Debido a los constantes y molestos apagones, la familia cubana debe usar mucho más de lo normal el consumo del gas licuado del petróleo y exprimir al máximo cada balita.
Por ello, la adquisición de estos cilindros casi que se ha convertido hoy en una odisea para los pinareños. Entre la rotura de nuestra planta provincial, la transportación diaria desde La Habana hacia nuestro territorio, la desinformación y la imposibilidad de cubrir la demanda, entre otros males, hacen del asunto un verdadero dolor de cabeza.
A ello, súmese el crítico escenario que sufre hoy el Sistema Electroenergético Nacional, que ha venido también de cierta forma a complejizar la adquisición de estos cilindros.
Sobre estas y otras situaciones, Guerrillero indaga problemas y opiniones desde los dos puntos de este suministro en el municipio de Consolación del Sur.
PUNTO NÚMERO DOS Y EL RELEVO NOCTURNO EN PORTALES VECINALES
Varias son las historias de noches sin dormir a la espera de la llegada del gas, pues debido a la alta demanda de este producto no bastan 24 horas para hacerse del mencionado cilindro.
Para Nieves Morejón Mesa se ha vuelto imposible comprar la balita, ya que a su criterio las colas son inmensas y las indisciplinas crecen cada día.
“No te voy a mentir, las colas son imposibles. En este punto del consejo popular de Pueblo Nuevo no se permiten listas, por lo que tenemos que estar desde el día antes, y muchas veces pernoctar.
“Pero si no lo hacemos, al llegar al siguiente día aquí, esto es un avispero, todo el mundo quiere ser el primero y la desorganización que se arma es fatal. Comprar se convierte en una verdadera odisea”.
De acuerdo con Nieves, siempre uno de ellos, de los que esperan, debe quedarse cuidando la cola de la calle, ya sea de noche, de día, al sol o al sereno, o incluso bajo torrenciales de agua.
Domingo Romero Hernández, cliente de este mismo punto de venta, coincide con el criterio anterior, para él el problema real también reside en que esta cola debe hacerse, como mínimo, dos días y una noche para poder comprar.
“En mi criterio debería haber un responsable que diera tiques para la compra. Todo desde la base de la seriedad, la responsabilidad, el respeto y el compromiso. Así cada uno sabría que turno tiene, y cuando lleguen los cilindros sabría si alcanza o no.
“Dicen los responsables que los tiques y las listas están prohibidas, pero al final es el pueblo el que sufre. Nosotros somos los que nos desgastamos y tenemos de forma obligatoria que permanecer aquí y esperar a dar el último o que alguno nos releve dentro de la misma familia, pues siempre alguien debe cuidar la cola.
A criterio de la totalidad absoluta de los entrevistados de este punto, la atención y la profesionalidad de los encargados del punto número Dos es incuestionable, pues “los muchachos” como les llaman los vecinos y clientes, son muy eficientes y responsables.
“Ojalá todos fueran como estos jóvenes de aquí, con ellos no existe demora en la venta ni faltas de ética o de respeto. El despacho es súper rápido, de ellos no tenemos queja alguna” aseguró Romero Hernández.
PUNTO NÚMERO UNO… “PUNTO Y APARTE”
Ana Julia López Sánchez, usuaria del punto número Uno, comenta que lo piensa una y mil veces cada vez que se le acaba su cilindro para adquirir uno nuevo.
“Cada vez que tengo que venir aquí al punto, como promedio debo estar entre tres y cuatro días para poder comprar. Son jornadas de días, noches y madrugadas enteras sin dormir, esperando a ver cuándo me llega mi turno. Es extenuante.
“El otro asunto, que también lacera, es la reventa de los turnos y las personas que marcan para otros, estos fenómenos asociados a la nocturnidad hacen del tema un descalabro, ya que fácilmente de cinco personas que supuestamente tienes delante, al amanecer pueden aparecerte 20”.
Sergio Carmelo Hernández Ferro argumentó sobre los males de las reventas.
“Es un asunto de corrupción. Balas vendidas entre 650 y 700 pesos, turnos vendidos por 500, amiguismos, compromisos con terceros por encima de la cola, es una fatalidad”.
Mientras, Lorenzo Herrera Ríos declaró que las dificultades no solo son externas, sino que al interior del punto también.
¿SOLUCIONES?
Según los criterios sondeados el gas licuado del petróleo llega al municipio lunes, miércoles y viernes en distintos horarios. Pero lo anterior no preocupa a los clientes, sino la poca cantidad de cilindros dispuestos.
Como criterio generalizado del punto número Dos, los cilindros rondan entre 100 y 150 unidades, pudiendo llegar en algunas ocasiones hasta 200.
Sin embargo, tal cantidad es insuficiente, pues la demanda real está muy por encima de eso.
Como normal general, en este punto de Pueblo Nuevo, deben reunirse cerca de 300 personas diariamente. La matemática no mentirá si se sacan las cuentas correspondientes.
Para Nieves la solución radica en realizar la compra como las de las tiendas por bodegas y las libretas de abastecimiento. De esta forma se sabría qué día de la semana es la compra y el turno real que correspondería a cada cual.
Tras un sondeo realizado hay quienes argumentan que el periodo de compra se debería extender a más de 15 días, pudiendo llegar al mes entre la compra de las dos balas del mismo contrato.
En cambio, otros argumentaron que con la crítica situación de las termoeléctricas es imposible que una balita dure tanto tiempo y consideran que al final seguirían proliferando las indisciplinas, independientemente del tiempo reglamentario para su compra.
Hoy los clientes del punto número Uno, para evitar males mayores, tomaron la justicia por sus manos y decidieron ir en contra de las normas y poner al frente de la tarea de distribución y organización a la FMC.
OPERARIOS Y DIRECTIVOS COMENTAN
Mabelis Morejón Días, una de las encargadas del punto número Dos, advirtió que debido a los problemas de la electricidad, ellos han tomado alternativas para que más personas puedan comprar.
“Por ejemplo, en el caso de transfermovil que anteriormente se permitían sacar dos balitas, ahora es solo una por cada teléfono. Además, nosotros hemos organizado la cola de forma que pasen tres personas de la calle, un cliente con discapacidad con su carné, un transfermovil y un mensajero”.
“De esta forma tenemos la rotación y las personas están satisfechas. Hay excepciones como salideros, cambios por fallecimientos, troque de balas o traslados, pero en esos casos los intercalamos”.
Sobre el tema de los mensajeros a domicilio, la operaria dijo que se han hecho excepciones, pues en ocasiones se les permiten tres balitas a cada uno.
“La razón es sencilla. Las rastras llegan a cualquier hora, lo mismo en las tardes que casi al atardecer, y nunca vienen con estibadores y el municipio tampoco tiene asignadas personas a esta labor.
“Nosotros, con el fin de agilizar las ventas y evitar demoras innecesarias, llamamos a esos mensajeros que siempre están dispuestos a ayudarnos a cualquier hora, para que estiben la carga y descarga de las rastras. No es la solución óptima, pero es la que hemos buscado y hasta ahora funciona y todos ganamos”.
Finalmente, Iván Alonso Calderín, director de la División Territorial de Comercialización de Gas Licuado en el territorio, expresó sus consideraciones.
“En los momentos actuales la distribución del gas licuado del petróleo, a partir de una avería en nuestra planta provincial, se ha visto comprometida.
“Por tal motivo nos encontramos trasladando los mismos de forma diaria desde la capital, y esto nos limita con los horarios de servicio y la cantidad de cilindros a poner en los puntos de forma general.
“De esta forma, de más de 2 000 cilindros que teníamos como disponibilidad diaria, ahora solo podemos llegar a los 1 600, y tratamos de distribuirlos de forma equitativa entre todos los territorios.
“La tensa situación electroenergética nacional ha disparado los consumos de gas licuado en la provincia, y eso a su vez ha implicado un déficit en los diferentes puntos que es imposible de asumir”.
Sobre la extensión del periodo de compra, Alonso Calderín opinó que como norma se mantienen los 15 días. “Este fue un ciclo que se analizó y se aprobó en su momento y que debemos decir que no está asociado a la falta de gas. Pudiéramos evaluar nuevamente estos términos, pero en la actualidad con el tema de los apagones y el uso excesivo del gas en la población creo que debemos ser cuidadosos en extender ese plazo. Ello requiere de una consulta popular masiva y de la aprobación del Gobierno”.
Por último, manifestó que la disponibilidad hoy está en dependencia de la capacidad de llenado y la transportación que se asuma desde la capital del país.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos para restablecer nuestra planta con el arreglo del compresor y negociando con La Habana de forma diaria el tema de la distribución, pero sabemos que hay perjuicios y que con el déficit actual nos es imposible cubrir la demanda de la provincia”.