Pinar del Río y Sancti Spiritus miden fuerzas desde ayer en los cuartos de final del campeonato cubano de béisbol, en duelo pactado al mejor de siete desafíos.
Los vegueros concluyeron en la primera posición de la fase clasificatoria, en una temporada de ensueños en el que archivaron 50 triunfos en 74 salidas, y son los favoritos para obtener el boleto a semifinales.
Dirigidos por un mánager que lleva en la sangre el ADN ganador como Alexander Urquiola, la tropa verde, literalmente, arrasó con sus contrarios al vencer en sus 15 subseries particulares, un récord para campeonatos de 75 juegos.
En todos los departamentos fundamentales de juego fueron superiores a sus rivales espirituanos, ocupantes del octavo escaño en el ordenamiento general.
Además, los nuestros implantaron un récord en cuadrangulares conectados con 87. Este equipo que guarda en sus vitrinas 10 trofeos de campeón en series nacionales, nueve medallas de plata y tres de bronce fue segundo en promedio ofensivo con .329 y en efectividad desde el montículo, al aceptar nuestros lanzadores 4.33 carreras limpias cada nueve entradas.
Aunque no estuvieron a la altura en la defensa, acápite este en el cual siguen sin mejorar de un año a otro, con 98 errores y un average de .965 (oncenos), también superaron a sus retadores del Yayabo, quienes se ubicaron últimos con una friolera de 121 pifias y .957 de promedio de fildeo, algo espantoso, y que en la etapa de postemporada crece por la lógica tensión de este tipo de desafíos.
Individualidades hay muchas con semejantes números, pero el tridente de William Saavedra, Alexei Ramírez y Yaser Julio González fue la bujía inspiradora que movió esta maquinaria verde, que inexplicablemente quedó fuera de la temporada pasada. Lógico, el hecho de tener a Alexei Ramírez, nadie lo duda, es una fuente motivadora para el equipo.
Saavedra fue el líder de los bateadores de la campaña con .411 de promedio ofensivo, conectó 14 cuadrangulares (noveno) y se ubicó segundo en slugging (.680) y OPS (1.135).
El “ Pirineo” Ramírez, quien jugó nueve años en las Grandes Ligas, también pegó 14 vuelacercas, fue segundo en carreras impulsadas (70) y tercero en bases recorridas (156); mientras, Yasser González concluyó quinto en bambinazos (17), cuarto en total de bases (153) y segundo impulsando el empate o la ventaja (21).
Sería una sorpresa si los gallos de Sancti Spíritus lograran derrotar a nuestro conjunto, pero en el deporte no hay nada escrito, mucho menos en este, en el que el mayor porcentaje de una victoria depende de un solo hombre: el lanzador.
La mala noticia para ellos es la partida en los próximos días a la Liga Intercondados de Canadá del relevista Yankiel Mauris, quien se llevó el liderato de juegos salvados (12) y fue octavo en ponches propinados (55).
Ese equipo, que en toda su historia apenas ha ganado un campeonato en el lejano año de 1979, cuenta con jugadores de la talla de Yunier Mendoza, quinto de los bateadores (.385 Ave) y Rodoleisis Moreno, líder en imparables del torneo (107).
La leyenda llamada Frederich Cepeda lleva un capítulo aparte. Este toletero de mil batallas, que volvió a firmar una buena contienda como ha hecho a lo largo de 26 temporadas, es una fuente de inspiración, y puede cambiar la decoración de un partido en apenas unos segundos. Líder de todos los tiempos en dobles (471), extrabases (896) y bases por bolas (2 197), es segundo en jits (2 487) e impulsadas (1 460), cuarto en vuelacercas (371) y octavo en average de bateo (.337).
A favor de los gallos está la forma en que terminaron la Serie, al vencer en 19 de sus últimos 25 pleitos, para lograr un asiento en esta instancia, cuando la mayoría de sus parciales habían perdido las esperanzas.
En la historia de los play offs estos dos equipos se han visto las caras seis veces, y los pinareños vencieron en cuatro de ellas, con un balance a su favor de 20 triunfos y 14 reveses.
En esta Serie está llamado a imponerse el bateo de los vegueros, pero sin descuidar ni un instante el trabajo del montículo que, a la postre, decidirá los partidos. Quizás por ello, Alexander y su cuerpo de dirección, decidió darle la pelota a Branlis para el primer compromiso, que pudiera significar para los locales la posibilidad de quedar fácil rumbo a la etapa de semifinales.