José Manuel Cortina es demasiado humilde para reconocer que merece reconocimiento alguno, mucho menos si de ciencia aplicada al deporte se trata. Según él, no es un hombre de ciencia. Nada más lejos de la realidad.
El experimentado entrenador es uno de los avezados estrategas cubanos que, por estos días, comparte sus saberes y vivencias en la X Convención Científica de la Actividad Física y el Deporte (Afide-2023), que acogió el Palacio de las Convenciones.
Allí, Cortina recibió el premio especial por la Obra de la Vida José Yáñez Ordaz-2023, que otorga el Inder a prestigiosos científicos vinculados al deporte.
En medio de las intensas jornadas de ponencias y conferencias, el también conocido como “reparador de sueños del béisbol cubano”, apartó un tiempo para conversar sobre algo que le apasiona, la pelota. No sin antes jaranear: “¡Espero que no lancen interrogantes a 95 millas!”.
“Siempre es un honor recibir este tipo de reconocimientos. Me he dedicado toda la vida a trabajar en lo que ha sido necesario, y los resultados de mis sacrificios están en las opiniones y los criterios de los atletas”, expresó.
“El Corti”, como le llaman sus amigos más cercanos, es un hombre que por encima de todo, ama al béisbol, y, mientras pueda, acudirá al llamado de este deporte cada vez que lo necesiten, para contribuir con su experiencia al crecimiento de los jóvenes lanzadores.
“He estado presente en los entrenamientos de diferentes equipos Cuba, para ayuda técnica, corregir detalles en los lanzamientos y la mecánica de pitcheo, además de insistirles a los atletas que deben estar concentrados todo el tiempo y adaptarse a cada situación del juego”, detalló.
Cortina opina que la buena actuación de los lanzadores cubanos en las últimas competencias internacionales no es obra de la casualidad. “Seleccionamos 12 o 13 serpentineros que son los mejores de Cuba, con calidad para actuar en cualquier béisbol”.
Vive orgulloso de renunciar a un contrato en Panamá para apoyar la preparación del equipo que obtuvo el cuarto lugar en el Clásico Mundial de Beisbol-2023. Incluso, bromea con las sugerencias que le brindó al mánager cubano en juegos definitorios.
“Creo que soy muy feo para vestir la camiseta de las cuatro letras. No he tenido suerte para integrar un colectivo técnico nacional, conmigo han contado por etapas”. Sin embargo, alega que no es de los que se rinden. “Me he convertido en un estudioso del béisbol”, sentenció.
Cortina ha trabajado con lanzadores renombrados. Lo hizo con hombres de la talla de Mariano Rivera, el mejor relevista en la historia de las Grandes Ligas. No obstante, lo mantuvo en silencio por más de tres décadas, hasta que el ídolo panameño hizo público su agradecimiento al destacado entrenador cubano.
Ahora está enfrascado en la recuperación de varios serpentineros cubanos que recientemente han sufrido lesiones en sus brazos de lanzar. La lista incluye los nombres de Liván Moinelo, Raidel Martínez, Carlos Font y Andy Vargas. “Devolverlos a la lomita, y que sean mejores lanzadores, es el mayor premio que puedo recibir”.