El 23 de julio pasado el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que el brote de viruela símica en varios países constituía una emergencia de Salud Pública de importancia internacional (ESPII).
Este tipo de declaración es el nivel más alto de alerta en materia de salud pública a nivel mundial en virtud del Reglamento Sanitario Internacional y, según explica el sitio web oficial de la OMS, puede mejorar la coordinación, la cooperación y la solidaridad en todo el mundo.
De conjunto con la alerta, el organismo enunció un grupo de recomendaciones para que los diferentes países en los que se han confirmado casos puedan combatir el brote y controlarlo.
VIRUELA SÍMICA O VIRUELA DEL MONO
Denominada de ambas formas, es una zoonosis viral (enfermedad provocada por virus transmitido de los animales a las personas) rara, que produce síntomas parecidos a los que se observaban en los pacientes de viruela en el pasado, aunque menos graves.
Después que se erradicara la viruela en 1980, la viruela símica, que pertenece también al género Orthopoxvirus, se ha convertido en la más importante de su tipo.
Quienes la contraen suelen presentar erupción o lesiones cutáneas, fundamentalmente en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Hasta el momento seguía apareciendo de forma esporádica en algunas áreas del occidente y centro de la selva tropical de África. No obstante, el brote actual en países en los que no era habitual encontrar el virus como en las regiones de Europa, las Américas, el Pacífico Occidental y los países del Mediterráneo Oriental, preocupa a las autoridades sanitarias internacionales.
TRANSMISIÓN
La viruela símica es transmitida a las personas por distintos animales como roedores y primates. La infección se produce al establecer un contacto directo con la sangre, los líquidos corporales y las lesiones de la piel o las mucosas de los animales infectados.
La llamada transmisión secundaria o entre personas puede estar dada por un contacto estrecho con secreciones infectadas de las vías respiratorias o lesiones cutáneas de una persona infectada. Puede ser también a través de objetos contaminados recientemente con los fluidos del paciente o materiales de la lesión.
De igual modo, se ha comprobado que la infección se transmite por inoculación o a través de la placenta, lo cual ha sido denominado como viruela símica congénita.
Según reza el sitio de la OMS, el riesgo de contraer la viruela símica no se limita a las personas que son sexualmente activas o a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, como se ha referido en varios canales de información. “Cualquier persona que tenga contacto directo con alguien que tiene síntomas está en riesgo”, advierte el sitio.
Resalta que “muchos de los casos notificados en este brote se han detectado en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Dado que el virus se desplaza actualmente de persona a persona en estas redes sociales, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres pueden tener actualmente un mayor riesgo de exposición si tienen contacto directo con una persona infecciosa.
La realidad es que “no hay evidencia de que el virus de la viruela símica se transmita por vía sexual”, acota la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Se ha descrito que el periodo de incubación de la viruela símica es entre seis y 16 días, aunque puede variar entre cinco y 21.
Para su estudio y atención la infección se divide en dos periodos: Invasión y Erupción cutánea.
Durante el primer momento, que es hasta los cinco primeros días, suele existir fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía).
Entre el primer y el tercer día después de la primera fiebre puede aparecer el exantema, el cual suele mostrarse primero en el rostro para después extenderse al resto del cuerpo. La eliminación total de las costras puede durar hasta tres semanas.
Se ha demostrado que algunos pacientes presentan linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos) grave antes de la aparición del exantema. Este sería un signo característico de la viruela símica que permite diferenciarla de otras enfermedades muy parecidas.
Resulta esencial precisar que no hay tratamiento ni vacuna para esta enfermedad. “Se estima que la vacunación antivariólica previa ha resultado también muy eficaz para prevenir la viruela símica”, señala la OMS.
No obstante, los síntomas de la viruela símica suelen resolverse espontáneamente. “La atención clínica de la viruela del mono debe optimizarse al máximo para aliviar los signos, gestionar las complicaciones y prevenir las secuelas a largo plazo”.
Entre los consejos que ofrece la OPS está cuidar la erupción dejando que se seque si es posible o cubriéndola con un apósito húmedo para proteger la zona si es necesario.
“Debe evitarse tocar cualquier llaga en la boca o los ojos. Se pueden utilizar enjuagues bucales y gotas para los ojos siempre que se eviten los productos que contengan cortisona”, señala el organismo.
BROTES ANTERIORES
En la República Democrática del Congo, donde se considera endémica la viruela del mono, entre 1996 y 1997 hubo un importante brote.
En el 2003 se confirmaron casos en los Estados Unidos. Esta fue la primera vez que se diagnosticó la enfermedad fuera del continente africano.
Desde 1970 se han confirmado casos en 10 países africanos: Camerún, Côte d’Ivoire, Gabón, Liberia, Nigeria, República Centroafricana, República del Congo, República Democrática del Congo, Sierra Leona y Sudán del Sur.
En 2017, Nigeria sufrió el mayor brote de viruela símica del que se tenía conocimiento hasta el momento.
¿CÓMO PROTEGERSE?
Ya hemos explicado que el tratamiento es sintomático. Sin embargo, siempre está la oportunidad de protegerse. Es muy importante que se restrinja el contacto directo con personas con viruela símica confirmada o presunta, o con animales que podrían estar infectados.
De igual modo, mantenga limpio los entornos en los que permanece y que pudieran estar infectados.
Aunque la tasa de letalidad ha variado considerablemente, la mayoría de las defunciones se producen en niños pequeños y los grupos de edades más jóvenes parecen ser más susceptibles a la viruela símica, acota la OMS. El diagnóstico definitivo solo se puede establecer mediante pruebas de laboratorio.