A esta altura debíamos estar acostumbrados, porque tanto dolor cada día debe blindar los sentimientos, pero no… ya me duelen las palabras de acostarnos con zozobra y despertarnos con las peores noticias… y aún tenemos que salir, vivir, vencer y avanzar, es lo único posible.
Hace unas semanas escribí sobre la necesidad de defender las bardas de la ciudad (y por ende de la provincia); hoy la pura verdad es que el fuego está entre nosotros, no tenemos que temer a un enemigo agazapado, porque el Sars VoC2 vive en nuestras casas y cada uno lucha por desalojarlo, es más, ya ni averiguamos quien lo trajo.
En búsqueda de consuelo acudí a mi archivo y la verdad que leí con regocijo lo escrito hace un año – el 12 de septiembre 2020-.
Fue así: “La provincia pinareña está cerca de la felicidad, solo quedan seis confirmados e ingresados en el Hospital León Cuervo Rubio, de la ciudad, con Sars CoV2 y son del municipio capitalino, porque en las últimas 24 horas reportaron cuatro altas clínicas de La Palma, asociados con el evento de Mariel”.
En aquel momento, de acuerdo con los criterios médicos, los periodistas indicábamos que “los grupos de edades más peligrosas son, los de más de 20 años y de 40 hasta 60. ¿Por qué, sencillamente porque son los que trabajan, estudian o sencillamente están expuestos y son verdaderas esponjas para traer problemas al hogar y, si encima de eso, tenemos en cuenta los descuidados, los negligentes o irresponsables, lleguemos a la convicción que mayoritariamente exponen a su querida familia”?
Este 12 de septiembre, por el contrario, el parte médico diario de la Covid- 19 explica que “estudiaron 5861 muestras, resultando 1161 positivas a la enfermedad. Pinar del Río acumula 184 318 muestras realizadas para un total de 52 805 casos nuevos de la COVID-19 confirmados (294 importados) desde el 11 de marzo”, y al final la fatídica firma de ocho fallecidos, uno de los menores números de la última semana.
Lo más preocupante es que se ensayaron todas las medidas posibles, se intercambian los protocolos de actuación, nos llegaron refuerzos ajenos (no sé si los suficientes), pero las cifras bajan poco, estamos en la peor meseta, y las muertes se nos hacen cotidianas, aunque duelan, porque es como un designio de Dios.
Este lapso de 16 meses acudimos a la ciencia, la literatura y a la providencia, recordamos historias de pandemias pasadas, de epidemias locales y problemas de otros tipos, incluso hasta La Divina Comedia, las historias reales detrás de los personajes de la obra maestra de Dante
Mañana recordaremos que Dante Alighieri murió hace 700 años, el 14 de septiembre de 1321, acababa de poner sus florituras finales en la «Divina comedia», un poema monumental que inspiraría a los lectores durante siglos.
Su obra sigue el viaje de un peregrino a través de los tres reinos del más allá cristiano: el infierno, el purgatorio y el paraíso; parecidos a los que hemos pasado nosotros en los últimos dos años, más los casi 60 de enfrentamiento al imperio. Nuestro camino ha sido parecido y hasta nos ha faltado el aire.
En él se encuentra con una variedad de personajes, muchos de los cuales están basados en personas reales que Dante había conocido o de las que había escuchado.
Según Dante y los teólogos medievales, había sido víctima de uno de los siete vicios capitales, la invidia o envidia, un mal que sigue entre nosotros, que se descubre o se esconde en las redes sociales.
Dice la literatura, “La representación de Sapia en la «Divina Comedia» está imbuida de implicaciones políticas, muchas de las cuales se reducen al hecho de que Dante culpó de la violencia de su tiempo a quienes se volvieron contra sus comunidades por arrogancia y codicia. Pero la verdadera Sapia era incluso más interesante de lo que Dante quería hacerles creer”.
Sapia es uno de los muchos personajes de la «Divina comedia» que merecen ser conocidos más allá, y no solo por lo que Dante decidió decir sobre ellos en su poema.
Pero no todo es literatura, hay mucha verdad en esas obras que debemos conocerlas para seguir avanzando, porque en la medida que lo hagamos, seremos gente mejor.
Hemos criticado y nos hemos autocriticado por lo que no hicimos; soslayamos algunas verdades y subestimamos otras, pero la realidad es punzante.
Después de tantos ensayos, enfrentemos la verdad, quizás el próximo mes todo sea diferente, las ansiadas vacunas en su momento deben surtir efecto positivo, el curso escolar, además de la enseñanza, debe apoyar los sentimientos; la economía debe abrirse, para noviembre comenzarán a volar aviones, no como ahora que son ocasiones y para emergencias.
Nosotros, los simples comunes, ya que pasamos este martirio, debemos reincorporarnos a plena capacidad y comenzar a vivir, la verdadera nueva vida, aunque todavía nos duelan las palabras.