Pinar del Río, participantes en el XXIV Festival del Habano conocieron hoy, en vegas de Vuelta Abajo, de los esfuerzos y dedicación de productores de tabaco y colectivos fabriles y de la estrategia del Estado por garantizar la eficiencia en toda la cadena de ese rubro exportable.
Divididos en grupos, ellos recorrieron en los municipios de San Juan y Martínez, San Luis y Pinar del Río plantaciones de destacados vegueros.
En casas de tabaco o talleres presenciaron las escogidas y despalillos y el secado, fermentación y clasificación de las aromáticas hojas, como pasos que anteceden su entrega a la industria donde experimentados torcedores llegan a convertirlos en puros Premium.
Del esmero, rigor y exigencias con que escogen y procesan el tabaco para tripa y capote (de sol por cultivarse al aire libre), así como el de capa (tapado) les hablaron sus protagonistas, la mayoría mujeres.
En San Juan y Martínez el joven productor Maikel Osorio, de la finca Hoyo de Monterrey, precisamente el nombre de una de las marcas que en el mundo comercializa la Corporación Habanos S.A., explicó a la prensa la tradición familiar de mantener ese cultivo, por lo cual habló de cuánto aprendió de su difunto padre.
Directivos de empresas tabacaleras también refirieron la estrategia trazada de, en medio de la recuperación de las casas de tabaco dañadas en el 2022 por el huracán Ian, avanzar en la siembra o en sus preparativos, y de apoyar con recursos a los productores, en aras de garantizar ese rubro exportable.
La visita hoy martes a vegas de Pinar del Río, la tierra del considerado mejor tabaco del mundo, es una de las principales actividades del XXIV Festival del Habano, inaugurado el lunes en el Palacio de Convenciones de La Habana.
La cita se clausura el viernes y asisten más dos mil especialistas, empresarios, distribuidores, comunicadores, hombres de negocios y otros amantes del Habano de unos 100 países, por lo cual por estos días La Habana es la capital del mayor evento de los puros Premium.