Memorial de los Malagones

Las Milicias en Cuba

Para poder escribir la historia de la Milicias Nacionales Revolucionarias en Cuba, que corresponde a Los Malagones y que Fidel denominara la primera milicia, hay que recorrer retrospectivamente lo que originalmente fueron las milicias, los antecedentes históricos que las sustentan, a partir del espíritu de rebeldía, de lucha, de un pueblo por su independencia y soberanía, llegando a “Los Señores de las Montañas’’, en la Sierra de los Órganos, Vueltabajo, región occidental del archipiélago cubano, pues es necesario, hasta en las milicias, saber quiénes fuimos, quiénes somos, y hacia dónde vamos, en la lucha heroica de un pueblo por preservar la independencia nacional.

La historia heroica del pueblo cubano está, desde la existencia de las comunidades aborígenes hasta la actualidad, preñada de permanentes luchas para enfrentar guerras de conquistas, ataques de corsarios y piratas, intervenciones e invasiones militares y mercenarias, financiadas las últimas por el imperialismo norteamericano, lo que ha fomentado la permanente disposición del pueblo para enfrentar una agresión militar o de otro tipo.

Hatuey, Guamá, los negros apalencados, los mambises que llegaron a conformar el Ejército libertador, y tras la falsa República los intentos de la Joven Cuba y otros grupos ansiosos por organizarse desde la clandestinidad como Frank País, se ven materializados cuando el Movimiento del 26 de Julio asume lo más legítimo para emprender la lucha definitiva.

El 31 de agosto de 1959, Fidel junto a una comitiva visita el Valle de Santo Tomás, donde recientemente se había fundado la cooperativa Moncada. Instalados en los amplios salones de la Cueva de Mesa de la Gran Caverna, Núñez Jiménez le presenta a sus amigos y prácticos de la zona y el Comandante les pregunta sobre los sembrados y la nueva escuela en proyecto. En el diálogo se aborda la presencia de bandidos en el lugar y el campesino Malagón expone a Fidel que, en la Sierra de Celada, un grupo de bandidos alzados pretendía aterrorizar a los campesinos.

El jefe era el cabito Luis Lara Crespo, torturador y asesino de la derrocada dictadura batistiana, también nacido en el lugar, con 23 crímenes sobre su conciencia y una larga lista de torturas, abusos y vejaciones, por lo que fue aupado y apertrechado por la contrarrevolución y la CIA.

Tras el intercambio de impresiones Fidel toma la decisión de extraordinaria importancia histórica, como recoge el capitán Núñez Jiménez en su libro “En marcha con Fidel”, 1959: “preparar y armar a 12 campesinos al mando de Malagón. Así queda constituida la primera milicia campesina organizada por la Revolución.

“Semanas después, la Milicia de Los Malagones, como fue conocida popularmente, captura al cabo Lara y a su banda de asesinos. Desde entonces, la Sierra de los Órganos no ha dejado de ser un baluarte inexpugnable de la Revolución.”

En todo el archipiélago hoy son las Tropas Territoriales y las Brigadas de Producción y Defensa las herederas de aquellos para defender los sueños de los indios, de los libertos, de los mambises y de los héroes y mártires que lucharon por una Patria sin amo, como la quiso Martí.