La rabia, una enfermedad viral transmitida principalmente a través de la saliva de animales infectados, sigue siendo un problema de salud pública en muchas regiones del mundo, incluyendo Cuba.
En Pinar del Río, la presencia de perros callejeros y la falta de conciencia sobre la importancia de la vacunación contra la rabia representan un desafío significativo en la prevención de esta enfermedad.
¿Qué provoca la rabia?
La rabia en los perros es una enfermedad viral causada por el virus de la rabia, que pertenece al género Lyssavirus y afecta el sistema nervioso central de los animales y se propaga a través de la saliva infectada, generalmente transmitida por la mordedura de un animal infectado. En los perros puede ser provocada por la mordedura o el contacto con varios tipos de animales que estén infectados con el virus de la rabia.
Los principales animales que pueden transmitirla son otros perros infectados, los animales salvajes como zorros, mapaches, murciélagos y mangostas y también puede venir de animales domésticos como los gatos.
Una vez que un perro ha sido infectado con el virus de la rabia, este se replica en el sitio de la mordedura durante un período de incubación variable que puede durar semanas o incluso meses. Durante esta fase inicial, los síntomas no son evidentes y el perro no muestra signos clínicos de la enfermedad.
A medida que el virus se propaga a lo largo de las fibras nerviosas periféricas hacia el sistema nervioso central, los síntomas de la rabia comienzan a manifestarse.
Las dos formas principales de mostrarse son la rabia furiosa y la paralítica, cada una con sus propias características clínicas distintivas.
En la rabia furiosa los perros muestran signos de excitación, agresividad, comportamiento anormal, dificultad para tragar, aumento de la producción de saliva y eventualmente parálisis. Suelen volverse violentos y atacar a otros animales o incluso a humanos.
Otra variante es la rabia paralítica, en la que los canes experimentan debilidad progresiva, parálisis muscular, dificultad para moverse, cambios en el tono muscular y eventualmente la muerte. Es menos común, pero igualmente letal.
En etapas avanzadas de la enfermedad, los perros infectados con rabia pueden presentar cambios de comportamiento drásticos, dificultades respiratorias, convulsiones, coma y finalmente la muerte.
Efectos en las personas
La rabia es una enfermedad mortal en los seres humanos si no se trata adecuadamente y a tiempo. Una vez que aparecen los síntomas es incurable y casi siempre resulta en la muerte. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, ansiedad, confusión, alucinaciones, espasmos musculares y parálisis.
Resulta vital buscar atención médica inmediata después de ser mordido por un perro sospechoso de tener rabia, la administración de la vacuna antirrábica y la inmunoglobulina específica, medidas que pueden prevenir la progresión de la enfermedad en el cuerpo humano.
La carencia de medicamentos en Pinar del Río, la falta de educación sobre la importancia de vacunar a las mascotas y la presencia de perros callejeros, representan desafíos para la erradicación completa de la rabia en la provincia y se requiere un esfuerzo conjunto de las autoridades, los veterinarios, los dueños de mascotas y la comunidad en general para prevenir su propagación.
La prevención a través de la vacunación masiva, el control de poblaciones callejeras y la concienciación pública son esenciales para reducir los riesgos asociados con esta enfermedad zoonótica.
Es necesario fortalecer los programas de vacunación, promover la tenencia responsable de mascotas y fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia los animales para combatir eficazmente la rabia. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo será posible controlar eventualmente erradicar este grave problema de salud pública para el beneficio de toda la sociedad.