Hoy (28 de enero) la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) arriba a su cumpleaños 83, fecha que coincide con el 169 del natalicio de José Martí, pretextos que se unen en la conmemoración que realiza el movimiento sindical de Pinar del Río, enfocados en lograr la renovación de los estilos y métodos de trabajo de la organización.
Así fue ratificado en la asamblea de balance provincial, donde afloraron las deficiencias que lastraron el desempeño durante el 2021 y que se evidencian en debilidades en cuanto a la política de cuadros y los resultados económicos del territorio, ya que en cada una de estas entidades que no materializaron sus proyecciones hay un colectivo laboral.
Compete a las secciones sindicales contribuir a detectar las reservas de eficiencia que aún no se explotan, estimular la innovación y despojarse de formalismos, pues como señaló Ulises Guilarte de Nacimiento, integrante del Buró Político del Comité Central y secretario general de la CTC, no son tiempos de consignas, hay que buscar argumentos y cuentan con fuerza y autoridad para exigir a las direcciones administrativas.
Sobre este aspecto enfatizó la importancia de dominar toda la legislación que flexibiliza la gestión y otorga facultades al sector empresarial e incentivar su implementación, porque es así como se defiende el salario y los ingresos del trabajador con el activismo y la creatividad del movimiento obrero.
Hizo un llamado a dejar de enumerar dificultades y aportar soluciones, porque el escenario es desafiante por las restricciones energéticas, carencia de insumos, materias primas, el bloqueo y mucho más que impacta sobre los precios, la mayor preocupación que hoy tienen los cubanos y no se requieren más lamentos, sino respuestas para revertir esa situación y en ello corresponde a la CTC ser preponderante.
Bastante se puede hacer en la implementación de alternativas para disminuir costos e incrementar ingresos y un momento oportuno es la discusión de los planes de la economía y ejecución del presupuesto, porque se puede convertir en una herramienta de motivación para que los trabajadores combatan por el cumplimiento de cada indicador.
El reclamo tiene que ser con lo que tenemos, qué más podemos hacer; y el movimiento sindical no puede estar ajeno a los programas de desarrollo de la provincia, tiene que impulsar cada uno de ellos como son la producción de alimentos, construcción de viviendas, ejecución de inversiones y exigir porque sectores como la industria alimentaria y el comercio eleven la calidad de sus elaboraciones y servicios.
Sin esa participación no es posible avanzar en la actualización del modelo económico y demostrar las potencialidades del socialismo.
Al realizar las conclusiones del encuentro, Julio César Rodríguez Pimentel, integrante del Comité Central y primer secretario del Partido en el territorio, resaltó que el espíritu crítico de los colectivos, acompañado de la exigencia y la innovación tienen que ser un motor para la economía y el desarrollo y así revertir los resultados del 2021.
Llamó a convertir las reuniones de afiliados en encuentros creativos, desde las cuales pueda ejercerse el control sobre la gestión administrativa de cada entidad, estrechar los vínculos de la organización con el sector no estatal y reconoció la labor desempeñada en el enfrentamiento a la COVID-19, acotó que el protagonismo alcanzado en la sociedad es resultado del accionar en distintos escenarios como la producción de alimentos.
Queda a la CTC continuar el proceso de renovación, haciendo de cada sección sindical un baluarte de la defensa del proyecto social que se construye y al que no debe seguir siendo ajena la prosperidad, esa que depende de la que cada uno de nosotros aporte.
Motivar, exigir, controlar, proteger para que el futuro de Cuba lleve el sello de la organización.