• Alberto Pérez Lledía

    Alberto Pérez Lledía
                                    Nació el 21 de noviembre de 1929 en Santo Tomás, hoy comunidad el Moncada. De su primer matrimonio con Amancia Peñate Serrano tuvo 8 hijos, posteriormente contrajo nupcias con Paula Duarte García, teniendo una hija.

  • Antonio Gómez González

    Antonio Gómez González
                                    Nació el 28 de junio de 1932, en la finca La lata, en Quemados de Pineda, Cooperativa el Granma, en Minas de Matahambre. Vino al mundo en un hogar campesino donde las cosas no iban nada bien, tanto fue así, que dos años más tarde se vieron obligados a abandonar el lugar por problemas políticos y la familia, con sus cuatro hijos varones, fue a parar a la finca Peña Blanca, cuyos terrenos pedregosos, de muy mala calidad, apenas les permitían sobrevivir.

  • Cruz Camacho Ríos

    Cruz Camacho Ríos Nació el 14 de septiembre de 1923 en Quemados de Pineda, Cooperativa el Granma, en Minas de Matahambre. Sus padres fueron Fernando y Aurelia. Tuvo poca suerte para alcanzar al menos un tercer o cuarto grados en la escuelita más cercana a su casita. La cuestión era que allí no había un maestro para asumir la enseñanza elemental de niños campesinos pobres como él.

  • Eduardo Serrano Martínez

    Eduardo Serrano Serrano Nació el 5 de agosto de 1930 en Santo Tomas, Viñales, hoy comunidad el Moncada. De ocupación campesina, ayudante en la vega de Nicolás Mesa y vendedor de galletas con dulce de guayaba en Minas de Matahambre. Aunque sus padres nunca se pusieron de acuerdo tras su nacimiento, recuerda que siempre su abuelo lo acompañó. El viejo quería mucho al muchachito y aunque se empeñaba en darle un trato diferente, no era mucho lo que podía mimarlo, debido a las condiciones miserables en que vivían. No obstante, le enseñó lo que mejor sabía hacer: arar la tierra, enyuntar los bueyes y otras muchas cosas del trabajo en el campo.

  • Gerardo Rodríguez Malagón

    Gerardo Rodríguez Malagón Apodado como “El sordo”, pues nació con esa discapacidad en Quemados de Pineda, el 24 de Septiembre de 1912, no fue ello limitación para incorporarse a la primera milicia. Pudo asistir a la escuela junto a algunos de sus hermanos, a la cual iban casi desnudos, descalzos y sin siquiera un “mochito” de lápiz entre las manos.

  • Hilario Fernández Martínez

    Hilario Fernández Martínez Nació el 14 de enero de 1934 en Quemados de Pineda, y fue apodado como Chiche. En la vega trabajaba junto a su padre, Raimundo, mientras estudiaba en una escuelita de Quemado de Pineda.

  • Jesús Padilla González

    Jesús Padilla González Nació el día 30 de noviembre de 1919 en Quemados de Pineda, cooperativa El Granma, en Minas de Matahambre. Trabajaba como asociado al negociante Braulio Villasusa, a un peso se le pagaba el saco de cohollo y además trabajaba en las canteras de Cabeza, como picador de piedra hasta las 3 de la mañana.De la educación recibida en aquel entonces en una escuelita muy pobre, donde con increíbles esfuerzos existía un maestro empeñado en enseñar a los humildes niños de la zona montañosa, el muchacho solo pudo alcanzar el cuarto grado.

  • José Antonio Álvarez Camacho

    José Antonio Álvarez Camacho Nació el 23 de julio de 1931 en Quemados de Pineda, Cooperativa el Granma, en Minas de Matahambre. Campesino pobre, dedicado a la siembra de tabaco. Considera el 1ro de enero de 1959 hermoso, no sólo porque en esa fecha tuvo lugar el triunfo revolucionario, sino porque ese mismo día le nació su tercer hijo varón, y aunque llegó a la prolífera cifra de seis, incluyendo algunas hembras, a partir de entonces su sonrisa no hubo de ensombrecerse como antes, cuando siendo él uno de los 11 descendientes de la familia, tuvo hasta que arañar la tierra para poder sacarle nuevas formas de supervivencia.

  • José María Lledía Ceballos

    José María Lledía Ceballos Nació el 20 de diciembre de 1913 en Santo Tomás, hoy comunidad el Moncada, campesino. Como aficionado participó en grupos de música. Aunque hubo momentos muy tristes y difíciles para la familia de José María Lledía Ceballos, ninguno fue peor que el acontecido en el año 1945, cuando su apéndice en mal estado requirió con urgencia de una operación quirúrgica. Venancio, el padre y Amelia, la madre, se miraban alelados mientras entregaban la pareja de bueyes que tanto tiempo les habían servido para el trabajo bruto de los surcos y recibían a cambio los 14 pesos con los cuales costearían la operación del muchacho. Después, ¿para qué recordar lo que siguió entonces? El niño mejoró de la dolencia, pero no hubo manera de “levantar cabeza”.

  • Juan Quintín Paz Camacho

    Juan Quintín Paz Camacho Nació el 31 de octubre de 1937, en Santo Tomás, hoy comunidad el Moncada. Hijo de Juan Paz San Pedro, terrateniente del lugar, dueño de 300 caballerías de tierras. Estudió en “Los Escolapios” en la capital pinareña, donde alcanzó hasta el séptimo año, y si no siguió fue porque, según sus propias reflexiones, esos cursos de curas no le gustaban.

  • Juventino Torres Véliz

    Juventino Torres Véliz Nació el 22 de febrero de 1928 en Quemados de Pineda, Cooperativa el Granma, en Minas de Matahambre. Campesino y carbonero, a los 4 años se muda junto a su familia para la finca Los Momposos. Para él los días primero de marzo guardan un recuerdo gris, y es que era precisamente en esa fecha cuando una pareja de guardias rurales llegaba, junto al dueño del terreno en el cual trabajaba la familia, para realizar el tristemente llamado requerimiento, o lo que es igual, exigir una negociación en la que ellos tenían que ceder la tercera o cuarta parte de lo ganado con sus esfuerzos.

  • Leandro Rodríguez Malagón

    Leandro Rodriguez Malagon Nació en Quemados de Pineda el 13 de marzo de 1899, hoy Cooperativa el Granma, en Minas de Matahambre. Casado con Rosa Chávez Díaz, tuvieron 8 hijos. Campesino pobre vivió en pésimas condiciones, no sabía usar zapatos. Las condiciones económicas de su familia no le brindaron la posibilidad ni tan siquiera de soñar con escribir o leer, ni aspirar a ir a la escuela. Fue después del triunfo de la Revolución que un alfabetizador le enseñó a firmar con su nombre y apellidos al menos, eso recuerda. Malagón repetía que su edad había que contarla desde el año 1959 para acá, porque para él, como para tantos de su clase, la vida comenzó realmente con las transformaciones y cambios en el campo y en los hombres de la tierra.