La Misión
En la historia de los pueblos y sus revoluciones la aparición de las personalidades desempeña un papel excepcional, y los protagonistas, que como Fidel organizan y guían al pueblo cubano, conforme a la percepción martiana, se adscriben ante todo a las exigencias históricas, a las necesidades de la evolución social.
Él se ha convertido en una personalidad particular por expresar más concreta y plenamente, los intereses de las fuerzas progresistas y vanguardistas de la sociedad. Así se puso al frente de la lucha contra bandidos, gracias a sus habilidades personales.
Según Jorge Plejanov, filósofo marxista y uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata ruso (apreciado por Lenin sobre todo por sus obras filosófico-sociales) en su artículo “Sobre la materia de la personalidad en la historia” señalaba entre otras cosas lo siguiente: “El gran hombre es el primero que realiza algo, precisamente, porque va más allá que los otros y desea más fervorosamente que los otros”.
Una personalidad grande como lo es él, jamás logró perder de vista el papel de las masas en un proceso revolucionario, los campesinos, los obreros, la gente de a pie como los Malagones, porque son ellas, con sus luchas y sacrificios quienes escriben la historia. Y Fidel demostró que conoció desde el principio que la labor de la Revolución tendría futuro, solo con la movilización de los obreros, los campesinos, los soldados y de cada patriota honesto.
Ya lo había logrado en la Sierra Maestra con los campesinos y así lo describe públicamente, ellos le ayudaron a impulsar la Revolución en los primeros momentos y así lo señala (…) “Recordábamos el dominio que tienen los campesinos de su propio terreno, el dominio que tienen los campesinos de las montañas, la resistencia que tienen los campesinos para caminar en las montañas, el conocimiento que tienen los campesinos de todos los arroyos, de todos los trillos, de todos los firmes, de todos los picos, de todas las piedras de las montañas .
(…) “El conocimiento que tienen los campesinos de los sitios donde hay agua, de los manantiales, de los arroyos; el conocimiento que tienen los campesinos de la naturaleza, lo fácil que se alimenta el campesino, lo que camina el campesino con un boniato en el estómago (…) ¿Quién resiste lo que resiste un campesino? (…) ¿Qué contrarrevolucionario o qué soldado invasor, qué soldado yanqui podría enfrentarse a un campesino nuestro? Fidel desde la Sierra Maestra conocía su entrega.
(…) “¿Qué soldado mercenario podría enfrentarse a nuestros campesinos? (…) Ya nosotros sabemos, demasiado bien, el susto que lleva en el alma el mercenario que se adentra por los desfiladeros de nuestras montañas. Sin saber dónde le va a explotar una mina, detrás de qué tronco o de qué piedra le van a disparar; si puede volver a regresar por el camino donde entró (…) Quién puede arrancarles a los campesinos sus tierras (…) ¿Quién puede desalojar a las milicias de nuestras montañas?”
El día dos de septiembre de 1959 los 12 campesinos fueron llevados para el campamento militar de Managua en la capital del país, La Habana, donde recibieron un intenso y riguroso entrenamiento militar que sería dirigido por el Comandante Guillermo García Frías ( hoy Héroe de la República de Cuba ) y las pruebas de tiro las evaluaría el propio Fidel; en tanto que se les adiestraría en el arme y desarme del fusil M-1, el arma seleccionada por Fidel, teniendo en cuenta su buena cadencia de tiro y por ser bastante liviana para los movimientos que se debían realizar en las montañas.
Un mes de entrenamiento fue lo previsto en el plan de Fidel, quien les dijo: “Malagones, ustedes serán los guardianes de las montañas para que nadie las maltrate y protejan el bosque”. Fidel conversa con Malagón la estrategia a seguir y dio un plazo de tres meses para capturar a los bandidos, a lo cual el campesino respondió que era muy poco tiempo y el líder revolucionario le dijo que las órdenes se cumplen no se discuten y le aseguró: Malagón, si ustedes triunfan habrá Milicias en Cuba”.
La misión era capturar en tres meses al asesino prófugo y lo hicieron con inteligencia y entrega en solo 18 días. El Cabo Lara había sido detenido en enero de 1959, pero logró fugarse. Su banda era una dentro de las numerosas armadas, apoyadas y fomentadas por el gobierno de los Estados Unidos y la CIA contra la Revolución cubana. Pronto se transformó en un foco peligroso en la Sierra de los Órganos, y pretendía atemorizar a la población rural y cometer actos terroristas.
Al director del INRA, en un viaje durante la implementación de la Reforma Agraria, lo amenazó con echar abajo el helicóptero donde viajaba, y el Capitán ratificó su criterio de que los campesinos, de estar armados, serían suficientes para capturarlo, analizando la experiencia y dominio que tienen de la zona.
Fidel estaba en alerta sobre la situación del occidente cubano y se entrevista personalmente con Manuel Borjas Borjas.
Conversación del Comandante en Jefe Fidel Castro con el capitán Borjas:
…Fidel andaba por la zona y fui a saludarlo, y vimos el sitio donde estaba alzado Lara, que eran unos cerros con tres salidas, Fidel me dijo: - Borjas, qué tú crees de esta gente. Yo le di mi opinión. Porque Lara nació y se crió en esta zona, y aquí lo conocía todo el mundo.
Entonces Fidel me dice: - ¿qué tú crees si cogemos campesinos de la zona y organizamos unas patrullas con Malagón y un grupo? Y con la misma ya estaba llamando a Malagón.
¿No habrá doce hombres que sean buenos?
Los buscamos Comandante.
Y ahí coge un papelito y apunta los nombres que le decía Malagón, y le orienta que el lunes se presentaran a Camilo Cienfuegos, en Managua.
(…)’’ Dos cosas deben saber, dos cosas por lo menos deben saber: que la Revolución cuenta con la inmensa mayoría del pueblo (…), porque ha hecho justicia, porque les ha puesto fin al abuso y a la explotación; porque todo el mundo sabe que por primera vez en la historia de nuestra patria, el pueblo cuenta; por primera vez en la historia de nuestra patria, el pueblo manda (…)” por primera vez en la historia de nuestra patria, todo cuanto en nuestra patria se hace, es por el pueblo y para el pueblo.
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