Alfonso Urquiola guió a los Federales de Chiriquí para que se titularan en el 78 Campeonato Nacional de Béisbol Mayor, Copa Caliente, de Panamá. Llevó su magia ganadora a tierras canaleras y en seis partidos desbancó a Panamá Metro, uno de los equipos más fuertes del torneo.
Con esta victoria los Federales llegaron a 16 campeonatos e igualaron a Herrera en el segundo lugar histórico de títulos en la pelota panameña.
El trabajo en equipo, un entrenamiento efectivo y el funcionamiento de la dupla ofensiva-defensa fueron claves en la consecución del trofeo.
“Para el triunfo tienen que conjugarse muchos factores. Hicimos una buena preparación desde todos los puntos de vista y nos trazamos varias metas. Dijimos que íbamos a competir, no a participar, y que en las dos rayas iba a ganar el que mejor lo hiciera. Esa fue nuestra filosofía», comentó Alfonso.
«En cuanto al aspecto técnico, el equipo es muy ofensivo y defensivamente solo hicieron cuatro errores en todo el campeonato. La combinación segunda-torpedero funcionó muy bien y el receptor se comportó a gran altura, pues a pesar de que se lesionó un tiempo aportó en lo finales», destacó.
Las dotes del Relámpago de Bahía Honda para dirigir son incuestionables. En su aval archiva resultados relevantes, tanto dentro como fuera del país. Sin embargo, ni él mismo tiene una respuesta clara de su estrecha relación con la victoria, aunque sí asegura que la preparación es el primer paso hacia el éxito.
«Solo Dios sabe eso, siempre lo digo. Los triunfos van acompañados de muchos detalles. Para dirigir en cualquier esfera de la vida hay que tener conocimiento. Un director es un pedagogo, un maestro y un padre. Los resultados en el béisbol se tienen desde el primer día de la preparación, y se ganan juegos y campeonatos desde el meeting».
No obstante, Urquiola vive para su país. Cada vez que sale a un terreno y culmina la faena agradece a todos los que siguen su trabajo, en especial a los pinareños.
«Mis victorias, esté donde esté, siempre son para mi pueblo. Quiero mucho a Pinar del Río y a mi gente, todos mis triunfos se los dedico a ellos.
«Hace casi un año no voy a Cuba, pero estoy al pendiente y me alegra que estén saliendo de la pandemia, pronto estarán en la normalidad. Les deseo mucha salud y suerte».
A pesar de la distancia, Urquiola está al tanto de la preparación de los Vegueros y asegura que cuando regrese al país ayudará en todo lo que haga falta.
«Yo siempre ayudo, no puedo estar sin la pelota. Cada vez que llego a Pinar descanso un día y al siguiente estoy metido en el estadio. Mientras tenga salud pueden contar conmigo», concluyó.