Los Vegueros de Pinar del Río vencieron hoy 2-0 en su ruedo del Capitán San Luis a los Leones Industriales, y alcanzaron el primer boleto finalista del campeonato cubano de béisbol.
La tropa de Alexander Urquiola, aupada por una fanaticada que desbordó los graderíos, impuso el favoritismo ganado después de dominar, de principio a fin, la etapa clasificatoria, y finiquitó el clásico occidental, apoyada en la labor de sus serpentineros.
Branlis Rodríguez dejó en casa los nervios que provocan este tipo de enfrentamientos, y se encaramó en el montículo con el látigo verdeamarillo, para entrar por el aro a los felinos de la capital durante sus seis entradas y un tercio de trabajo.
En ese trayecto, apenas aceptó dos indiscutibles y abanicó a tres contrarios, para llevarse el crédito del desafío, en medio de congas y algarabías que jamás lo inmutaron.
Del resto se encargó el ex Grandes Ligas Raudel Lazo, quien después de un rescate efectivo en el séptimo episodio, gracias a una excelente atrapada de Luis Pablo Acosta en la pradera central, colgó las últimas dos argollas en la pizarra.
El diestro Pavel Hernández, en la trinchera opuesta, también firmó una salida de calidad, al caminar una ruta de siete tramos, pero no pudo evitar en el cuarto las carreras que les dieron a los anfitriones la ventaja definitiva.
Sencillos consecutivos de Tailon Sánchez, Jorge Yoan Rojas y el mismo Acosta, el de este para traer a sus compañeros a casa, sentenciaron el choque.
El rival de los vegueros en la gran final será el ganador del duelo entre Granma y Las Tunas, favorable por el momento a estos últimos, tres éxitos por uno.
Tras concluir el partido, Guerrillero conversó con algunos de los protagonistas de esta gran hazaña.
Luis Pablo:
“Primero Dios como dice mi casco, sin él nada es posible. Hay que estar ahí para sentir las emociones cuando uno llega a este estadio desde las 10 de la mañana y ve que ya a esa hora está lleno, que la gente te sigue, que no para de apoyar al equipo. Sobre todo después de esas dos derrotas en el ‘Latinoamericano’”.
¿Qué pasa por la mente cuando aparece una conexión como esa que te tocó?
“Es algo que no te puedo explicar, pasan muchas cosas por la mente, muchas, y lo que uno sólo sabe es ir por la pelota, tratar de cogerla, porque estás seguro de que depende de ti. Sabía que nos estábamos jugando la vida en ese batazo. Estamos ya en la final, nadie nos daba como clasificados y mira, seguimos en la pelea, y vamos a por ella.
“Este fue un año de bastante trabajo, pasé por mucho, solo Dios sabe lo que he pasado. Gracias a él, a veces pienso que me tiene malcriado, y lo mejor es que hoy me ha tocado ser protagonista y uno siempre sueña estar en una final, tratar de decidir un juego, buscar lucir bien, y hoy el señor y la pelota me han regalado este gran sueño. Algo que no podemos dejar de decir es que ese cuerpo de dirección, que no solo es Alexander y Cejas, hay dos personas que son Alexei y William Saavedra, ellos nos convocaron y ellos son parte de este resultado, eso que nadie lo dude, sin sus consejos, su ayuda, este sueño que vive un pueblo entero no fuera posible”.
William Saavedra:
“Siempre salgo a jugar fuerte, esos muchachos nuevos que hay ahí tienen que ver una imagen de campeonato, de alegría, de hacer las cosas bien, y cuando uno hace eso dentro del terreno, te digo yo que soy uno de los que más años lleva aquí, el terreno te premia.
“Este equipo es una mezcla de muchos poquitos, es un equipo en el que esos muchachos nuevos se molestan cuando no los pones a jugar, tienen un deseo inmenso de jugar a la pelota, ese es el éxito cuando uno va a jugar en un campeonato, por eso siempre los convoco, porque para nadie es un secreto la calidad que tiene Industriales.
“Muchos se preocuparon cuando perdimos dos con ellos. Alexei y yo, junto al colectivo de dirección, convocamos un mitin. Ahí todo el mundo dijo lo que sentía, se habló claro, y lo más importante, que la motivación subió y ya ven, llegó el resultado”.
¿Sale Saavedra todos los turnos al bate a realizar un contacto fuerte?
“Solo salgo a hacer mi trabajo y a pegarle bien a la bola, lo demás que lo ponga el destino, y que la pelota camine. Estoy enfocado en Pinar del Río, esa es mi prioridad en esta final”.
Mario Valle:
“Primero agradecer al cuerpo de dirección. Recuerden que tuve el problema con mi dedo, y todos me dieron la confianza para que supiera que yo era el hombre que iba a tener la posibilidad de ayudar al equipo. Alexander, el psicólogo Abelito y Bosmenier fueron claves. Siempre estuve tranquilo, porque sabía que me había preparado bien para poder cumplir paso a paso las metas. La vida premia, ahora creo que soy el hombre del primer partido ante el rival que sea, y eso es lo que hago, enfocarme en objetivos para conseguir metas”.
¿Qué se piensa cuando estás desde el box ante bateadores tan fuertes como los que te han tocado?
“Primero el control, ubicar la bola donde tú sabes que más le duele, tratar de ser agresivo con el primer lanzamiento. Sacar el primer out, eso es importante. Además, uno piensa en la familia, porque ella siempre está apoyándote, está pendiente, y a uno le queda eso de no hacerlos quedar mal, de dar el máximo”.
Branlis Rodríguez:
“Sabía que me iba a tocar el momento, este año he sido un hombre de grandes momentos. Vine a tratar de sacar el primer out. No importa que fuera de rolling, elevado o ponche, el problema era ir sacando bateador por bateador. El problema es matar entrada tras entrada, cuando tú haces eso, tienes derecho a ganar, porque el partido solo te camina y no pierdes el ritmo, eso es clave. Además, le he trabajado bien a Industriales, busqué sus puntos débiles, y en función de eso fui creando la estrategia. Otro detalle, un amigo me facilitó unas estadísticas de los azules, las evalué bien, y en función de ellas trace mi estrategia para poder caminar en el juego”.
¿Qué ha cambiado en esta nueva versión de Branlis Rodríguez?
“Me preparé bien. Desde que empecé aquí, ellos me dijeron que iba a permanecer como abridor, que iba a rotar con cinco días y que era el hombre clave del conjunto. Uno ante esas palabras no puede hacer otra cosa que no sea entrenar más, luchar más, y eso he hecho. Ahora solo queda seguir, sin escoger rival, el que sea, y para arriba del problema. Lo importante es que gane el equipo”.
Joselian Cejas:
“Cuando nosotros estamos en un partido como ese, es difícil no sentir presión, no sentir el peso del partido arriba. Máxime que nosotros llevamos unos cuantos juegos con ese peso de lograr el pase a la discusión del título. Ese último batazo es el sacrificio de tantos días alejados de la familia, fuera del alcance de los tuyos.
“El entrenamiento diario, el resultado de tanto esfuerzo, eso significa ese fildeo de Arencibia que nos puso ya en la final. Por eso uno les dice que tienen que jugar bien, porque esa afición es la mejor de Cuba. Fueron a La Habana, no le importó las derrotas, te motiva, te mantiene oxigenado, te da aliento. Es la mejor: en redes sociales, en el estadio, en todas partes. Por eso es que uno tiene que entregarse. ¿Cómo no vamos a hacerle quedar bien? Lo menos que podemos hacer es estar ahí, estar en todas, para que siga valiendo la pena el esfuerzo, el tiempo, las distancias, y también las ausencias.
“La vida de un atleta de alto rendimiento pocos la entienden, pero te aseguro que está cargada de tensiones, retos, desafíos de todo tipo. Externos e internos, y uno tiene que saber lidiar con ello, no dejar de motivarlos, de mantenerlos bien física, pero también mentalmente”.
¿Consideraciones de los próximos rivales?
“No es hora de escoger rival. El que venga, le vamos a salir a ganar, a jugar bien, a tratar de buscarle sus puntos débiles. Ahora vamos a descansar, disfrutar unos días con la familia, corregir aspectos como el corrido de las bases, que no ha salido bien. Trabajar el bateo y seguir perfeccionando la defensa. Solo te puedo decir que al rival que venga no le va ser fácil jugar ante un elenco tan inspirado y motivado por todos. El pueblo, las autoridades, ustedes la prensa que han sido claves. Yo solo doy gracias cada día por estar coincidiendo en el tiempo de Alexander, en el tiempo de estos muchachos”.
Alexander Urquiola:
“Creo que es un trabajo que hemos realizado durante estos cuatro años, y está saliendo. Sobre todo por el esfuerzo de los hombres que he dirigido, que se equivocan, son humanos, pero saben rectificar con creces. A Dios gracia siempre por darme esta posibilidad de ver este sueño convertido en realidad, estar en la discusión de una final, eso es lo más grande que le pueda pasar a un atleta. Ellos son los causantes de llenar este estadio, y yo no puedo ser más feliz. Estoy muy orgulloso del colectivo, del cuerpo de dirección, son grandiosos. No se puede decir solo el director, estoy muy feliz de estar siempre con ellos. Cuando falto está Cejas, está el resto, aquí nadie es imprescindible, somos un equipo grande de hombres, no de nombres, y eso se lo hemos transmitido a los muchachos”.
¿Cuánto te ha ayudado tener a Alfonso cerca? ¿Qué le dices ahora que lo tienes aquí, frente a frente?
“Le doy gracias a la vida: primero a mi madre que me cuida donde quiera que esté y nunca me ha dejado solo. Segundo, a ese hombre que ves ahí con ese tabaco, que me decía ‘no te apures, tu momento va a llegar. Ten paciencia’. Pocos saben que mi papá me sacó de la preselección como pelotero y me dijo: ‘Tú nunca vas hacer pelotero, dedícate a superarte, que es por ahí por donde está tu camino’, y tuvo razón. Fíjate que me mandó para el Servicio Militar y todo. Pero hoy le agradezco.
“Parte de lo que soy se lo debo a mi madre, que siempre estuvo conmigo, y a él que me trajo a su lado, por mis resultados en la Eide, y después con él aquí en el equipo. Me tocó mi momento y traté de no imitarlo, pero sí de tomar lo mejor, siempre se lo dije. Lo llamé y me dijo que iba a adelantar su regreso de Panamá, y en gran medida sé que era para estar cerca, para apoyar. Mira, él no suplanta a nadie, pero sí enseña: las dinámicas de grupo, el colectivismo, la disciplina, el carácter, la forma de dirigirte al atleta…Todo eso lo he alcanzado con él. Hoy solo le digo gracias. Gracias por confiar, por hacer cosas conmigo que en un momento no entendí, pero también por nunca dejarnos solos, porque no es solo a mí, es al equipo de Pinar del Río, que es más importante que yo”.
Alfonso Urquiola:
“Solo te voy a decir que la gente habla que yo le estoy dirigiendo desde la cueva, y no es verdad. Todo lo que ha conseguido es por él. Este resultado está superando los que logré, están siendo históricos, y si vine antes, fue como él te dijo, para vivir juntos esta etapa. Para dar consejos como Casanova, para tratar de ser útil. Pero el mérito es solo de él, que se convirtió en un gran alumno y te puedo asegurar que es un referente. Es estratega, calmado, un puntal para el equipo, te lo digo sin temor a equivocarme. No solo por la victoria, sino por la derrota, siempre ha decidido bien. Cómo no sentirme orgulloso. Yo estoy más presionado que él, y se lo digo, porque no quiero que nada le quede mal, porque ha trabajado duro para este resultado. Felicidades al pueblo de Pinar del Río”.