Un deporte poco conocido en nuestro país pero que posee una vistosidad y elegancia sin par, ha hecho de la provincia un referente competitivo en juegos escolares, juveniles y de mayores.
Y es que el tiro con arco es de esas disciplinas que tiene acostumbrado a la afición en Pinar del Río a grandes resultados y a no ceder en el podio de premiaciones, algo que se vislumbra insólito, sobre todo si tenemos en cuenta que desde el año 2010 no descienden de los puestos de privilegio.
En esos resultados muchas son las personas que han tenido que ver a lo largo de los años, pero en la última década un nombre sobresale: el del entrenador Jesús Alejandro Martínez de Armas.
Alejandro, como todos le conocen en el mundo deportivo, es de los hombres apasionados por su profesión que entrena y educa a sus alumnos como si fueran sus hijos. Quizás por eso los éxitos no se han hecho esperar y las seis veces que ha sido campeón nacional en la vuelta FITA equipo pudieran bastar como colofón de una brillante labor.
Lo cierto es que Alejandro, quien además atiende la comisión provincial de esa disciplina, es parte de la historia reciente del movimiento deportivo pinareño como uno de sus excelentes entrenadores que aún le queda mucho por entregar.
¿Cómo fueron sus inicios en el deporte?
«Yo quería ser futbolista, como casi toda mi generación, pero llegó el tiro con arco y cuando lancé la primera flecha me enamoré del deporte. Mis inicios fueron en el año 1992, momento en que me captan para la Eide Ormani Arenado. Los años de atleta transcurrieron con resultados y en 1994 quedé campeón nacional en la Ronda Olímpica e implanté record en esos juegos. Luego integré dos años el equipo nacional juvenil».
¿Y el cambio a entrenador cuándo llega?
«Con el tiempo me hice licenciado en Cultura Física y comencé a trabajar como entrenador en el Combinado Deportivo número tres Celso Maragoto en 2001. Siempre me gustó aprender de la parte de entrenamiento cuando era atleta y andaba pendiente a como hacían el trabajo los profesores.
“En esos primeros años tuvimos atletas en el área como Hugo Franco, quien es en la actualidad uno de los principales referentes de la arquería nacional.
“Se podría decir que fueron buenos esos inicios porque en 2004 llegó el primer resultado, porque obtuvimos la medalla de oro por equipos con un grupo de féminas juveniles, estando de prestación de servicio en la antigua ESPA provincial.
“Pero realmente estuve poco tiempo allí porque salí a cumplir misión internacionalista a Venezuela, donde no ejercí como entrenador de arquería sino que estuve vinculado a la misión Barrio Adentro”.
Sin embargo, luego de esa misión vienen los grandes logros ¿Es así?
“Sí, a mi regreso en 2008, me solicitan como prestación de servicio para la Eide a entrenar al equipo 15-16 femenino. Ese año la provincia quedó en segundo lugar y mi equipo fue campeón en la vuelta FITA, gracias en gran medida a las atletas Lisset Amador y Horolenis Medina. Digamos que fue el comienzo de lo que vino después”.
Un comienzo que hasta hoy ha visto gloria.
“Nuestras atletas han sido en este tiempo seis veces campeonas nacionales por equipo y hemos aportado para que la provincia haya devenido en varias ocasiones la más integral del país en el tiro con arco, se dice fácil pero no es tan simple. Pero esos resultados no hubiesen sido posibles sin un trabajo anterior como el que realizaron los comisionados Manuel Balcón y Roylán Guanche, ejemplos estos de entrega al deporte.
Hábleme de los récords nacionales implantados por sus alumnas.
“Tenemos el caso de Liduveinis Sierras Vila, quien implantó en los Juegos Escolares del 2015 cuatro récords nacionales. Fue la primera en su categoría en sobrepasar la barrera de los 1 300 puntos en la vuelta FITA individual, algo extremadamente difícil. Sin embargo, la satisfacción ese año fue romper la marca por equipos, porque esa es la medalla que más busco y la que demuestra el trabajo unido de las muchachas”.
¿Por qué siempre el trabajo con los equipos femeninos?
“Desde la primera vez se me dio la tarea de trabajar con mujeres. Es un poco complicado y también la edad, muy jóvenes, nos imponen retos. Hay que saberlas llevar, pero siempre con mucha delicadeza y transmitiéndole confianza, eso es esencial. He estado casi siempre con las féminas, aunque también he entrenado muchachos”.
Precisamente usted atiende y con resultados un atleta discapacitado, ¿cómo ha sido esa experiencia?
“Hace aproximadamente dos años se me acercaron desde la Dirección Provincial de Deportes para que entrenara a Ariel Hernández Hernández, un joven que tiene amputado el miembro inferior derecho. Él tuvo que adaptarse muy rápido al sistema de exigencia nuestro y ese propio año fuimos al primer campeonato nacional para personas con discapacidad, donde obtuvimos tres medallas de oro y una plata.
“Esos resultados nos dieron derecho a participar en una competencia internacional en México para buscar clasificación médica que nos otorgara derecho a incursionar en eventos paralímpicos. Antes de esta situación con la COVID-19 nos encontrábamos listos para ir al clasificatorio paralímpico rumbo a Tokio 2020.
“Todos sabemos ya que la Olimpiada no se realizará este año, pero seguimos preparándonos para obtener uno de los dos cupos en disputa y estar presentes por primera vez para el tiro con arco cubano en una cita paralímpica”.
Otra agradable noticia para el tiro con arco pinareño llegó recientemente en el Torneo Élite del deporte, coméntenos.
“Fue una experiencia muy bonita con la atleta Ismary Breijo, quien regresaba a la actividad después de tantos años. Ella es entrenadora de nuestro equipo pioneril pero deseaba retornar a la competencia. Con su estirpe llegó en marzo al Torneo Élite, donde están las principales figuras del deporte y se erigió campeona nacional. Fue algo emotivo para ella y para todo el colectivo que día a día se sacrifica para alcanzar estos resultados”.
Con todos estos triunfos, ¿qué más le queda por cumplir dentro del tiro con arco?
“Siempre falta algo para satisfacernos completamente, porque hay retos personales y deseos por cumplir. Quisiera algún día ser entrenador de la preselección nacional y representar al país. Pero lo que sí debe quedar claro es que soy un soldado del deporte y estaré donde más se me necesite, no importa el lugar si es para ayudar a la arquería cubana”.