Con el anuncio de la nómina de Pinar del Río a la próxima Serie Nacional, mucha expectativa ha creado la presencia de exligas mayoristas, como es el caso de Alexey Ramírez. Sin duda alguna, la figura del “Pirineo”, como también lo llaman sus seguidores, le da un plus diferente al hecho de visitar el estadio Capitán San Luis.
Pero la nave verde no solo es Alexey, cuenta también con promesas que vienen despuntando muy bien, y otros consagrados. El conjunto está integrado por cinco receptores, nueve jugadores de cuadro, igual cantidad de jardineros y 17 lanzadores.
La nómina tiene, además, un total de 10 novatos, dentro de ellos, siete jugadores de posición y tres lanzadores. La novena que representará a Vegueros de Pinar del Río muestra una experiencia competitiva amplia, y aún permanecen seis integrantes del equipo campeón en la Serie 53 y cinco de la Serie del Caribe. El promedio de edad del conjunto es de 27,5 años.
Todo esto indica que, amén de lógicas preocupaciones por un torneo largo con 75 desafíos, no puede ser solo el objetivo ir por mejorar el patético lugar 14 en la edición anterior. Pinar tiene para más, máxime si valoramos las ausencias de equipos como Matanzas, Las Tunas, incluso, Industriales, todos terminaron por encima de los nuestros la pasada campaña.
Nuevamente el área de los lanzadores destaca como una de las que presenta ciertas potencialidades en comparación con el resto. Brazos jóvenes, con fortalezas, trabajo sólido en la finalizada Serie Provincial y Torneo de Clubes Campeones, presagian que aquí pudiera consolidarse el fuerte mayor.
Eso sí, mucho trabajo pasará el relevo intermedio y los cerradores. La salida temprana de Frank Luis, Medina, y la baja de Leonardo Ocle del conjunto, dejan casi desamparado al supersónico Orisbel Borges para el final de los partidos.
Para la parte intermedia del juego tendrán que ocupar su rol Gabriel Cantero, Frank Denis Blanco, Jan Carlos García y otros como Genier Álvarez, por solo mencionar los de más experiencia. Es hora de que los antes mencionados pasen de ser promesa a realidad sólida y sumen a la causa verde amarilla.
La apertura, con la ausencia inicial de Vladimir Baños (lesión), supone reacomodar las fichas. Casanova, Mario Valle, Branlys Rodríguez, Mario del Hoyo y Yeniel Medina pudieran ser los cinco primeros, hasta que el veterano Baños regrese por todos sus fueros. Está aquí, que nadie lo dude, la mayor fortaleza de los vegueros.
Sin esos bateadores que impresionen a la ofensiva, necesariamente dependerá de aplicar la velocidad en función de construir carreras. Alinear a hombres como Alexey Ramírez, Saavedra, Lázaro Emilio Blanco y Yasser Julio González (este último llamado a traer más carreras), de manera tal que le sea imposible al contrario escapar de su embestida.
Otros como Taylon Sánchez, Juan Carlos Arencibia, Mario Lázaro Sánchez y el prometedor Lázaro Páez Casanova son a todas luces la rapidez y el tacto del cual está urgido el elenco de casa.
Sin temor a equivocarme, considero que algo que debe acompañarlos en esta nueva Serie será la unión, esa que posibilita salir de los más escabrosos escollos, todos surgidos en la competencia.
Lo más negativo la pasada campaña, la defensa. Fueron 102 los errores cometidos, muchos, para cumplir el objetivo de pelear por la clasificación y soñar con la discusión de un campeonato. No obstante, las más de ocho semanas de preparación y el poco roce en materia de topes son algunas alarmas que no sólo preocupan a los especialistas, sino que supone un reto para los propios atletas.
Clasificar a la próxima fase es un sueño posible, real, pero dependerá exclusivamente de ellos, de cómo sean capaces de entrenar dentro de la competencia (algo que no fue bien aprovechado la pasada Serie), de su unidad, motivación y más que todo, la permanencia de piezas claves en el elenco que apuntalen victorias desde el box.
La Serie está a la vuelta de la esquina. El estadio nuevamente se estremecerá, y no es descabellado pensar que en todo ese ambiente, la comisión provincial organice un digno reconocimiento a una de las figuras icónicas como es Reinier León, ahora como entrenador del conjunto.
Sería ese el incentivo para que una vez más el torneo sea ese espacio, no solo competitivo, sino el fenómeno que merecemos y el espectáculo que hoy pide a gritos la afición.