La Muestra de Arte Contemporáneo de Pinar del Río –MAC Pinar- surgió con el objetivo de visibilizar artistas y obras que manejaran presupuestos de los lenguajes contemporáneos; no solo por su experimentación con técnicas y procedimientos asociados a búsquedas o prácticas emergentes, sino por su consideración de temáticas medulares en los contextos artísticos actuales y sus potencialidades para movilizar estética y conceptualmente, pensamientos y conductas.
Nuestra primera cita constituyó un gran encuentro de poéticas diversas y aglutinó a la mayoría de nuestros artistas. Pinareños, desde dentro y fuera de Cuba, inundaron nuestros espacios expositivos, para presentar al público y a nuestro gremio de creadores, la nueva oportunidad para compartir visiones.
Era el nacimiento de un evento, que no pretendía convocar a la competición, sino a compartir, a través de invitaciones, ciertas miradas artísticas; mientras guardaba entonces sus valores financieros tangibles, en una propuesta para fomentar la creación: La Beca Viridian.
En nuestros encuentros han coincidido artistas de diversas generaciones y de mayor o menor reconocimiento público o especializado. Hemos contado con figuras tan importantes para la Historia del Arte Cubano como: el Maestro Pedro Pablo Oliva, Juan Suárez Blanco; tan presentes en muchos de los eventos de arte contemporáneo de nuestro país como: Tamara Campo, José Miguel Díaz Pérez –Mayim-B-, Elvis Céllez…; así como tantos otros jóvenes que recién comienzan.
Confluyen en esta sexta edición: dibujo, pintura, fotografía, video, instalación, arte digital… Artistas jóvenes, recién graduados y miembros de la Asociación Hermanos Saíz. Algunos ya conocidos en la escena plástica local –exposiciones, salones y bienales- y otros que se van notando en las plazas del arte joven.
Alejandro Piñeiro Ramos -Graduado de La Academia de Artes San Alejandro, Beca de Creación Salón 20 de Octubre 2021-, quien nos compartiera ciertas constantes simbólicas, factores y estados asociados al acto de creación, nos brinda ahora, desde un minucioso ejercicio del dibujo, testimonios de mayor intimidad sobre dichos paradigmas y cuestionamientos. Él, desde su propio camino de aprendizaje, se vuelve reflejo de momentos de introspección y controversia sobre el arte y sus procesos de concepción y valoración.
Yunior Pérez Rodríguez –Graduado de La Academia de Artes Carlos Hidalgo, Miembro del Proyecto artístico-pedagógico Farmacia- ha transitado por varias exploraciones en los últimos años. Desde lo más tradicional hasta lo más performático, ha compartido vivencias y exorcizado metafóricamente algunos de sus episodios vitales, tanteando la fortaleza transformadora y sanadora del arte.
De esas deconstrucciones vienen también sus pinturas, que como cómplices o testigos, brotan y resurgen entre ellas y con el todo que conforman como serie, para establecer parámetros de la verdad, o al menos asideros necesarios de la memoria. Vínculos familiares; anécdotas desdibujadas, aunque perennes, de momentos decisivos; recibimientos y avistamientos cual despedidas.
Orlando Hernández Pérez –Lic. Educación Plástica, Miembro de la ACAA- comparte sus más recientes pinturas, e incursiona en nuevas formas de presentar a sus seres y entornos. A su obsesión por centrarse con gran nitidez en los personajes y privilegiarlos entre circunstancias inaprensibles o de vocación abstracta, ha sumado un gran interés por cuestiones sociales, que apuntan con mayor rigor a los humanos y los escenarios que le circundan. Aun desde ambientes desdibujados, estos nuevos seres articulan y respiran toda la comedia, drama y tragedia del mundo.
Sus nuevas pinceladas, más sueltas y espontáneas, y su potente paleta multicolor, no solo comprenden cambios estéticos desde lo formal. Orlando apuesta –más allá del delicado elogio o la lírica reconstrucción de la naturaleza humana y la identidad cubana- por la captura, no de escenas esporádicas marcadas por la circunstancialidad, sino por elementos y cotidianidades que apuntan controversialmente a la permanencia.
Lisandra Carrodegua Hernández –Lic. Estudios Socioculturales, Miembro de la AHS- y Jormay González Monduy -Graduado de La Academia de Artes San Alejandro, Lic. Educación Plástica-, proponen desde la fotografía y las herramientas del universo digital.
Ella, que ha estado sondeando la abstracción, el redescubrimiento de paisajes desde otras perspectivas, las potencialidades del desnudo y el autorretrato, nos invita a diseccionar realidades y reconstruirlas desde las potencialidades simbólicas del fragmento; y a crear desde el empleo de los recursos tecnológicos en pos de la subjetividad.
Por un lado, abre todo un universo de posibles elucubraciones desde elementos aparentemente triviales y por otro, establece paralelos entre legendarios vértices como: blanco-negro, positivo-negativo, real-virtual… para a través de cierto juego perceptivo, acercar algunas concepciones antropológicas y de género.
Mientras que él, más interesado en lenguajes digitales, nos ofrece una galería de imágenes plenas de cambios, mutaciones, reconstrucciones y variaciones, a la vez que ataviadas de gran simbolismo. Sagaces objetos-fenómenos que contienen no solo la naturaleza humana con sus aciertos y sobre todo complicaciones y vicios, sino las mismísimas paradojas de la sociedad contemporánea. Problemáticas de género, violencia, burocracia, guerras, discriminación, manipulación de la información. Desde una significativa economía de elementos, potentes iconos y un dramático protagonismo de la luz, Jormay parece decidido a codificar la actualidad.
Raidel Hernández Iglesias –Instructor de Arte, Licenciado en Comunicación Social, Miembro del Proyecto artístico-pedagógico Farmacia-, ha crecido mucho con el Proyecto. Sus operatorias han implicado movidas entre lo bidimensional, instalativo y ambiental. Muy enfocado en la memoria telúrica y la búsqueda de las esencias individuales y colectivas. El análisis de orígenes y fuentes de conocimiento le ha valido serios ejercicios de autorreflexión y provechosas investigaciones existenciales-histórico-familiares.
Raidel ha indagado en el recuerdo construido y deconstruido infinita y aleatoriamente, a través de la fotografía y la suma de diversos materiales y espacios para establecer coordenadas o marcar rumbos en dichas elaboraciones. Desde su instalación en la Muestra vuelve a desandar el camino de las búsquedas personales y la proyección de ciertos análisis referidos a la memoria y la construcción humana de recuerdos, discursos y paradigmas.
Lázaro y Yerandy, desde el video, nos ofrecen experiencias viscerales. Lázaro Prieto González –Instructor de Arte, Licenciado en Comunicación Social, Miembro de la AHS, Esp. del Centro de Artes Visuales-, que viene dialogando sobre raza, racialidad y discriminación racial, desde la fotografía, la instalación y la autorreferencialidad, ahora establece un medio un tanto más contundente justo para asumir una postura mucho más radical y militante en su especie de denuncia.
Yerandy Pérez Aguilar –Técnico en Informática, Miembro del Proyecto artístico-pedagógico Farmacia-, que había estado concretando visiones artísticas, históricas y filosóficas, nos comparte ahora otras incursiones dentro de la realización audiovisual. Su pieza devela un gran interés por formas de narración diferentes.
En pleno crecimiento, el joven artista ha concebido notables interacciones con los nuevos medios. Su quehacer desde el video apenas comienza y ya denota una sensibilidad especial en confluencia de imagen y sonido, poder simbólico, manejo de efectos, tiempo, ritmo… y congruencia estética.
Y Michel GMG –Graduado de la Academia de Artes Carlos Hidalgo-, caso singular en el contexto local, quien se ha asomado a casi todos los géneros de las artes visuales –incluyendo aquellas piezas ¨filotecnopoéticas¨-, cuya obra ha crecido en complejidad e interactividad y quien desde hace algún tiempo gestiona el Proyecto OCCC.
Desde su oficina recrea escenarios donde comparte monólogos en pos de diálogos; como dibujando a través de recursos literarios, marcadas dosis de ironía y un tanto de esperanzadora-utopía-inevitable consciente de su casi seguro fracaso anticipado… cual metáfora -más que familiar- del panorama mundial en materia de información y comunicación.
Desde que surgió MAC Pinar, nuestro interés por los más jóvenes ha crecido, no solo por nuestras lógicas indagaciones respecto a su caudal, sino por el propósito de sondear proyectos más experimentales, los cuales suelen brotar con frecuencia –si nos concentramos más en la propuesta como chispa potenciadora de horizontes que en la consecución individual- en los espacios académicos, al calor de análisis y prácticas más enfocadas en los lenguajes contemporáneos.
Hoy la Muestra sigue constituyendo un pretexto para aglutinar ciertos artistas, explorar sus producciones más recientes o extraordinarias y fomentar proyectos desde el sustento de su beca. Desde su plaza habitual en el Centro Provincial de Artes Visuales, resulta una de las alternativas en este periodo estival.