La compañía lírica “Ernesto Lecuona” de Pinar del Río, la más antigua de su tipo en el país, vuelve a escena este fin de semana con la reposición de “A mucha honra”, adaptación del sainete lírico español “El alcalde honrado”.
Luego de unos dos años desde su última puesta, la obra regresa a las tablas del teatro José Jacinto Milanés, esta vez con un elenco renovado casi en su totalidad y en el que predominan jóvenes figuras de la compañía, formadas en su unidad artístico docente.
“Incluso tenemos insertados dos estudiantes que ya casi finalizan sus estudios, a los que les encajaba muy bien esta obra para el completamiento de su formación. Es una obra muy refrescante para el público, que la ha agradecido mucho en las puestas anteriores”, aseguró Francisco Alonso Díaz, director fundador de la agrupación.
El maestro definió la propuesta como un sainete lírico con ribetes de comedia de enredos. De su puesta en escena, destacó además la participación de la orquesta acompañante del conjunto, que el próximo noviembre cumplirá 60 años de fundada.
A propósito, Alonso Díaz adelantó a Guerrillero que coordinan varias iniciativas que sirvan de agasajo a la orquesta; entre ellas, el intercambio con integrantes de la Sinfónica Nacional y presentaciones en otros territorios del país.
También anunció el artista el estreno en los próximos meses de la obra “Azul infinito”, con texto y puesta en escena del joven bailarín José Armando Crespo Castillo, quien mereciera con este proyecto la beca de creación El reino de este mundo, que otorga la Asociación Hermanos Saíz.
“Se trata de un espectáculo musical con una fuerte carga danzaria, consiste en una adpatación de la leyenda asiática “El hilo rojo”, pensamos que va a ser un espectáculo muy interesante para el público pinareño”, acotó el director.
La unidad artístico docente
No se puede hablar de la compañía lírica “Ernesto Lecuona” sin mencionar los resultados de su unidad artístico docente. Con más de 60 años de creada, la agrupación ha debido renovarse constantemente, sobre todo ante la fluctuación de artistas que ha caracterizado a la escena nacional en los últimos tiempos. La principal fortaleza para sortear tales contratiempos ha sido la escuela, que surgió en el año 2002.
“Hemos trazado la estrategia de matrícula de la unidad docente pensando siempre en garantizar la sostenibilidad de la compañía y en la calidad de la enseñanza; no es una escuela para matrículas masivas, sino una escuela con un rigor de selección en sus exámenes de ingreso y en el transcurso de la carrera”, aseguró el maestro Francisco Alonso.
Una veintena de alumnos conforman la actual matrícula en las carreras de Canto y Bailarín de Teatro Musical; mientras que el próximo septiembre ingresarán otros 17 estudiantes en esos perfiles.
Asegurar la práctica pre-profesional en el transcurso de los estudios y no al final; así como defender la formación artística integral de los jóvenes talentos han sido premisas de la unidad educativa, de acuerdo con las palabras de su director.
“Nuestros muchachos a la par que hacen su bachillerato dentro de la carrera, tienen un currículum de asignaturas que apuestan por la integralidad profesional, pues el artista que se dedica al teatro musical tiene que cantar, bailar, actuar…
“Hoy la edad promedio de la compañía está sobre los 25 años, no hay temor con el futuro, pensamos que está garantizada la continuidad de ese reconocimiento y esa calidad con que el público nos ha identificado siempre”, concluyó.