A Sergio Pérez Morejón todos le llaman Sergito en Minas de Matahambre, su pueblo natal, lugar donde comenzó su relación con el béisbol, esa que lo llevó a ser el torpedero regular de la Isla de la Juventud y a ocupar la plaza de comisionado provincial en Pinar del Río, entre otras funciones.
Sergito es en materia de béisbol poco menos que una enciclopedia. Su conocimiento abarca fechas, jugadores y anécdotas; fue parte de una generación de mineros caracterizada por la práctica masiva de distintos deportes, con la pelota como el plato fuerte.
‟Mi inspiración como torpedero fue Roilán Hernández, desde que yo era un niño lo observaba cómo jugaba y se desplazaba, su seguridad. Fui parte de un grupo de mineros que crecimos prácticamente dentro del estadio Ramón González, por la cercanía a nuestros hogares, como fueron los casos, en otras épocas, de José Manuel Cortina, o el propio Roilán, o Felipe Álvarez y todos llegamos a la nacional”.
Tal es la cercanía de su hogar con el estadio, que cuenta como él, junto a su difunto padre, Mario Pérez, un hombre muy amante del béisbol, y su hermano se sentaban en el techo de su casa para observar los juegos de series nacionales que se efectuaban en Matahambre.
¿Cómo te inicias en la práctica de la pelota?
‟Bien temprano, creo que en sexto grado empecé en el área deportiva que radica en el estadio de Minas, recuerdo que mi profesor era Pedro Valdés. En mi caso, en séptimo grado ingresé en la vocacional Federico Engels, sin embargo en ese centro también jugué béisbol con los entrenadores Lázaro Rivero y Catulo.
‟A mí me llegó Ingeniería Agrónoma, estuve un año en esa carrera y también participé en unos juegos universitarios, pero al dejar la carrera regresé para Matahambre y jugué en varias provinciales hasta que me seleccionó Isla de la Juventud para representarlos en las nacionales.
“Estuve en dos series, siempre como regular y en combinación con Alexander Ramos, incluso llegué a integrar una preselección de Agropecuarios para una Selectiva. Hacer cualquiera de los dos equipos de Pinar era bien difícil, de ahí que tomé el camino de muchos pinareños y me trasladé para la Isla. Era la etapa de Juan Charles Díaz y José Manuel Cortina al frente de los pineros. Mi primer hits fue un jonrón ante Mario Véliz, fue en mi segundo turno al bate en Series Nacionales.
‟Por problemas personales me regresé de nuevo para Minas en el año 1990 y tuve una tremenda provincial, recuerdo que el average mío fue de 403 y me llamaron para una preselección de Forestales, pero no hice el equipo.
‟Después me dediqué al softbol, fui campeón provincial con Minas e integré el equipo de Pinar para dos nacionales de esa disciplina, pero me lesioné del hombro izquierdo y con 28 años tuve que dejar el deporte en activo, mientras en 1997 obtuve el título de licenciado en Cultura Física.
‟Sería injusto no mencionarte el papel de mi padre, Mario Pérez, en la pelota. Jugó béisbol con un equipo que se llamó Refrescos Campa y fue presidente de la Liga Popular en Minas. Mi hermano mayor, Mario Luis Pérez, fue también pelotero y el mánager de las Minas en el título regional provincial de 1975”.
¿Cómo explicas el nivel que alcanzó el béisbol en Minas en tu etapa como atleta?
‟Nuestro estadio tenía tremendas condiciones, con una medialuna envidiable, la arena de este espacio fue traída del Mariel. Aquí se jugaron muchos desafíos de series nacionales, algo que era una fiesta en el poblado, lo que incrementó el gusto tradicional de los mineros por la pelota y aumentó la masividad que luego se convirtió en calidad. Fíjate que el pueblo se ponía en función de reparar el estadio para que los juegos se desarrollaran. Las provinciales también eran una fiesta en Matahambre”.
En tu caso pasaste lo que se puede llamar una pirámide profesional hasta llegar a ser comisionado provincial.
‟Luego de culminar mi vida como atleta en activo, empecé en funciones de entrenador, dirigí en varias ocasiones el conjunto de Minas en las provinciales, incluso llegué a obtener un segundo lugar y varios terceros.
‟Desde la 47 serie formé parte del colectivo de entrenadores que preparaba al equipo de Pinar para las nacionales, en esas funciones aprendí mucho de Casanova, Urquiola, Jorge Fuentes. En 2011 partí para Venezuela y estuve en el estado Amazonas como entrenador de béisbol; al regreso fui para la Academia Provincial y en el cuerpo de dirección del conjunto sub 23, en la etapa como mánager de Primitivo Díaz en esta categoría.
‟En 2017 se decidió que ocupara la plaza de comisionado provincial. Creo que hice un buen trabajo, incluso decidí algunos cambios estructurales en la pelota pinareña y creo que dieron resultados.
‟Entre estos cambios, se decidió incluir la selección sub 23 como un conjunto más en las provinciales, se hizo un gran juego de las estrellas provinciales en ese año y en otras categorías se dispuso que solo hubiera un representativo del municipio Pinar. Logramos, porque fue una obra de todo el grupo de trabajo de la comisión, una gran labor, en el primer curso pasamos el béisbol del noveno lugar nacional al quinto de forma integral en Cuba.
‟Te diré que en mi trayectoria he pasado momentos buenos y otros malos. De los positivos me quedo con el hecho de haber sido seleccionado para el VIII Congreso del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte; otro cuando ganamos el torneo provincial de béisbol aquí en Minas y yo era el comisionado provincial.
‟Sin embargo, hay otros momentos muy difíciles, como el día de la sanción que puso fin a mi trabajo como comisionado provincial, todavía la considero muy injusta, pero la asumí con mucha hidalguía, porque creo haber trabajado bastante bien.
‟Ahora soy subdirector de Actividades Deportivas en Minas de Matahambre y tengo los mismos deseos de trabajar que he tenido en otras funciones, creo que todavía le puedo dar mucho a este municipio”.
Tienes muy buenas relaciones y bastante comunicación con atletas del actual equipo Vegueros.
‟Siempre he tenido la dicha de una buena comunicación con los atletas y demás compañeros. En el caso de los actuales peloteros del conjunto Pinar, creo que muchos de ellos pasaron por mis manos, fildearon mis rollings y flys en los entrenamientos y los recuerdo con mucho cariño.
‟Excelentes son mis relaciones con Yasser Julio González, siempre estoy al tanto de cómo le va a Juan Carlitos ( Arencibia), a Lazaga, en general creo que Pinar tiene mucha madera para ser uno de los mejores equipos del país”, concluyó.