El uso de la medicina natural y tradicional recobra adeptos por estos días. En el empeño de garantizar la materia prima necesaria para la fábrica de medicamentos de Pinar del Río y también de otros territorios, la Finca Provincial de Plantas Medicinales amplía sus producciones.
Los semilleros garantizan la simiente necesaria para el autoabastecimiento. En ellos brotan el tilo, la menta, la hierbabuena y el toronjil. Los platanales se aprovechan para insertar especies de sombra como el llantén y los campos muestran la salud de la manzanilla y la caléndula.
En los secaderos se beneficia la masa vegetal que luego formará parte de la industria farmacéutica. El trabajo es arduo, pero reconforta saber el destino de las cosechas.
Anamú, bija, quitadolor y otra treintena de especies se cultivan en este sitio como un respaldo al cuadro básico de medicamentos de la provincia. Una alternativa más cercana a las demandas del pueblo.