La hermosa geografía de La Palma se erige sobre suelos fértiles, de alto potencial productivo, convertir esas ventajas naturales en resultados y bienestar para los lugareños es uno de los retos a los que se enfrentan los tabacaleros del territorio.
En la anterior campaña se incumplió el plan de siembra en 30 hectáreas, mientras que el de acopio quedó al 90 por ciento y los rendimientos fueron de apenas 0,51 toneladas por hectáreas, resultados que, pese a las adversidades climáticas y a la entrada tardía de recursos, pudieron ser superiores, revertir esos indicadores en la actual contienda es el propósito.
REAJUSTES Y CONVENCIMIENTO
Inicialmente concibieron un plan de siembra de 400 hectáreas, pero se reajustó a 290, ya todas están contratadas y no existen dificultades para acopiar 319 toneladas, porque hasta el momento cuentan con el aseguramiento material necesario de fertilizantes, pesticidas y combustible, entre otros insumos, aseguró Orlando Camargo Álvarez, director agrícola de la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco (ABT) La Palma.
Ubicaron semilleros estatales en áreas de productores privados, esto permitió la riega de 200 canteros, y vinculan estos a cooperativas o cosecheros individuales.
Luis Pérez Martínez es un productor independiente que acumula casi un decenio de experiencia en el cultivo de la solanácea, confiesa que le va bastante bien. En sus tierras hay semilleros, cuenta con la asesoría de especialistas de la unidad empresarial de base (UEB), la cual también se beneficia económicamente de esta alternativa, esencial, ya que los indicadores no son favorables.
Entre los vegueros que respondieron al llamado de incrementar áreas de tabaco se encuentra Marcial Pérez Cruz, socio de la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Froilán Carrasco, en su caso, dispone de muy poca tierra, apenas tres hectáreas, y para cumplir con sus compromisos apostó por una estrategia innovadora: la siembra intercalada con frutabomba.
Explica que ambos cultivos demandan casi lo mismo en cuanto a fertilizantes y pesticidas, a la vez, escalona la fruta, para que cuando demande más atenciones ya se haya realizado la cosecha del tabaco.
Hacía varias campañas que había renunciado a plantar, pues perdió su casa de cura, pero se motivó para la actual contienda y espera resultados positivos, especialmente, por el respaldo de insumos que han tenido, aspecto sobre el que destaca la entrega de motores de combustión para mitigar los problemas que enfrentan con el riego por el déficit de energía eléctrica.
Diosvel Fernández García, quien recientemente asumió como director general de ABT La Palma, enfatizó que el reto de llegar a las 400 hectáreas es un propósito a materializar en un futuro inmediato, porque existen las áreas para lograrlo, y ello repercutirá de forma positiva sobre la preindustria, al no tener que adquirir materia prima para las escogidas.
PARA CAMBIAR NÚMEROS
El estado económico financiero de la Empresa es desfavorable, con una pérdida de 32.5 millones de pesos, a partir de los altos intereses bancarios por no amortizar los créditos en el tiempo establecido, entre otras causas como el pago por interrupciones laborales sin respaldo productivo, a lo que da solución el cambio de matriz energética.
Yamilka Rivero Graverán, directora de preindustria, puntualizó que cuentan con tres escogidas y dos despalillos, están cubiertas todas las plazas de operarios, las unidades poseen un estado constructivo favorable y ya disponen en cada una de ellas de paneles solares, lo que elimina las paradas asociadas a los molestos apagones, y asegura que los trabajadores están muy contentos, porque no les perjudica el salario.
“Ya las mujeres ni se dan cuenta de cuándo se va la luz, es un pestañazo y se enciende de nuevo con el módulo fotovoltaico”, comentó Sebastián Ruisánchez Cajía, administrador del centro VD-35, y añade que hasta su instalación era mucho el dinero que perdían al pagar sin generar ingresos.
Hay otras acciones encaminadas a recuperar los indicadores financieros,
Fernández García destaca, entre ellas, que cada UEB plante dos hectáreas de tabaco, al no comprar la hoja y asumir la actividad agrícola, eso generará dividendos que les ayudarán a amortizar las pérdidas.
A la par, incrementarán la producción de alimentos, tanto con fines de autoabastecimiento como para el expendio a la población, lo que, igualmente, repercutirá en un mejor aprovechamiento de la tierra, lo cual debe de ir junto con la recuperación de aquellas que están ociosas.
Y UN POCO MÁS
Diosvel sabe que es mucho el camino a recorrer, que se necesita un salto gigantesco, pero confía en las potencialidades y en que, paulatinamente, el tabaco se consolide como pilar de la economía del municipio. A los cosecheros de La Palma les toca liderar la transformación local, en aras de esa deseada bonanza que, como nación, esperamos.