Yusley Izquierdo Sierra es un joven radialista, locutor y director de programas, fundador y coordinador del encuentro y concurso de jóvenes radialistas La Vuelta Abajo, único de su tipo en la provincia, y además acaba de ser electo presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Pinar del Río.
Eres el director del programa Hecho en Casa, una propuesta sabatina que está ganando audiencias y colaboradores, ¿qué lo distingue?
“Hecho en Casa surge como proyecto de conjunto con la Asociación Hermanos Saíz. Necesitábamos un espacio para promover el quehacer de los jóvenes en Pinar del Río. Inicia en el verano de 2018 y ha estado siempre enfocado en la producción del arte joven cubano; para decir, debatir e intercambiar sobre temas culturales. Siempre hemos tratado de buscar contenidos diversos para que sea también un espacio de proposiciones, de proyectos.
“En 2021 pasa a formato de revista cultural y crece en tiempo. Ahora mismo cuenta con hora y media al aire, todos los sábados a través de Radio Guamá, desde las 3 y 30 hasta las cinco de la tarde.
“Con este formato el programa ganó muchísimo, porque además del debate se insertaron el reportaje y el comentario, a cargo de las periodistas Zorileidys Pimentel Miranda y Yanetsy Ariste, respectivamente. Creo que conseguimos unir la crítica de arte al periodismo cultural y eso fortalece muchísimo el programa y le ha valido el reconocimiento de los jóvenes escritores y artistas que sienten que tienen un espacio para dialogar, para fomentar el gusto estético en las audiencias, conocer y adentrarse en los procesos culturales y cómo se manejan en Pinar del Río; y para la promoción de la obra, porque reservamos un tiempo para eso también.
“Hecho en Casa se ha abierto a la propuesta de los asociados y así surgió la idea de Bitácoras, un segmento que Lázaro Prieto ideó como homenaje a exponentes de las artes visuales en Pinar del Río en ocasión del aniversario 35 de la AHS, el 60 de la Uneac y el 20 del Salón de Arte Joven. Eso acercó a los artistas que se veían lejos del medio por ser un solo sonoro, así rompimos estereotipos con la radio y la limitación con que las personas la perciben.
“Iniciando el 2022 estamos con una nueva entrega, Cuando cuentes cuentos, una propuesta de Yune Martínez, narradora oral, para contribuir desde la radio a no dejar morir esa tradición que se ha ido contando de generación en generación y forma parte de nuestro patrimonio.
“Y ojalá siempre cuando termine una etapa de un proyecto individual vengan artistas con nuevos proyectos, porque eso enriquece muchísimo el espacio y es la esencia de Hecho en Casa: un programa que desde la radio permita que los artistas se sientan cómodos y sientan que esa es también su casa”.
Como gestor de La Vuelta Abajo, y como joven que ha crecido dentro del medio, ¿qué crees necesita la radio hoy?
“Repensarse, dinamitarse, remover todas sus estructuras de modo tal que le permita ser contemporánea, ir a la ciencia, investigar los procesos: se ha estudiado el receptor, no siempre al emisor. No se ha visto en qué condiciones produce el producto comunicativo, bajo qué rutinas, ideologías, cultura del trabajo, que todas constituyen mediaciones del producto que se está entregando. Hay que investigar esos procesos que determinan en gran medida lo que está al aire y cómo lo reciben esos públicos, así como los procesos de retroalimentación que no siempre se articulan.”
¿Cómo es la radio que quieres hacer?
“Por contenidos, la gente busca información. Una radio que no sea repetidora de formatos de otros espacios, una radio donde se dialogue, una radio crítica, una radio donde la gente sienta y diga ‘ahí se está diciendo lo que yo quiero decir’, una radio que no sea complaciente con determinados sectores de audiencia y sí sea cuestionadora, propositiva. Una radio desde la que también se pueda encontrar soluciones a los problemas que tenemos”.
Yusley siempre quiso ser médico, pero finalmente escogió ser trabajador social. Por esos años se inició en la radio en Toque Joven, un proyecto escuela que concebía la inserción de un grupo de jóvenes para promover lo que se hacía desde diferentes sectores. Allí creció y se hizo director de programas en fechas más recientes. Igualmente le apasiona la comunicación social, una especialidad con un campo muy amplio, de la que se graduó en la universidad Hermanos Saíz.
Desde tu experiencia como comunicador social, ¿qué necesita el sector cultural en materia de Comunicación?
“Hoy se trabaja con el término ‘promoción’, pero cuando hablamos sobre ‘comunicación’ estamos entendiendo los procesos de una manera más amplia: desde esa interacción entre las instituciones que también tributan a los procesos creativos, desde esa relación que debe establecerse entre cultura y medios de comunicación y entre las instituciones o el artista independiente y sus públicos. Todo está mediado por la comunicación y hay que saber gestionarla. En tiempos de internet y redes sociales habrá que investigar cómo lograr una mejor coherencia en el trabajo de la cultura y cuánto le pueden aportar las ciencias de la comunicación.
«Esas investigaciones deben estar marcando las rutas de la comunicación y de la promoción, que no siempre es compartir contenidos con etiquetas.
“Lamentablemente, a veces no se tiene lo material y financiero para hacer todo lo que se debe, ni el recurso humano debidamente capacitado. Pinar del Río posee la desventaja de no contar con una formación de profesionales en la comunicación social y aunque sí existió la carrera por curso para trabajadores, los egresados no siempre regresaban a sus puestos de trabajo armados de elementos teóricos que permitiesen transformar esa realidad donde estaban, no siempre se exigió tampoco”.
La Asociación Hermanos Saíz, una organización a la que te has dedicado casi por entero, de la cual eres su presidente en la filial pinareña: ¿qué proyecciones de trabajo tiene para este 2022?
“El reto está en promover la obra de los Hermanos Saíz que son nuestros coterráneos y tenemos la responsabilidad de hacer que su obra se conozca en Cuba y se promueva desde el arte que hacen nuestros miembros.
“Tenemos también el reto de ser espacio para el diálogo franco, sincero, pero responsable, comprometido con el proyecto social que entre todos construimos.
“El reto de ser una organización de vanguardia, para el pensamiento, que rompa con los estereotipos y las etiquetas que se le han establecido a los jóvenes y que sea capaz de demostrar la madurez, el compromiso de quienes militan en ella.
“Tenemos el encargo de hacer que la AHS se visibilice como esa vanguardia del arte joven cubano en el contexto pinareño”.