Como parte de la recién concluida jornada literaria Letra de Molde, gestada desde la Asociación Hermanos Saíz en Pinar del Río, quedó inaugurada la exposición colectiva de ilustración, Viñetas, que estará abierta al público todo el mes de abril.
La expo acoge la obra de Yanet Pérez, Yunior Ramírez, Yasser Curbelo, Yancarlos Perugorría, Roberto Martínez y José E. Reyes Ortiz. El concepto curatorial defiende la manifestación como una expresión auténtica de las artes plásticas, no siempre reconocida dentro del universo artístico literario; insuficientemente investigada y desatendida por la crítica.
Viñetas no sigue una corriente, es tan versátil como diferentes son las poéticas de sus autores y el tema que la encarga. La curaduría de la muestra se ha formulado a partir de las dos líneas más generales: la ilustración y la historieta, y respectan al público al cual van consignadas. La primera está destinada a niños y la segunda, con tonos más eróticos y terrenales, a adultos.
Ambas expresiones tienen como puntos de contacto el dibujo, pero una es más libre que la otra, porque no depende de encargos editoriales (en este caso). Mientras que la historieta es un arte secuencial, formado por ilustraciones yuxtapuestas y en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información u obtener una respuesta estética del lector; ilustrar para libros significa interpretar el texto de otro como pie forzado para tejer su propia décima visual, no obviando el destinatario y la fuerza comunicacional de la imagen creada.
Si la ilustración desempeña un rol fundamental para el desarrollo intelectual de los niños: porque fija conceptos en la memoria, enriquece la personalidad, adiestra la imaginación, la creatividad, la razón crítica y educa el amor por la literatura; la historieta produce disfrute estético, entretiene, sugiere, expresa un nivel de síntesis formal que no todos logran y la misma destreza comunicativa que la ilustración.
En la actualidad, los libros no contienen simples ilustraciones que acompañan a un texto, a veces son ellas las que narran en una ausencia casi total de la palabra. Y la novela gráfica y el comic otorgan a la historieta iguales cualidades.
En palabras de la catedrática española Teresa Colomer: “La literatura contiene imágenes de tal fuerza que se perpetúan en la mente del lector hasta mucho tiempo después de haber leído la obra. Incluso, muchas veces, aunque el argumento se haya olvidado completamente, continuamos recordando determinadas escenas y visiones que nos impactaron especialmente”. Exponer este tipo de arte, es agradecer a quienes dibujan los personajes que una vez soñamos, entre abras y cadabras.
En manos de estos creadores recae una responsabilidad muy grande: la de retar al lector y revelar lo que no expresan las palabras. Ellos no solo decoran y embellecen el texto, sus obras son tan autónomas como cualquier texto literario, muestran partes del mundo que nos rodea, experimentan y explotan al máximo la gráfica al servicio del concepto artístico.