matanzas con un extenso historial y labor encomiable, algunos incluso nacidos lejos de esos lares pero con un compromiso innegable con la provincia, tal como sucede con Roberto Cañete Villafranca.
Oriundo de la provincia de Pinar del Río, Cañete Villafranca se graduó en 1997 en la Universidad de Ciencias Médicas de su tierra natal y obtuvo su certificación como Máster en Parasitología y Médico Especialista de Primero y Segundos Grados en Microbiología en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri, en la Habana.
Su llegada a Matanzas aconteció en marzo del año 2006, y por su reconocida trayectoria fue ubicado en el Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, sitio en el que entre otras funciones se encarga de liderar el laboratorio en lo referente al diagnóstico parasitológico y el entrenamiento al personal de los diferentes laboratorios de dicha especialidad en el territorio.
La presencia de la COVID-19 en Matanzas desde un primer momento demandó nuevamente del trabajo del galeno, quien expresa que en primera instancia trabajó en actividades científicas programadas para la preparación sobre la enfermedad y el asesoramiento a los órganos de dirección de la provincia en cómo buscar las mejores formas de enfrentar la pandemia.
Debido a su experiencia y profesionalidad, el también Director del Consejo Provincial de Sociedades Científicas de la Salud en Matanzas y Miembro Titular de la Academia de Ciencias de Cuba, se desempeña al frente de las intervenciones sanitarias para el enfrentamiento al coronavirus en Matanzas, primero con el Nasalferòn y en la actualidad con la Biomodulina T a adultos mayores.
Para el doctor, sus diversos compromisos laborales no impiden su vinculación con la docencia, tanto en la provincia como en La Habana, pues funge entre otras responsabilidades como miembro del comité académico del doctorado y maestrías de excelencia en el Instituto de Medicina Tropical Pedro KourÍ.
Con un currículo amplio en el que destaca la presencia de más 80 publicaciones en revistas y libros académicos, el galeno manifiesta que la medicina trasciende el hecho de atender una dolencia, ser médico significa dar acompañamiento en la vida de los pacientes, escucharlos, transmitir seguridad y confianza, te obliga por tanto a investigar en busca de nuevas respuestas.
Pese a su entrega y dedicación como médico, Cañete Villafranca argumenta que si tuviese la oportunidad de volver a estudiar, profesiones como abogado, locutor, relaciones internacionales o pianista constituirían opciones también válidas, siempre con el acompañamiento de la investigación en cada proceso de la vida, pues se identifica como un doctor que va más allá de la medicina.