Dinamitar el espacio con nuevas ideas. Generar una onda expansiva que esparza semillas por doquier. Que en esas semillas vaya el germen de la vida, el alimento para sustentarla, la creación para salvarla.
Por esos caminos anda el performance taller Bomba verde, la más reciente propuesta creativa de Polizonte Teatro, en alianza con el proyecto artístico pedagógico Farmacia, que lidera el artista visual Juan Carlos Rodríguez.
La iniciativa tuvo su primera edición en el Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana, donde Farmacia participa de las acciones del proyecto mexicano La escuela del fin del mundo, iniciadas en mayo pasado con la exposición Códice del fin del mundo, y enfocadas ahora en la generación de experiencias interactivas con el público acerca del impacto depredador causado por el capitalismo sobre la naturaleza y la sociedad humana.
En tiempos de crisis económica, presagios guerreristas y resquebrajamiento de valores sociales, Polizonte Teatro, representado por el performer y artista visual Roberto Caveda Carrasco, propone sustituir las bombas y las carencias por una explosión de nuevas semillas, como gran metáfora de la vida y su sustento.
El concepto artístico de la obra se inspira en las ancestrales bombas de semillas, una técnica que tuvo sus primeros antecedentes en el Antiguo Egipto con el objetivo de aumentar las cosechas, y de la cual también existen evidencias en las culturas mesoamericanas.
Además, Caveda Carrasco usa como referente las bombas de semillas que en fechas más recientes han intentado repoblar zonas deforestadas desde México hasta Argentina, y en un plano más vivencial y cercano, apela a la larga tradición del pueblo cubano en el cultivo de la tierra y en el uso de la medicina natural.
De la bomba de semilla nace entonces la “bomba verde”, conformada por cientos de simientes de plantas con propiedades medicinales, alegóricas al arte como proceso de sanación, un concepto que entronca con los principales presupuestos teóricos de Farmacia.
Barro, cenizas de carbón, tierra y serrín se amalgaman en la composición final de esta bomba salvadora como recordatorio de la necesidad de volver a la tierra o, lo que es lo mismo, reconciliarnos con nuestra génesis, nuestras esencias.
“Y si vamos a lanzar bombas, que sean de semillas”, es la invitación final del artista, mientras un videoarte de la también pinareña Thailín González Pacheco complementa el discurso.
Bomba verde es una muestra más de cómo borrar barreras entre el arte visual y el teatral, línea estética defendida por Polizonte en sus últimas puestas en escena. Asimismo, constituye un contundente llamado del proyecto a la protección del medio ambiente y a la salvación de la humanidad.
También “Grandes Puentes”
Polizonte Teatro trabaja además en la organización del proyecto Grandes Puentes, que pretende captar jóvenes talentos del arte teatral e impartirles talleres de formación que faciliten su ingreso a la Universidad de las Artes Cubana (ISA).
Con la aprobación de esa institución académica y del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, la iniciativa debe acontecer desde el próximo agosto hasta enero de 2025, y convoca a estudiantes que ya hayan vencido el duodécimo grado.
Para impartir los talleres, “Grandes Puentes” aspira a reunir a los profesionales pinareños egresados del ISA en los distintos perfiles de las artes escénicas; dígase Teatrología, Dramaturgia y Actuación. En tanto, la preparación para los exámenes de Diseño Escénico la asumiría el proyecto artístico pedagógico Farmacia.
Caveda Carrasco, como coordinador del proyecto, anunció que prevén la realización de los talleres en la sala Aurora Martínez, el Mapri y la librería Viet Nam Heroico. Aseguró, además, que la intención es captar estudiantes de toda la provincia, con la ayuda de los instructores de arte. Guerrillero seguirá de cerca este proyecto todavía en ciernes, que mucho pudiera ayudar a la revitalización del teatro pinareño, urgencia ya abordada en otras ediciones de este semanario.