Desde el pasado 15 de mayo, el nuevo álbum de Wil Campa y la Gran Unión circula en plataformas digitales como Amazon, Spotify y otras dedicadas a la distribución y comercialización musical. Bajo el sello de la Egrem, Zapato nuevo apuesta por no perder el baile en pareja.
“Estoy muy satisfecho con el resultado, y el lanzamiento ha funcionado más que bien. Son 12 temas hechos para bailar. Hay canciones de mi autoría; de Roniel Alfonso, productor y arreglista principal del disco, y de varios compositores destacados, entre ellos Cándido Fabré, quien escribió un son montuno que refleja esa picardía que tiene el cubano y dice más o menos así: ‘Si tú cocinas bueno, caminas bien y si caminas bien, tú sabes cocinar’”, dice Campa.
Mezclado y masterizado en Colombia, el álbum incluye también la canción La vida sigue, de Carlos Cartaya, que ha tenido gran aceptación por el público.
“Con Haila comparto el tema que abre y titula el fonograma, Zapato nuevo. Hicimos una rumba con el grupo Osaín del monte titulada Pinta pintor, es una composición mía y ahora mismo se escucha mucho en Europa, sobre todo en escuelas de baile.
“Próximamente estrenaremos un videoclip de otro tema del álbum La propina, compuesto por el pinareño Alfredo Victorero. Es un animado muy simpático, muy cubano, dirigido por el joven realizador Vladimir Lauret”, añadió.
Destaca en la propuesta discográfica la colaboración de talentosos músicos del país como Alejandro Falcón (piano), Alexander Abreu (trompeta), Eduardo Ramos (timbal), Yuseff Díaz (teclados), Amaury Pérez (trombón), Víctor Guzmán (sax barítono), Edgar Martínez y Adel González (congas), Jorge Cuayo y José Julián (bongos), Yandy Martínez y Roberto Vázquez (bajo), además de Damián Serrano, Mariano Calzado y Ramón Álvarez en los coros.
PROYECTOS
“Antes de la pandemia estábamos grabando un disco de pura timba que aún no está registrado con ninguna disquera y en el que cuento con la maestría de varios arreglistas. Y durante la etapa de aislamiento hice una versión de Volveremos a juntarnos de La oreja de Van Gogh, junto a mis músicos vía WhatsApp y así mantenemos la comunicación.
“Estoy muy agradecido con ellos y feliz, porque somos una familia y cada uno aporta ideas para cambiar la visualidad del grupo o montar nuevas coreografías. El trabajo de la Gran Unión no para”, concluyó.