Casi a las afueras del Centro Histórico de Pinar del Río se encuentra el Hogar Materno Regional Justo Legón Padilla, institución que constituye referente en la provincia en cuanto a la atención a embarazadas con algún riesgo, muestra de la prioridad concedida al binomio madre-hijo.
Allí permanecen hoy 81 gestantes con diferentes patologías: anemia, infección vaginal o urinaria, aumento o disminución del peso materno, percentil fetal bajo, modificaciones del cuello uterino, pacientes gemelares, adolescentes.
Además, se encuentran los llamados ingresos geográficos por tratarse de pacientes que viven en otros municipios y arriban a las 36 semanas, las cuales son valoradas y atendidas hasta el fin de su embarazo, cuando se remiten al hospital provincial Abel Santamaría Cuadrado para el parto, explicó a la Agencia Cubana de Noticias la doctora Sisi del Campo Martínez, directora de la instalación.
Lograr un final feliz de la gestación es premisa en ese, uno de los seis hogares maternos del territorio más occidental, que con su quehacer contribuyó al logro de la menor tasa de mortalidad infantil de Cuba el pasado año, con 3,2 por cada mil nacidos vivos reportados en Vueltabajo.
La casa
Aibel Pérez Caro tiene 21 años y espera su primer hijo. Aunque apenas transita por su semana 17 de gestación, permanece en el centro debido a las diversas patologías diagnosticadas a partir del lupus eritematoso sistémico que padece hace una década; y estará ingresada hasta el final del embarazo.
Estoy aquí desde las 15 semanas, sobre todo por un síndrome antifosfolipídico que requiere el suministro de medicamentos, precisó quien reside en la carretera a La Coloma.
Me he sentido en familia, tanto por las atenciones de los médicos y enfermeros como por las relaciones con el resto de las pacientes -dijo-; y debido a mí condición me trata otro grupo de especialistas: reumatólogos, hematólogos, endocrinos.
Mariannys Martínez González, de 17 años, está en el hogar desde que le hicieron la captación, por presentar modificación del cuello del útero.
Contrario a lo que muchos pueden pensar, esa adolescente, con 24 semanas de gestación, ingresó sin protestar «por el bienestar de mi niña y el mío; y confío en que todo saldrá bien», sentenció.
En seis salas -con igual cantidad de personal médico en cada una- transcurre el día a día en el «Justo Legón Padilla», donde les explican los cuidados que deben tener y los riesgos ante cada patología.
Desde el mes de diciembre también estamos en el proyecto del Ministerio de Salud Pública de cuidados maternos y neonatales respetuosos, en el que participa la familia mediante talleres dos veces a la semana, para que las pacientes sientan mayor confianza a la hora de tener su bebé, significó Del Campo Martínez.
Asimismo, ponderó las actividades para el sano disfrute de las futuras madres, realizadas por Cultura, el proyecto comunitario Patio de Ana la Cubana de conjunto con estudiantes de Medicina, y el Consejo Popular.
El centro materno cuenta con servicio de Estomatología, banco de sangre municipal, departamento de nutrición y la consulta municipal de Genética.
Pero también llevamos a las gestantes al servicio provincial de Genética y a las consultas de patologías asociadas al embarazo en el “Abel Santamaría Cuadrado”, mencionó la propia entrevistada.
Les hablamos, incluso, de la labor del banco de leche humana y la importancia de donar para los niños que no pueden ser amamantados por sus madres, puntualizó.
Entre todos y con todos
La alimentación es variada; tenemos desayuno, almuerzo, comida y meriendas, aseveró Dignelys Hernández Baullosa, de 23 años y 32 semanas de gestación.
A pesar de las limitaciones de todo tipo existentes hoy en el país contamos con el apoyo de varias entidades locales y cooperativas agropecuarias- manifestó Sisi del Campo Martínez-; y hemos podido mantener una dieta balanceada, cumpliendo las kilocalorías que al día requiere cada una.
No es solo el examen que uno les hace, sino también los complementarios, las interconsultas necesarias, la vigilancia de los signos vitales, el peso, la presión arterial; es un trabajo constante, destacó la doctora Danay Cuestas Rodríguez, especialista en Medicina General Integral, para quien en ese quehacer radica, justamente, el éxito del “Justo Legón Padilla”.
En un embarazo todo el tiempo cuenta, y no nos podemos dar el lujo de perder una jornada, apuntó.
Este hogar ha tributado a los resultados de Pinar del Rio porque la gran mayoría de las mujeres transitan por aquí, en algún momento de su gravidez -siempre en coordinación con la atención primaria de salud- y debido a diferentes razones, detalló.
Y les hacemos ver que el ingreso es necesario y oportuno, para tener un parto feliz y un bebé sano, acotó quien desde 2011 labora allí y en la sala F atiende los embarazos múltiples y las modificaciones de cuello que requieran algún otro proceder.
Más de mil 240 mujeres ingresaron el año pasado en la institución y todas llegaron a término, sin muertes maternas ni fetales mientras estuvieron en el hogar materno, refirió la propia fuente.
Somos prioridad y ejemplo de trabajo mancomunado, porque todos ponemos de nuestra parte. No se trata únicamente de lo que hacen de forma individual Salud, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (Anap), el Partido, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC); es lo que hacemos todos en función de obtener los mejores resultados posibles para el bebé, la madre, la salud y la vida, dijo Cuestas Rodríguez.
Hemos logrado que las pacientes se vayan contentas de acá y regresen en varios momentos, ya con sus hijos; y mantenemos una comunicación directa. Esa es la verdadera satisfacción del deber cumplido, añadió la doctora.