La reconocida actriz cubana Miriam Socarrás ha sido seleccionada para participar en la 75. ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, que se celebra del 13 al 23 de febrero.
Socarrás, conocida por su brillante carrera en el teatro musical, la televisión y el cine cubanos, forma parte del elenco de la película brasileña O último azul (en español, El sendero azul), dirigida por Gabriel Mascaro, la cual compite en la sección oficial del festival por el prestigioso Oso de Oro.
En O último azul, Miriam Socarrás comparte pantalla con renombrados actores como Denise Weinberg y Rodrigo Santoro. La trama se desarrolla en una Amazonía distópica donde Tereza, interpretada por Weinberg, una mujer de 77 años, es obligada a trasladarse a una colonia habitacional para ancianos debido a una política gubernamental.
Antes de ser exiliada, Tereza emprende una travesía por la selva que Mascaro describe como “un canto a la dignidad y la memoria en tiempos de olvido”.
Miriam Socarrás encarna a Roberta, un personaje enigmático y lleno de contrastes: una mujer que ayuda a Tereza en su barco, le enseña el valor de la libertad y termina siendo su cómplice de aventura. Este rol es para la actriz un desafío notable y una ruptura con los estereotipos que la habían encasillado durante tantos años en papeles secundarios.
Para Socarrás, su participación en la cinta es un acontecimiento inesperado y profundamente emotivo.
“Soy una persona que anhela y sueña con lo que sé que es posible lograr. Como actriz de reparto del cine cubano, jamás había imaginado algo tan grande”. La actriz expresó su alegría al ser parte de una de las producciones que competirá por el Oso de Oro. “Es un regalo que la vida me ha dado”.
La veterana actriz ha demostrado que no existen papeles pequeños, sino actores capaces de engrandecerlos. Su participación en la Berlinale es un reconocimiento al talento que ha dejado huella en la gran pantalla. A pesar de ser bautizada como “la emperatriz de los papeles secundarios”, Miriam Socarrás ha conseguido que su presencia en cada película sea inolvidable.
Durante la filmación de O último azul en la Amazonía brasileña, Socarrás vivió una experiencia desafiante, pero también enriquecedora. La actriz describió el entorno amazónico como un remanso de paz que le permitió conectar con la naturaleza y reflexionar sobre la vida.
“La Amazonía me regaló un tiempo de introspección y entendí que la felicidad existe en cualquier rincón del mundo”, afirmó.
Incluso, las dificultades cotidianas se transformaron en anécdotas entrañables. “Antes de viajar, me preguntaron si tendría problemas de movilidad. Con humor, mostré que una foto montada a caballo es suficiente para demostrar que estoy lista para lo que venga”, relató la actriz, quien supo equilibrar el rigor del rodaje con una actitud llena de entrega y resiliencia.
La colaboración con Gabriel Mascaro ha sido clave en este renacer profesional. El director brasileño, con su visión clara y su enfoque colaborativo, permitió que cada escena se impregnara de autenticidad y profundidad.
“Gabriel sabe lo que quiere, pero también confía en el aporte de cada actor. Esa combinación de dirección firme y apertura al diálogo creativo fue fundamental para mí”, agregó.
La participación de O último azul en la Berlinale 2025 marca la primera vez desde 2020 que una producción brasileña compite por el Oso de Oro. Con este proyecto, Socarrás no solo lleva su talento a la pantalla internacional, sino también el orgullo de su tierra natal. “Representar a Cuba me llena de orgullo, porque soy cubana como las palmas”.
Para la actriz, su trabajo en este filme es una celebración de la dignidad y la memoria, dos valores que considera fundamentales en estos tiempos complejos. Con su participación en O último azul, espera que los públicos de todo el mundo se identifiquen con el mensaje de paz, libertad y respeto al prójimo que la película transmite.
“He sentido en la Amazonía un mundo tan distante, como paralelo al que vivimos (…) Eso me va a quedar en la memoria para siempre”, afirmó Miriam Socarrás en la conferencia de prensa.
En un mundo donde la fama y el protagonismo a menudo se imponen a la habilidad y la pasión, la historia de Socarrás es un recordatorio de que cada rol, por pequeño que parezca, tiene el poder de contar una gran historia.
La Berlinale 2025 no solo celebra una película, sino que rinde homenaje a la trayectoria de una actriz que ha sabido hacer de cada papel una declaración de amor al cine.
Como afirmó el crítico Juan Antonio García Borrego, “O último azul no se inscribirá dentro del llamado ‘cine nacional’ ni se ajustará a la noción tradicional de ‘cine cubano’. Sin embargo, resulta evidente que en esta película −como en muchas otras que desconocemos− late una parte de la memoria cultural de la nación, un legado del que no podemos prescindir”.
Con la mirada puesta en el futuro, Miriam Socarrás invita a soñar y a creer que nunca es tarde para reinventarse y alcanzar nuevos horizontes. Y es precisamente esa fuerza transformadora la que la posiciona como una verdadera leyenda viva del cine cubano, dispuesta a conquistar Berlín y demostrar que es mucho más que una emperatriz de papeles secundarios.